Una familia de la ciudad de Bogotá se encuentra desesperada desde el pasado lunes, 30 de septiembre, día en el que le perdieron el rastro a sus seres queridos identificados como Jenny Milena Buitrago Castiblanco, de 31 años y quien trabaja en oficina, y su esposo Juan Diego Orjuela, de 27, empleado de un concesionario, así como su tío Víctor Hugo Morales.
Han sido constantes los llamados que han hecho para poder saber qué les pasó, pero hasta el momento, cuatro días después, no han logrado obtener ni una sola pista, lo que los mantiene intranquilos ante la posibilidad de que algo malo les hubiera pasado.
Según han explicado sus seres queridos, la pareja y su tío salieron de la vivienda para llevar a su hija hasta el colegio. Posteriormente, se fueron hacia el barrio Galán, donde le informaron a la mamá de Juan Diego que se desplazarían hasta el sector de San Andresito de San José para, al parecer, cerrar un negocio; desde ese momento no saben nada más de ellos.
Los tres iban en una camioneta Renault Captur modelo 2020, de colores plata con negro y su matrícula es del municipio de Funza, Cundinamarca.
Pasaban las horas y no se tenía noticias de ninguna de las tres personas, por lo que lo primero que hicieron fue llamarlos a sus celulares para intentar ubicarlos. Sin embargo, para su extrañeza, todos los teléfonos móviles ingresan a buzón de voz, es decir, están apagados, una situación que les aumenta la preocupación.
Tras horas y horas de desesperación, se acercaron hasta las autoridades para interponer la respectiva denuncia por desaparición, pero allí en un principio les informaron que tenían que esperar 72 horas desde la última vez que los vieron, plazo que finalmente se cumplió el pasado jueves.
En medio de sus intentos por ubicarlos, la familia encontró un teléfono del trabajo que le había sido asignado a Juan Diego, el cual apareció en el barrio 7 de Agosto, hasta donde se desplazaron para recogerlo.
Mercedes Buitrago, madre de Jenny, habló con RCN Radio y confirmó que ya interpuso la respectiva denuncia en la Fiscalía General de la Nación, ente al que también le entregaron el teléfono que pertenecía al hombre y que fue encontrado en el mencionado sector de la capital del país.
La mujer reveló que su hija y el marido hace poco cerraron un negocio, vendieron un terreno en el municipio de Samacá, en Boyacá, por un precio de 85 millones de pesos colombianos, pero se desconoce si esto tiene alguna relación con la extraña desaparición de estas tres personas.
Su familia, con ayuda de las autoridades, intenta ubicarlas lo más rápido posible y no pierden la esperanza de que se encuentren bien. Por ello, hacen un llamado a los bogotanos para que les ayuden en esta tarea que se está convirtiendo en una de las más difíciles de toda su vida.