El Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario advirtió que Venezuela sigue siendo el principal país expulsor de migrantes del continente y que se necesitan mecanismos regionales para proteger a los desplazados internacionales, entre quienes hay personas que necesitan de protección internacional: los refugiados.
Así lo detallaron en la Bitácora Migratoria publicada esta semana para hacer un análisis final de la situación de movilidad humana en el país, en la que alertaron que la participación de venezolanos que han migrado por el Tapón del Darién sigue incrementándose.
“El aumento de migrantes venezolanos que transitaron por el Darién en los últimos tres años (nacionalidad que representó el 70% en esta ruta en 2023), demuestra que Venezuela continúa siendo el principal expulsor migratorio de la región y que hay falencias y fallas en los mecanismos complementarios de protección internacional que países como Colombia, Perú, Chile y Ecuador han dirigido para la atención e integración de la población venezolana migrante y refugiada”, detalló el Observatorio de Venezuela.
El llamado que hace ese grupo académico en su Bitácora Migratoria, un reporte periódico para hacer seguimiento a la situación de los migrantes en Colombia y el resto de la región, coincide con una alerta que lanzó la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez: en la frontera entre Colombia y Panamá las personas siguen siendo víctimas de trata.
Ese apunte lo hizo en unas declaraciones de este viernes (22 de diciembre) por la congestión migratoria de ciudadanos provenientes de países de África que se registra en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá.
Márquez sostuvo que “para el caso de Colombia, manifestamos la preocupación sobre tantas personas que están cruzando por lugares inseguros como son las rutas de El Darién. Más de 500 mil personas en este 2023 han cruzado por esa ruta poniendo la vida en riesgo. Estas personas están siendo víctimas de tratas, mujeres están siendo víctimas de abuso sexual, de redes de narcotráfico que las usan como mulas”.
La vicepresidenta manifestó su “preocupación profunda es la situación de los niños y niñas. Más de 70 mil niños y niñas están cruzando por esas rutas de la muerte, también quiero expresar que, por supuesto, la situación de El Dorado es grave, el abandono de los niños en El Dorado, pero el abandono de los niños en El Darién es profundamente grave”.
Pero esa no es la única ruta migratoria que tiene en alerta a los académicos que le siguen la pista a las migraciones en Colombia. El Observatorio de Venezuela también puso señales de alerta sobre la ruta de tránsito por San Andrés.
“La mal llamada ‘ruta VIP’ marítima por San Andrés es promocionada como una alternativa que evade el Darién para llegar a Estados Unidos y ha tomado preponderancia por el número de migrantes que han desaparecido y las naves han naufragado”, detallaron, citando un informe de la profesora Ligia Bolívar, una de las principales expertas en asuntos de refugio y migración de Venezuela.
Finalmente, los académicos advirtieron que los venezolanos que están siendo deportados desde Estados Unidos, después de que la Casa Blanca cambiara sus políticas migratorias para esa población en medio del deshielo con el régimen de Nicolás Maduro, enfrentan contextos de riesgo cuando aterrizan en su país de origen.
“El comportamiento de las autoridades de Venezuela con los migrantes que han sido devueltos a su país tras ser objeto de medidas de deportación desde otras naciones, que ha incluido detenciones y la imposibilidad de ser recibidos por sus familiares, es una práctica de revictimización que debe ser investigada por violatoria de los derechos humanos y tomada en cuenta por los países expulsores”, sentenció ese Observatorio de la Universidad del Rosario.