En la investigación que conoció SEMANA con el detalle de una organización criminal conocida como La Agencia, que captaba migrantes irregulares de distintas nacionalidades para hacer tránsito en Colombia y ofrecer distintas formas de continuar su recorrido hacia los Estados Unidos, un hecho llamó la atención de los investigadores del CTI.
Varios migrantes que eran sorprendidos por las autoridades en su paso por Colombia se presentaban con documentos que los acreditaban como nacionales, a pesar de que ni siquiera hablaban español. Algunos incluso tenían cédulas que los convertían en ciudadanos indígenas y así transitaban por Maicao o Barranquilla, abordaban vuelos y no tenían problemas en el recorrido.
Un agente infiltrado de la Fiscalía en esta red criminal dedicada al tráfico de migrantes logró establecer cómo funcionaba el negocio de convertir un migrante ilegal en un colombiano más, un indígena con los derechos propios de la nacionalidad. Lo que estableció el agente infiltrado abrió nuevas líneas de investigación.
A través de WhatsApp, una mujer en el municipio de Maicao era la encargada de pedir los datos y fotos de los migrantes que esperaban convertirse en colombianos solo con pagar algunos millones de pesos. La mujer contactaba, de acuerdo con la investigación, a funcionarios corruptos en la Registraduría y Migración, y con los registros en estas entidades expedían los documentos con una nueva foto.
El mismo agente infiltrado pagó y consiguió, en cuestión de minutos, el documento que le otorgaba un estatus temporal para transitar sin problemas por el país, sin ser objeto de revisión de antecedentes, de órdenes de captura, sin siquiera tener los datos reales, solo se inventó un nombre, compartió la foto y obviamente pagó por el servicio.
“Las personas que salían por estas dos rutas eran esperadas en México y con la ayuda de un agente de migración de ese país, conocido con el alias de Mario, quedaban a disposición de los denominados coyotes que los movían irregularmente y los ponían en territorio estadounidense”, explicó la Fiscalía.
Lo que logró descubrir el agente infiltrado fue que los ofrecimientos de la red criminal no tenían límites, solo tarifas. Con pagar se hubiese convertido en un indígena colombiano, así se lo ofrecieron al asegurar que con los datos numéricos de los indígenas en La Guajira, era posible acceder al documento de identificación.
“Los elementos de prueba indican que La Agencia estaría involucrada en dos modalidades delictivas distintas de tráfico de migrantes. Un grupo sería el encargado de obtener documentos como certificaciones de estudio, historiales crediticios y títulos de propiedad de bienes inmuebles, con los cuales les creaban perfiles familiares y socioeconómicos falsos a nacionales y extranjeros que buscaban la expedición de visas”, explicó la Fiscalía una vez entregó detalles de los operativos.
En total fueron 24 las personas capturadas por integrar esta red criminal dedicada al tráfico de migrantes. Entre los detenidos y enviados a la cárcel está un funcionario de Migración Colombia que desde el municipio de Capurganá se encargaba de hacer los ofrecimientos ilegales.
También fueron detenidos funcionarios de la Armada Nacional y están en curso algunas investigaciones contra funcionarios de la Registraduría que estarían comprometidos en el entramado corrupto.