La familia Mahecha, tradicional de la ciudad de Bogotá, irá a juicio en Estados Unidos, en el marco de un proceso por una presunta estafa inmobiliaria en la ciudad de Miami. Carlos Mahecha y su esposa Anastasia Casas, con acciones en la sociedad propietaria de las clínicas La Colina y El Country, unas de las más reconocidas en la capital, tendrán que responder por la presunta malversación de 40 millones de dólares en el marco del proyecto hotelero Quarzo Bal Harbour.  "Hasta no hace mucho, Carlos Mahecha y su esposa Anastasia Casas eran reputados miembros de la sociedad bogotana. Sus hijos estudiaban en colegios bilingües y costosos, y poseían además carros de alta gama y propiedades en varios puntos del país, incluyendo un ‘penthouse‘ enorme en un edificio cerca del Parque de la 93, el cual fue remodelado hace poco. Pero su panorama es otro, tras haber promovido desde 2008 el fallido negocio del hotel boutique Quarzo Bal Harbour, en Miami, por el que deben más de US$40 millones a inversionistas que les creyeron”, informó ‘El Espectador‘, que dio a conocer el caso en febrero pasado.

Según se informó, muchas personas reconocidas en Colombia, desde excongresistas hasta militares retirados, así como empresarios, consignaron a la familia Mahecha millonarios montos que llegaron a los cerca de 40 millones de dólares entre todos, que tenían como fin la remodelación de tres torres de apartamentos en Bal Harbour (Miami) para convertirlos en un lujoso hotel cinco estrellas del cual todos se lucrarían mediante la renta o venta de los apartamentos. Uno de ellos funcionó y los demás nunca vieron la luz.  En 2018, la Corte de Quiebras del Distrito Sur de Florida la encargó el caso al abogado Drew Dillworth. El letrado pidió que la prestante familia bogotana, los referidos padres Mahecha y sus hijos Camilo y Felipe Mahecha, respondan por 18 cargos. El abogado expidió un documento de más de 100 páginas en el cual señaló que la familia Mahecha actuó de manera irresponsable con los fondos de los inversionistas en su hotel boutique.  "Los Mahecha Casas habrían recurrido a más de una estrategia para esquivar embargos. Entre esas, transferir plata de las cuentas corporativas a otras y así lo reveló Juan Arcila, socio de Mahecha, en 2018 durante un interrogatorio. Le preguntaron si en alguna oportunidad él o Carlos Elías Mahecha Díaz se preocuparon porque los recursos legales de los inversionistas terminaran en un embargo de sus cuentas bancarias, a lo que respondió “cien por ciento”. Le preguntaron si se sacó dinero de las cuentas de la compañía para que no fuera confiscado, y Arcila dijo: ‘Sí‘. Le preguntaron si el propósito era retrasar el esfuerzo de los acreedores por recuperar su dinero, y él contestó: ‘Correcto‘”, señaló el citado medio. 

El caso se convirtió en un complejo pleito inmobiliario en el cual muchos de los afectados han presentado recursos legales. Los inversionistas se percataron de los incumplimientos en el pago de dividendos y más de uno acudió a la corte de Miami a solicitar la ley de bancarrota para el megaproyecto. Patricia Vélez, de la firma de abogados que representa a Carlos Mahecha, le dijo en 2018 a varios medios que el proyecto seguía en pie. “Carlos Mahecha no está vinculado como demandado en ningún proceso en Estados Unidos, pero el proyecto sí es objeto de un procedimiento de Capítulo 11”, aseguró.  Ahora, la Cancillería colombiana recibió el expediente por parte de las autoridades de Estados Unidos y están a la espera de saber qué pasará con la covid-19 para continuar con los procesos. "A su socio, el también colombiano Juan Guillermo Arcila, le leerán la sentencia en la primera semana de julio. Mahecha y él eran socios desde antes de que Quarzo Bal Harbour se llamara así, y crearon empresas como Synergy Investment & Development Group, D’Acqua Partners, Brizza Development o Luna —que fracasó igualmente—. En Quarzo Bal Harbour, los propios Mahecha Casas invirtieron cerca de US$3 millones, aseguró Juan Arcila en una extensa declaración que dio en mayo de 2018, la cual duró siete horas y cuarenta minutos y quedó plasmada en un documento de 311 páginas”, indicó ‘El Espectador‘. Se espera que la familia bogotana sea notificada del juicio civil una vez haya avances por cuenta del coronavirus y los juzgados se reactiven. 

María Fernanda Guerra, una de las afectadas por el proyecto inmobiliario, dijo que hubo mala fe por parte de la familia porque, sostuvo, se dio una vida de lujo con el dinero de los inversionistas. “Le di el dinero del apartamento que acababa de vender, le dije que ahí estaba la educación de mis hijos, y él es un embaucador. Yo le dije que lo iba a demandar y tanto él como Arcila me daban mil dólares y me decían que ya casi, que ya casi, y yo les creí y fui esperando. Hasta que los demandé y la demanda la gané. En Estados Unidos hicieron ventas ficticias y la plata ya estaba requeteenredada. Hay gente que logró recuperar dinero, pero la mayoría no. 150 personas o quizá más fueron estafadas por este embaucador”.