El caso del fallecido Jorge Enrique Pizano, quien fue el controller de la Ruta del Sol, da un giro inesperado. La familia decidió publicar un comunicado y aunque el texto no es muy explícito se entiende que cuestionan la forma como el debate se ha enfocado contra el fiscal general Néstor Humberto Martínez. Tras la muerte de Pizano –hace apenas poco más de una semana– se conoció la entrevista póstuma que él le dio a Noticias Uno y los audios de sus conversaciones con el entonces abogado Néstor Humberto Martínez, advirtiendole sobre las graves irregularidades que se estaban dando en la mega obra vial Ruta del Sol, ejecutada por Odebrecht como accionista mayoritario del consorcio y con Corficolombiana, del industrial Sarmiento Angulo, como socio menor. La onda expansiva de las revelaciones póstumas de Pizano pusieron contra las cuerdas al fiscal general Martínez, a quien se le cuestiona haber conocido el trasfondo del asunto desde 2015 y no haberse declarado impedido para investigar las coimas del escándalo Odebrecht en Colombia. Incluso, varias voces ahora piden, ya no el nombramiento de un fiscal especial para el tema, sino la renuncia del fiscal general. Es por eso que resulta cuando menos sorprendente que la familia de Pizano le de un espaldarazo aunque el nombre de Martínez Neira no aparezca expresamente en el comunicado. La familia asegura que Pizano al hacer las grabaciones secretas y entregarlas bajo la condición de que solo podrían ser divulgadas si moría: "jamás tuvo el objetivo de encontrar en el momento de su publicación el detrimento de un servidor público, lo cual es una desviación del problema real". Como el único funcionario al que le han llovido las críticas es al que ejerce el cargo de Fiscal General, tácitamente se comprende que la familia se refiere a Martínez Neira. Y el mismo comunicado, en su última línea dice: "Adicionalmente, manifestamos nuestra confianza en la investigación que adelanta la Fiscalía". En el comunicado la familia busca desvirtuar versiones según las cuales estarían enfrentadas al fiscal general Néstor Humberto Martinez. La semana anterior, la familia Pizano tuvo un extenso diálogo con esta revista. Allí explicaron las difíciles circustancias por las que afrontaba Jorge Enrique Pizano, al punto una de las opciones que estaba considerando era la del suicidio. Sin embargo, Medicina Legal estableció que la razón de su fallecimiento fue la de un ataque cardicaco. "Estaba supremamente deprimido, triste, derrotado (...) No encontraba trabajo, buena parte de sus amigos lo habían abandonado y sentía miedo, pensaba que en cualquier momento algo le podía pasar o que la Fiscalía lo iba a detener”, le dijo la familia a Semana. Al quedarse sin trabajo a los 55 años, la situación económica de la familia se vio apretada. Por ello, decidieron irse a vivir a su finca en Subachoque, mientras terminaban de remodelar un pequeño apartamento que habían comprado en Bogotá. En las últimas semanas el ánimo de Pizano papá empezó a decaer. El 19 de septiembre llamó desconsolado a su hija María Carolina a España. Ella cuenta que “nunca lo había visto así. Lloró, me habló de sus angustias, de lo solo y frustrado que estaba… Le dije: si quieres, me voy ya. Después se calmó, me dijo que siguiera adelante y, al final, me dio esta frase: ‘Vencer los miedos, nunca desfallecer’. Toda la familia empezó a prestarle más atención”. Pizano, en medio de la batalla que asumió al enfrentar al gigante de Odebrecht mientras paralelamente luchaba por su vida con un linfoma, encontró en su hijo Alejandro un aliado incondicional, quien al parecer se había convertido en su confidente. Luego de que falleciera, fue Alejandro quien decidió tomar las riendas en el caso de corrupción. Como cuenta la columnista de SEMANA en "Los correos secretos que Pizano le entregó a María Jimena Duzán" después de que murió Pizano, "de repente vi que por el chat me había contactado Alejandro, su hijo menor que vivía en Barcelona. No lo conocía, pero Pizano me había hablado con gran orgullo de él porque le había ayudado en este trance con su templanza. Le di mi sentido pésame y esto me respondió 24 horas antes de morir envenenado: ‘Hay que sacar la historia que deprimió a mi papá hasta llevarlo a esta situación. Siento un dolor muy grande, por todo lo que él hizo y fue mi papá. Y porque es mi deber que las cosas sean como son”. Sin embargo, el domingo, al día siguiente del sepelio de Pizano, la familia se fue para la finca en Subachoque. Llegaron sobre la 1:30 de la tarde. Los hijos fueron al cuarto y al estudio. Alejandro se puso el reloj de su padre y los tenis que le habían regalado. Empezaron a ayudar a ordenar las cosas de él. Y, de un momento a otro, tomó una botella de agua con sabor a limón que estaba sobre el escritorio, entre el teclado y la pantalla. Estaba empezada, como si alguien hubiera tomado uno o dos sorbos. “Qué cosa tan asquerosa”, dijo, tras beber. Sus hermanas lo miraron, pero no sospecharon nada. Un par de minutos después, Alejandro empezó a sentirse mal, se puso pálido y empezó a gritar, “¿Qué me tomé? ¿Qué me tomé?”, mientras bajaba la escalera. Al llegar a la cocina, donde estaba su esposa preparando el almuerzo para todos, cayó al suelo y comenzó a convulsionar; le salía espuma por la boca. Pocas horas después, falleció. La razón: ingesta de cianuro. Y la Fiscalía no descartó que pudiera tratarse de un homicidio. Sin embargo, al hacer una inspección el pasado sábado en la casa la propia fiscalía halló un tarro con un kilo de cianuro que estaba oculto en el baño auxiliar tras un minicomponente. Y el hallazgo es un fuerte indicio de que la bebida que tomó Pizano hijo pudo ser un bebidizo que habría preparado su padre cuando consideraba la idea del suicidio, obviamente antes de hallar la muerte por una súbita falla cardiaca. En el comunicado, Inés Elvira Ponce de León, esposa de Pizano y madre de Alejandro (precisamente quien murió 3 días después que su padre Jorge Enrique); Juanita y María Carolina (hijas de Jorge Enrique y hermanas de Alejandro) solicitan que todo lo que han vivido sea excluido de ser utilizado para hacer política, exigiendo además que todas las grabaciones sean dadas a conocer. Al respecto, caba anotar que Noticias Uno presentó en su emisión los apartes más relevantes al mismo tiempo puso en su sitio web la totalidad del material, y que el debate que se desencadenó no ha girado sobre los informes del noticieron sino sobre las implicaciones de la trascendental información que obtuvo y reveló en exclusiva honrando las condiciones del embargo en que Pizano les confió todo. En contexto: La tragedia de la familia Pizano La familia de Pizano y la del hoy fiscal general Martínez han sido muy cercanas desde hace más de 30 años pues sus hijos fueron compañeros de colegio. Aunque a raíz de la situación de Odebrecht, los dos se distanciaron, la esposa e hijas de Pizano aseguran en privado –y tácitamente en su comunicado– que la discusión sobre la responsabilidad del fiscal está desviando la investigación de lo que realmente quería su padre develar. La familia no quiere que la información brindada por Pizano sea modificada para fines propios, pues señalan que así como él lo hizo en vida, ellas también confían en el fiscal. También porque, según las familiares, el padre y esposo entregó esa infromación con el fin de esclarecer la verdad. Este es el comunicado completo: Inés Elvira Ponce de León, junto a sus hijas Juanita y Maria Carolina, se permiten comunicar lo siguiente: Reiterando la petición en la que se buscó excluir la situación de nuestra familia de la política, consideramos que las modificaciones con las que las grabaciones han sido presentadas a la luz pública, además de poder ser considerado inmoral, no siguen los deseos de Jorge Enrique. Lo anterior debido a que la realización de tales documentos tenía el único fin de esclarecer un oscuro capitulo de corrupción del que sufre país, por medio de la juiciosa investigación que él consideró una obligación moral más allá de su trabajo profesional. Por el contrario, jamás tuvo el objetivo de encontrar en el momento de su publicación el detrimento de un servidor público, lo cual es una desviación del problema real. Es por esto que reiteramos que nuestra situación no sea utilizada para hacer política y exigimos que las grabaciones sean publicadas en su totalidad, siguiendo como parámetro único y total la verdad. Adicionalmente, manifestamos nuestra confianza en la investigación que adelanta la Fiscalía. En video: La línea del tiempo del escándalo por los audios de Jorge Enrique Pizano y el Fiscal