El expresidente Álvaro Uribe encendió las alarmas en el departamento de Cundinamarca por cuenta de una información que recibió y compartió en sus redes sociales.
El exmandatario contó que la comunidad lo alertó sobre una situación que se presentó en el municipio de Cota (Cundinamarca) donde los fines de semana cientos de habitantes hacen deporte en sus bicicletas.
“Grupo de ciclistas aficionados fue atracado por encapuchados que portaban insignias del ELN. Al ver que no correspondían a una lista de nombres, los dejaron, pero les robaron las bicicletas y una camioneta que los acompañaba”, escribió Uribe en su cuenta en Twitter.
Pese a la gravedad de la información, la Gobernación de Cundinamarca ni la Policía del departamento se han referido a esta situación que está empezando a generar pánico por cuenta de la cantidad de personas que acostumbran hacer ejercicio por la sabana de Bogotá.
Además, no está claro si realmente son hombres del ELN o delincuencia común que se hace pasar por integrantes de esa guerrilla para sembrar temor y poder adelantar sus actos delictivos.
Aunque las autoridades no han aclarado esta situación, el ELN tiene frentes urbanos en la capital del país y en municipios aledaños que operan como milicias urbanas. Por esa razón, será clave la información que entreguen las autoridades de Cundinamarca para esclarecer lo ocurrido.
Sin embargo, para que las autoridades se pronuncien e investiguen debe existir una denuncia y, por ahora, no se ha hecho y no se tiene conocimiento sobre si se hará.
Lo cierto es que hace mes y medio la Policía reportó la captura de dos presuntos integrantes del Frente de Guerra Urbano del ELN conocidos con los alias de ‘Matías’ y ‘Andrés’, en una vía del municipio de Cota, en la sabana de Bogotá.
En la operación fueron incautadas cuatro pistolas calibre 9 mm, 8 proveedores y 15 cartuchos 9 mm que estaban ocultos y envueltos en papel vinipel en una caleta que había sido acondicionada en el aire acondicionado del carro donde se transportaban.
Al parecer, venían desde la frontera con Venezuela, específicamente del departamento de Arauca. Según las investigaciones de la Fiscalía, las armas, los 4.000 dólares y cerca de dos millones de pesos colombianos iban a ser entregados a una estructura de esa guerrilla que se ha estado rearmando en Tolima y el centro del país.
En ese momento, las autoridades indicaron que una de las pistolas encontradas a los capturados le fue hurtada al patrullero Jorge Alexander Riveros Patiño, adscrito a la Seccional de Investigación Criminal del Departamento de Policía de Boyacá, quien perdió la vida el 26 de octubre de 2015 en zona rural del municipio de Güicán (Boyacá), junto con 11 uniformados del Ejército Nacional de Colombia, momentos en que trasladaban material electoral.
Una fiscal imputó a los dos capturados los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones; y fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas. Los procesados no aceptaron cargos y deberán cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.