Finalizó el proceso de deportación de Fabio Ochoa a Colombia y uno de los grandes interrogantes que rodean su regreso es si tiene cuentas pendientes con la justicia en Colombia. El excapo del extinto Cartel de Medellín fue uno de los delincuentes más temidos en la década de los noventa.

Fuentes de la Dijín le confirmaron a SEMANA que Ochoa llegó sobre las 4:00 de la tarde a Colombia en un vuelo chárter que trajo al país más de 100 deportados y el cual fue financiado por la agencia ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos).

Apenas tocó suelo colombiano, el excapo de la mafia hizo su ingreso al país a través de la oficina de Migración Colombia, que después de verificar su identificación y antecedentes judiciales se percató de que no tiene ningún requerimiento judicial, por lo que quedó en libertad y con vía libre para continuar con un vuelo de conexión a las 8:00 p. m. hacia Medellín, en Antioquia, en donde estaría su familia, igual que el pasado de la guerra que protagonizó en la época de Pablo Escobar.

Migración Colombia manifestó en un comunicado: “Reafirma su compromiso con la aplicación de la normatividad migratoria, manteniendo la seguridad en el país”.

Fabio Ochoa permaneció en Estados Unidos desde el año 2001 y dos años más tarde fue condenado a estar tres décadas en prisión por el delito de narcotráfico. En la época de los noventa construyó, junto a los integrantes del Cartel de Medellín, uno de los emporios criminales más importantes y sangrientos que presenció Colombia.

El más joven de los Ochoa fue recapturado en 1999 tras una operación que estuvo liderada por la DEA y las autoridades de inteligencia colombiana, pero además de los vínculos que tuvo con el narcotráfico, también habría sido uno de los colaboradores de Escobar para participar en el asesinato de Barry Seal, un informante de la DEA.

Ochoa pasó sus últimos años en Estados Unidos, privado de la libertad en la prisión Jesup, ubicada en el estado de Georgia, donde estuvo trabajando en proyectos de energía renovables, según fuentes cercanas al excapo. En las últimas semanas, fue removido de centro penitenciario y llegó a la Federal Correctional Institution Milan, un espacio de mínima seguridad donde alistó su retorno a Colombia.

Hace cuatro años, otro integrante del Cartel de Medellín, Carlos Lehder, también cumplió su condena con la justicia norteamericana y salió para Berlín, en Alemania, a ser acogido por una organización sin ánimo de lucro que apoya a exconvictos. Lehder fue una de las piezas clave en el proceso contra el entonces presidente de Panamá, Manuel Noriega.

Carlos Lehder, de 74 años, reside en Fráncfort, Alemania. Según sus propias palabras, allí vive como un ciudadano “contrito, rehabilitado, obediente de las leyes y, por fin, libre”.