SEMANA conoció una carta enviada por los senadores estadounidenses Marco Rubio y Bob Menéndez al secretario de Estado de ese país, Antony Blinken, en la que lanzan duras críticas por las misiones internacionales de médicos cubanos que, a juicio de los congresistas, son realmente “un esquema moderno de trata de personas” que viene desde la década de 1960.
Señalan que “el criminal régimen cubano ha desplegado cientos de miles de médicos cubanos por todo el mundo (...) Sin embargo, este año, México, Brasil y Colombia han indicado que reiniciarán programas que los emplean”.
“Pedimos que amplíe significativamente los esfuerzos diplomáticos de EE. UU. para ponerle fin a la cruel explotación de los aproximadamente 50.000 profesionales médicos cubanos que no son compensados por su trabajo y, en cambio, son utilizados como instrumentos de opresión por el régimen cubano”, señala la misiva en poder de SEMANA.
La carta menciona a Colombia: “En enero, el Ministerio de Salud de Brasil anunció que reiniciaría el programa Mais Médicos, que en los cinco años previos a su terminación en 2019 empleó a cerca de 20.000 médicos cubanos. El presidente colombiano, Gustavo Petro, también ha anunciado un ambicioso programa de reforma de la salud que puede incluir la llegada de médicos cubanos al país”.
Cabe recordar que hace pocos días, en entrevista con SEMANA, la vicepresidenta Francia Márquez habló del tema. Su frase fue: “Ojalá nosotros pudiéramos enviar misiones de médicos a trabajar y a contribuir en la salud de otros”.
La vicepresidenta, en entrevista con SEMANA, aclaró la polémica que se levantó en el país cuando desde la isla dijo que ese sistema es el camino que debe seguir Colombia. Afirmó que sus palabras “fueron sacadas de contexto”.
“Estamos aquí mismo discutiendo solo sobre un sistema de las EPS y no damos el paso siquiera para nosotros mismos fortalecer nuestro sistema de salud al interior de nuestro país. Entonces, ¿qué hacemos? Y no damos el paso por las mezquindades políticas y económicas que, como viven en privilegios en términos de salud, condenan a millones y millones de colombianos a tener que hacer filas para que los atiendan. A tener que hacer filas para que les den un medicamento, filas para que les autoricen una cirugía. Esa es una realidad. O lo peor, las mujeres que están muriéndose embarazadas en mi región, en el Pacífico, o en cualquier región de este país”, se queja.
La vicepresidenta cuenta que son decenas las personas que la llaman para quejarse de que no tienen atención en salud y que a veces intenta ayudarlas llamando ella misma a las EPS. “¿Cuál es el sistema de salud que les atiende? No lo tienen. Yo he visto a mi gente morirse, llevándolos en carretilla porque ni una ambulancia hay para que los atiendan. ¿Y no es precario? Por supuesto, aquí hay gente que se ha formado, que se ha profesionalizado. La realidad es que hoy, en Colombia, las personas se siguen muriendo por falta de atención en salud”, dice.
La alta funcionaria contó que en Cuba ella estaba en un diálogo hablando, tras visitar la Escuela Latinoamericana de Medicina de la isla, donde hay alrededor de 1.000 jóvenes colombianos estudiando. Destacó que hacer una carrera de Medicina es muy costoso y que solo pueden hacerlo “los que tienen posibilidades, pero la gente más humilde no logra estudiar”.
En ese momento, ella dijo: “Estamos proponiendo una reforma a la salud, donde la salud vuelva a ser administrada por el Estado. Esto no va a ser fácil. Se está proponiendo quitarle el negocio a la élite, al sector privado, que volvieron la salud una mercancía y no un derecho fundamental”.
De acuerdo con la organización Prisoners Defenders, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja jurídicamente para proteger y promover los derechos humanos, son más de 50.000 los profesionales cubanos de distintas disciplinas laborales que son enviados a trabajar al extranjero.
Para la organización, las condiciones de trabajo son “de esclavitud execrables”, entre otras cosas porque “sus salarios son retenidos, sus pasaportes confiscados y sus derechos humanos más elementales conculcados sistemáticamente, mediante legislaciones violatorias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
El siguiente es el texto completo de la carta enviada al secretario Blinken
Le escribimos para solicitarle que renueve y fortalezca sus esfuerzos diplomáticos para crear conciencia sobre los intentos de Cuba de promover la trata de personas en todo el hemisferio occidental. Específicamente, le pedimos que inste a los gobiernos de la región a que dejen de utilizar personal médico cubano en sus programas nacionales de salud.
El Informe anual sobre trata de personas (TIP, por sus siglas en inglés) y el Informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado de EE. UU. encuentran que las misiones médicas internacionales de Cuba son una forma de trata de personas y esclavitud moderna. Según el informe de 2022 del Departamento, la Unidad Central de Cooperación Médica de Cuba, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Comercio Exterior e Inversiones administran un sistema mediante el cual los médicos y el personal médico cubanos se ven obligados a trabajar en el extranjero bajo contratos opacos. El régimen cubano no solo confisca los pasaportes, las credenciales profesionales y los salarios de las víctimas de estos programas, sino que también amenaza a estos profesionales y sus familias si intentan irse.
A pesar de la cantidad sustancial de evidencia que documenta los daños del programa de misiones médicas internacionales de Cuba, en las últimas semanas, los gobiernos de México, Brasil y Colombia han anunciado su intención de expandir o reiniciar su participación en estos programas coercitivos. En diciembre pasado, los medios mexicanos informaron sobre la llegada al país de otro contingente de personal médico cubano, según un acuerdo firmado el año pasado entre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el régimen cubano para aumentar a 500 el número total de profesionales médicos cubanos en el país.
En enero, el Ministerio de Salud de Brasil anunció que reiniciaría el programa Mais Médicos, que en los cinco años previos a su terminación en 2019, empleó a cerca de 20.000 médicos cubanos. El presidente colombiano, Gustavo Petro, también ha anunciado un ambicioso programa de reforma de la salud que puede incluir la llegada de médicos cubanos al país.
La participación en estas misiones es una clara violación del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá y las propias leyes de estas naciones que prohíben el trabajo forzado. También es inconsistente con el compromiso de nuestra nación con las libertades fundamentales y los derechos humanos universales. Por ejemplo, las misiones médicas cubanas son una violación directa del artículo 23 del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, que exige “la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio”. Además, la constitución mexicana prohíbe explícitamente la explotación de personas a través de la “esclavitud”, la “explotación laboral” y los “trabajos o servicios forzados”. La importación continua de personal médico no remunerado de Cuba ignora flagrantemente estos estándares.
Dado el historial del Departamento de Estado de exponer las misiones médicas de Cuba en su informe anual TIP, le pedimos que amplíe significativamente los esfuerzos diplomáticos de EE. instrumentos de opresión del régimen cubano. Esto debería incluir compartir con los gobiernos de la región la misma evidencia que informa los hallazgos del Departamento con respecto a las misiones médicas cubanas en su informe anual TIP y, si es necesario, ejercer las autoridades pertinentes, que podrían incluirse bajo el programa de sanciones Global Magnitsky, para imponer sanciones. sobre funcionarios de gobiernos extranjeros responsables de apoyar la continuación de graves abusos contra los derechos humanos contra profesionales médicos cubanos. Le agradecemos su atención a este importante asunto.