Luego de que entró en vigencia la solicitud de carné de vacunación para ingresar a bares, restaurantes y discotecas, Asobares Antioquia reportó pérdidas de hasta 50 % en ventas por cuenta de la exigencia de esta nueva medida.

“Lamentablemente el balance es negativo. Por primera vez realizamos la reactivación económica y se informa una disminución de ventas de hasta 50 % en nuestros establecimientos, lo que es perjudicial para nuestro proceso de recuperación económica”, expresó Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares en Antioquia.

Valenzuela aseguró que en las primeras horas de la medida ocurrieron algunos hechos lamentables, como el caso de personas que no portaban el carné y se tornaron violentas cuando se les impidió ingresar a los establecimientos nocturnos.

Se mueren los no vacunados

Por tercera semana consecutiva, aumentaron los casos y fallecimientos por covid en Colombia, y solo en los últimos ocho días, según el epidemiólogo Jaime Ordóñez, el porcentaje de nuevos infectados subió casi 33 %. Eso presagia lo que todos más temen: una nueva ola. Y, ante esa amenaza, la población en mayor riesgo será la de los no vacunados, especialmente quienes se encuentran en edades vulnerables (más de 50 años) o tienen comorbilidades.

De hecho, muchos llaman a este pico la ola de los no vacunados, pues serán ellos los más susceptibles al virus. Además, podrían ser un vector de contagio en la sociedad al transmitirlo a otros ya inmunizados. Que los no vacunados morirán más se sabe por muchos estudios hechos en diferentes partes del mundo. En Estados Unidos, donde el pico propiciado por la variante delta ya se presentó, las curvas de sobrevivencia entre vacunados y no vacunados hablan por sí solas.

Solo en Texas, según un reporte realizado por el departamento estatal de salud con datos de enero 15 a octubre 1, los no inmunizados tenían más riesgo de infección, hospitalización y muerte que aquellos que recibieron la vacuna.

En ese periodo hubo un total de 29.000 muertes asociadas con covid, y más de 85 % correspondía a individuos que no recibieron el pinchazo en el brazo. Casi 7 % de las muertes ocurrieron entre gente parcialmente vacunada (una sola dosis), y 8 %, entre vacunados con esquemas completos. En otras palabras, en Texas los no vacunados tuvieron un riesgo 40 veces mayor de morir que quienes habían completado su esquema.

En otro estudio, realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, los inmunizados tuvieron cinco veces menos riesgo de infectarse de covid-19, diez veces menos posibilidades de enfermarse y once veces menos oportunidades de terminar en un hospital y morir. Todo lo contrario sucedió con los no vacunados, que tuvieron once veces más oportunidades de fallecer por dicha enfermedad.

Estas cifras varían dependiendo de la metodología y las poblaciones estudiadas, pero reflejan la dura realidad en ese país, donde ha habido más inequidad en el acceso a las vacunas dependiendo del estado.

Algunos han promovido el acceso universal, aunque otros ni siquiera han hecho búsquedas activas, lo que ha llevado a una cobertura más baja de vacunación en adultos mayores y personas en riesgo. Además, hay una gran resistencia de ciertos estados a vacunarse por ideologías y partidismos.