Los argumentos de la Procuraduría en la audiencia que define si precluye la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe por la supuesta manipulación de testigos, acompañaron la solicitud de la Fiscalía. Las coincidencias fueron básicas, pero determinantes, al punto de que el expresidente pidió dos horas para cerrar las intervenciones de todas las partes: Fiscalía, Procuraduría y víctimas.

El 10 de marzo el exmandatario tendrá la oportunidad de dirigirse a la juez 28 de conocimiento y dada la publicidad que ha tenido la audiencia, su exposición la conocerá todo el país. Se trata de un suceso particular, aunque no único, que un procesado pida la palabra previo a la decisión de precluir la investigación y que el juez abra espacio en la agenda para escucharlo.

Cuando el procurador Jorge Sanjuán completó su intervención, la juez anticipó las otras jornadas de diligencias apartadas para el abogado Jaime Granados, defensa del exmandatario. La juez aseguró, desde el inicio del proceso, que le dará el tiempo necesario a todas las partes, sin interrupción, para que expongan sus argumentos. El mismo espacio tendrá el abogado Granados con cuatro días reservados para su argumentación.

La intervención de la Procuraduría estuvo afectada por un “lenguaje no verbal”, dijo el delegado del Ministerio Público, mientras advertía la forma en que el senador Iván Cepeda se reía en medio de la exposición del funcionario y cuando insistía que las conductas endilgadas al expresidente Uribe gozan de atipicidad, es decir, que no corresponden a delito.

“Los servicios que requirió el expresidente Álvaro Uribe de Diego Cadena fue más de investigador que de abogado, para recolectar y constatar a la información que permite conocer en detalles las personas y verificar la información que le había llegado de voz del abogado Abelardo de la Espriella”, dijo el procurador.

El senador efectivamente se reía, no se sabe cuál era la razón, si tenía que ver con la exposición de la Procuraduría, algún evento en particular que le llamó la atención o un recuerdo curioso. El punto es que las risas salieron justo cuando la Procuraduría pidió la preclusión en favor del exmandatario.

“No se entienden las razones para no entregar el reloj en febrero de 2018 y esperar varios días para entregárselo a Deyanira Gómez, que es la que finalmente entrega en una USB y no en el contenedor original. La grabación si se hubiera entregado desde el 23 de febrero, el reloj hubiese sido incluido en una cadena de custodia con las técnicas que se requiere”, dijo la Procuraduría.

Hay dos versiones de Juan Guillermo Monsalve, que según la Procuraduría, dejan serias dudas. Por un lado se expuso que en los años de investigación las declaraciones advierten que quien buscó a Pardo para evitar su traslado a Valledupar fue el mismo Monsalve. En otra declaración aseguró que fue Enrique Pardo quien le dijo que tenía cómo llegar a la gente de Uribe.

“No se entienden las razones para no entregar el reloj en febrero de 2018 y esperar varios días para entregárselo a Deyanira Gómez, que es la que finalmente entrega en una USB y no en el contenedor original. La grabación, si se hubiera entregado desde el 23 de febrero, el reloj hubiese sido incluido en una cadena de custodia con las técnicas que se requiere”, dijo la Procuraduría.

Las fechas para continuar con la audiencia de preclusión ya están en el calendario. La próxima semana será la defensa del expresidente, un mes después el mismo Álvaro Uribe hablará y el balón quedará en manos de la juez para una decisión, en el sentido de precluir la investigación o continuar el juicio.