Los negociadores de la guerrilla de las FARC se pronunciarán este martes sobre la suspensión temporal de los diálogos de paz que decidió el presidente Juan Manuel Santos. El presidente exigió el lunes a esa guerrilla que demuestre su compromiso con el proceso de paz liberando a un general del Ejército que capturaron la víspera. El mandatario reiteró que mientras el general Rubén Darío Alzate —el primero de su rango retenido por la insurgencia— no sea liberado, los negociadores del Gobierno no viajarán a La Habana para continuar con los diálogos que intentan poner fin a un conflicto. "A las FARC les exijo, y no sólo yo: se lo exige nuestra Nación y toda la comunidad internacional, que demuestren su voluntad de paz con acciones y no sólo con palabras", sostuvo Santos. La guerrilla ha guardado silencio a lo largo de la jornada y sólo uno de sus voceros en Cuba dijo a la AP que investigan la situación. La delegación negociadora convocó también a una rueda de prensa para este martes por la mañana. El general Alzate, de 55 años, un soldado profesional y una abogada fueron interceptados el domingo por hombres armados cuando desembarcaron en un caserío a la orilla del río Atrato, en el departamento de Chocó, unos 310 kilómetros al oeste de Bogotá. Otro soldado logró escapar e informó que los responsables eran integrantes del Frente 34 de las FARC. Durante la alocución, Santos condicionó igualmente la continuación de las negociaciones a la entrega de los soldados Paulo César Rivera y Jonathan Andrés Díaz, quienes fueron retenidos en medio de combates hace una semana en una zona rural del municipio de Tame, departamento de Arauca. "Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las FARC tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza", destacó el mandatario. Santos confió en que Chile, Venezuela y Noruega, países garantes del proceso, contribuyan en la resolución del conflicto desatado por la retención del jefe militar. La víspera, Santos pidió a la cúpula militar investigar por qué Alzate, de 55 años y con 31 años de servicio militar, supuestamente infringió las normas castrenses y viajó a la peligrosa zona vestido de civil y sin guardaespaldas. Alzate es comandante de Fuerza de Tarea Titán, grupo formado por 2.500 elementos del Ejército y la Marina cuya misión es combatir a los rebeldes y narcotraficantes en las zonas selváticas y remotas que rodean Quibdó. Alzate es uno de los militares más condecorados de Colombia. Es graduado de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos y de la Escuela del Estado en Kansas; anteriormente supervisó la unidad antisecuestros de las Fuerzas Armadas colombianas. El Frente 34 de las FARC, al que se le responsabiliza de la retención del general y sus dos acompañantes, es señalado de incumplir los ceses de fuego ordenados por la comandancia de la guerrilla, conocida como Secretariado, durante los últimos dos años en épocas de elecciones y festividades de fin de año, afirmó el analista León Valencia, quien tiene un centro de estudios del conflicto. Ese frente es parte del Bloque Occidental, cuyo comandante es alias Pablo Catatumbo, miembro de la delegación rebelde que negocia en La Habana con el Gobierno desde noviembre del 2012. Líderes políticos consultados por AP coincidieron en que de retomarse las negociaciones con las FARC, las condiciones para el diálogo se deben replantear. El presidente Santos "se ha tardado en anunciar la reingeniería del proceso de paz. Urge un cambio de rumbo. Las FARC deben frenar los ataques contra la población, el reclutamiento de menores y la siembra de minas antipersona", consideró Camilo Gómez, comisionado de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). Para el senador opositor José Obdulio Gaviria, si Alzate es liberado, "el proceso se debe retomar, pero se debe exigir a las FARC cesar actividades criminales, que se concentren en sitios geográficamente definibles y se pacte una agenda no política, si no que pase por la desmovilización y reinserción inmediata", sostuvo. Roy Barreras, de la Comisión de Paz del Congreso, dijo que la paz atraviesa por "la hora más difícil", pero se mostró confiado en que "las FARC liberarán en las próximas horas al general y a sus acompañantes, porque ellos (los rebeldes) no van a echar a perder esta oportunidad histórica de alcanzar la paz".