No tomó más de un par de horas para que la Alianza Verde, en reunión con la bancada parlamentaria y el Ejecutivo Nacional, decidiera sobre el rumbo que tomará ante la primera vuelta presidencial del 29 de mayo.
Se planeaba que entre hoy y mañana viernes se llevaran a cabo conversaciones exploratorias para tomar una determinación. Sin embargo, por unanimidad, se dejó en libertad a la militancia y podrán escoger entre los tres alternativos de la contienda.
La decisión de dejar a los militantes en libertad se tomó desde finales del año pasado. El auge de Petro, la implosión con Camilo Romero, las rencillas internas, la imperativa de la Coalición Centro Esperanza y la falta de fuerza de los precandidatos propios hizo que hasta se considerara una escisión.
Sin embargo, después de los claros resultados de las consultas y el satisfactorio crecimiento de la bancada en el Congreso, se convocó a felicitar a quienes obtuvieron las nuevas credenciales y de paso conocer las opiniones de los líderes frente a cómo moverse en primera vuelta.
Muchos estaban seguros de que Petro tenía el apoyo de la gran mayoría de los militantes y cabezas visibles. Sin embargo, el panorama cambió cuando Fajardo comenzó a convocar a miembros de la colectividad en su campaña y a asignar roles específicos para cada uno de ellos.
La otra opción es Rodolfo Hernández, que no es sorpresa por la simpatía de algunos miembros de la Alianza Verde y la relación de vieja data que tiene con el partido.
Sin incluir a Ingrid Betancourt, la reunión emitió esos tres nombres para que la militancia escogiera entre “alternativos”. Ahora inicia el pulso por recoger la mayor cantidad de apoyos de los más de 2 millones de votos que la colectividad tiene para ofrecer.
Fajardo, quien no es una cara nueva para el Verde, cuenta con especial simpatía del sector más moderado. Los mockusianos, muchos de ellos quemados en la pasada elección al Congreso, aún creen en la apuesta del desgastado líder de centro.
Por otro lado, cuenta con quienes pasaron del movimiento Compromiso Ciudadano hacia la Alianza Verde. Este sector, que incluye a figuras como Iván Marulanda, es liderado por la representante Catalina Ortiz, quien también se desempeña como su jefe de debate.
Carlos Amaya, exprecandidato que fue sorpresa en la consulta por su gran votación, era uno de los opcionados para ser fórmula de Fajardo. Al no ser designado, comenzó la campaña a favor de su compañero de coalición desairado y en supuesta búsqueda de otras opciones. Sin embargo, después de reuniones y asignación de roles, el exgobernador de Boyacá quedó felizmente vinculado como coordinador de juventudes y sector rural.
También cuentan los apoyos del siempre presente Martín Rivera, Juanita Goebertus, Mauricio Toro y Antonio Sanguino, entre otros. Un detalle que preocupa es que muchos están quemados y otros decidieron no aspirar a la reelección.
Está Angélica Lozano, quien cantó el voto a favor de Fajardo. A pesar de dar a conocer su apoyo, la senadora y su esposa, la alcaldesa Claudia López, están cada vez más lejos del exgobernador de Antioquia. El apoyo de la cuarta votación del partido al Senado se otorgó en medio de cuestionamientos e inconformidad en torno a la estrategia del candidato. No está de acuerdo y tampoco le gustó Luis Gilberto Murillo como fórmula.
Gustavo Petro, por su parte, gusta ampliamente en la colectividad y tiene la bendición del copresidente Carlos Ramón González. El también fundador del partido fue miembro del M-19 junto al ahora candidato a la Presidencia y la simpatía no se disimula.
Sin embargo, más que su influencia en la cúpula, se sabe que Petro mueve al Verde desde las bases. Siendo alternativos, fueron seducidos por la fuerte propuesta de cambio del senador y varios congresistas de la colectividad respondieron a ese llamado progresista.
Figuras como León Fredy Muñoz, Inti Asprilla y Fabián Díaz lideran la fracción que tomaría una decisión a favor de Petro. González, en conversación con SEMANA, dijo que el sentimiento sería el de la “gran mayoría” del partido.
Rodolfo Hernández, como opción para los Verdes, cae como sorpresa. El exalcalde de Bucaramanga, quien se lanzó por firmas y es fiel a su compromiso de no hacer alianzas con partidos políticos, es uno de los tres posibles candidatos planteados y el apoyo interno no es menor.
La senadora Angélica Lozano ha sido una fiel seguidora de Hernández como político alternativo. En 2015, cuando logró la Alcaldía, ella lo felicitó. Después, en medio de su administración, destacó los avances en la capital de Santander en términos de respeto a la diversidad sexual.
En 2018, cuando se votó la Consulta Anticorrupción, Hernández recibió a Claudia López e hizo campaña para que se votaran positivamente los siete puntos. En 2020, antes de lanzarse a la Presidencia, el ingeniero sostuvo una “maravillosa” conversación con Lozano en Bogotá.
La senadora celebró cuando se lanzó y el año pasado aseguró que Hernández iba a ser la sorpresa de este año. En el momento, tras la decisión de la Alianza Verde, invitó a Fajardo a tomarse un tinto con el exalcalde de Bucaramanga. Lo que Lozano pretende es una alianza en la que el centro pueda hacerle frente a Petro y Federico Gutiérrez, los dos principales candidatos.
Existen muchos militantes indecisos, pero de lo que sí están seguros es el necesario replanteamiento de la estrategia de Sergio Fajardo. La representante Katherine Miranda le dijo a este medio que admira al exgobernador de Antioquia, pero “no podemos ser inferiores al reto que nos está imponiendo la ciudadanía y el cambio se tiene que dar”.
La votación de Fajardo tampoco fue alentadora, lo cual no es fácil de tramitar en el partido. Ahora, asegurando que es el único que le puede ganar a Petro, pretende remontar en intención de voto. Mientras tanto, los demás alternativos buscan seducir a la dividida pero importante militancia de la colectividad.