Desde hace algunos meses, el fenómeno de El Niño ha hecho presencia alrededor de todo el país, siendo la causa de varios efectos; tales como los prolongados periodos de humedad y resequedad, o los propios cambios de clima.
Teniendo en cuenta la información del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se sabe que el fenómeno de El Niño junto a su fase opuesta (La Niña), hace referencia a una variabilidad climática proveniente de la franja tropical del océano Pacífico, el cual tiene que ver con el cambio en la temperatura del agua.
El Niño se genera cada cierta cantidad de años, y sus efectos son más notables en el norte de la región Pacífica, departamentos de la Andina y Caribe. El agua del mar es víctima del cambio climático, por lo que su aumento en la temperatura altera las ráfagas de aire y el clima en las zonas alrededor del océano.
Consecuentemente, La Niña termina siendo el efecto de El Niño, debido a que se pasa de una temporada con entornos secos con temperaturas altas a un periodo caracterizado por el incremento en las precipitaciones y una caída en la temperatura.
A inicios de julio, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) declaró oficialmente el inicio de la temporada climática consecuente al fenómeno de El Niño. Para ese momento, se informó que podría traer consecuencias perturbadoras en los patrones meteorológicos y climáticos consecuentes del aumento en la temperatura global.
En un principio, se esperaba que el fenómeno climático durara alrededor de algunos meses, pero un reciente informe del Instituto Internacional de Investigación para el clima y sociedad de la Universidad de Columbia reveló que las altas temperaturas durarán más de lo concebido.
Con el cierre de septiembre, los expertos encontraron que las condiciones de El Niño en el Pacífico ecuatorial centro - oriental se fortalecieron con creces a causa que las variables oceánicas y atmosféricas fueron volátiles. Con ese aspecto en cuenta, los pronósticos se alteraron.
Los modelos hechos por los investigadores apuntan que el fenómeno de El Niño se mantendrá durante todo el otoño boreal e invierno (el resto del año) y se acabará hasta finales de la primavera del próximo año (junio de 2024). Adicionalmente, se prevé que para mayo la oscilación se reducirá e iniciará un periodo de estabilidad. En ese orden de ideas, ocurrirá algo inesperado y es que puede que diciembre sea el mes en el cual el periodo meteorológico alcance su punto máximo.
Hace meses, el pronóstico apuntaba que el final de año sería el cierre de la etapa climática, pero ahora todo parece indicar que aún faltará bastante tiempo para llegar a ese punto. Entre octubre y diciembre se proyecta un incremento en el índice, el cual alcanzará una magnitud de 1.84. En cambio, desde ese momento empezaría a disminuir y para junio llegaría a una contradicción de 0.28, quedando por debajo del promedio histórico.
Comerciantes quieren hacerle frente al fenómeno de El Niño
En el marco del Congreso Nacional de Comerciantes Empresarios y bajo el contexto del periodo climático, los gremios de comerciantes de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco) se mostraron preocupados por los efectos que puede seguir teniendo el fenómeno de El Niño en el país.
Para contrarrestar las consecuencias, los comerciantes firmaron un acuerdo en aras de buscar acciones que ayuden a que las empresas salgan adelante en medio de la situación. Entre las acciones que tomarán en cuenta, están:
- Apagar enfriadoras.
- Ajustar la temperatura un par de grados encima a los 25 °C.
- Mantener puertas y ventanas cerradas.
- Reducir el consumo de luz.
- Aprovechar la luz solar.
- Reducir el gasto de luz consecuente del uso de electrodomésticos.
- Verificar el cierre adecuado de neveras, congeladores y otros dispositivos que gasten energía.