La extradición de alias Otoniel a una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos se convirtió en el hecho judicial de la semana y de paso agitó la campaña presidencial. Tras la decisión del gobierno de Iván Duque de enviar al capo del narcotráfico a Norteamérica, pese a las trabas jurídicas de la defensa del narcotraficante, vino una escalada terrorista del Clan del Golfo.

Hasta la mañana de este viernes, 6 de mayo, más de 30 vehículos –entre particulares y de servicio público– han sido incinerados y más de 30 municipios remotos de Antioquia y Córdoba, donde opera esta banda criminal, están bajo la amenaza y zozobra.

El hecho puso a la izquierda y a la derecha en un contrapunteo, donde cada sector ideológico buscó responsabilizar al otro de la escalada terrorista.

Al respecto, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) se unió a las voces de rechazo contra el paro, y manifestó que debe caer todo el peso de la ley contra los responsables de los ataques armados que se han registrado en diferentes regiones.

La Andi señaló que estas intimidaciones y hechos delictivos, que solo en el sector transportador deja pérdidas por más de $13.000 millones y al menos 60 vehículos incinerados, son inaceptables y deben ser entendidas como una “vil agresión” contra las personas más necesitadas, teniendo en cuenta los lugares donde se desarrollan.

El presidente de la entidad, Bruce Mac Master, se refirió al hecho en su cuenta de Twitter: “Expresemos todos nuestro rechazo rotundo”.

El hecho también fue comentado por varios sectores del país. Gustavo Petro, por ejemplo, no ha sido esquivo a lo ocurrido en Córdoba y menos a escasos 23 días de la primera vuelta presidencial. “En este momento en Córdoba no se puede ir ni al Ubérrimo”, dijo el candidato, quien se refirió a la ubicación de la finca del expresidente Álvaro Uribe.

A renglón seguido, el candidato de izquierda lanzó una cascada de trinos en su cuenta de la red social Twitter, donde atacó al Gobierno y al expresidente Uribe. “La seguridad mafiosa ha fracasado. La política del crimen que extendieron por toda Colombia se derrumba. Hoy cierran emisoras que transmiten nuestras consignas, hoy no dejan salir al pueblo a las calles, hoy asesinan a nuestros líderes. El 29 de mayo será el día de la libertad”.

En otras palabras, Gustavo Petro quiso capitalizar políticamente la escalada terrorista del Clan del Golfo a su favor. “El Clan del Golfo es el hijo del paramilitarismo que se creó en el Urabá con las Convivir de Uribe. El clan hizo una propuesta de desmovilización que no fueron capaz de aceptar porque sabían que de ahí sale la verdad de la alianza de la política y del poder con el crimen”, manifestó.

Petro cree que se pueden desmantelar las bandas que hoy pululan por todo el territorio nacional y que el Gobierno actual, según él, ha empoderado. Se logra, de acuerdo con su versión, “si dejamos de construir la estrategia de seguridad como la idea de tener un enemigo interno en Colombia, mientras se abraza la gente del poder con el narco”.

Agrega que “las bandas pueden entrar a procesos de sometimiento colectivo a la justicia sobre la base de abrir amplias posibilidades productivas al agro, al campesino, a las juventudes urbanas”.

En otros mensajes, Petro manifestó: “Quería el uribismo sembrar terror al pueblo y lo ha logrado en el Caribe. Creyó que era el método para ganar sus elecciones. Hoy les pido a todas las familias caribeñas encerradas en sus casas que piensen su voto, que es la hora de derribar este régimen de corrupción”.

Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe, desde Twitter, también disparó contra Petro. “El señor… lo asesinaron porque abrió el negocito, ya que por falta de congelador tenía que vender unos pollos antes de que se dañarán. Ojo con el voto”, expresó.

Posteriormente, compartió un video de la quema de un vehículo de servicio público y escribió: “Enseñanzas de Petro y Santos”.

Congresistas del Centro Democrático y el Pacto Histórico también han aprovechado el escenario para sacarse los trapos al sol y atacarse entre ellos. Mientras tanto, las Fuerzas Militares avanzan en el plan que promete recuperar el orden en esta región del país.