363 millones de pesos de indemnización, eso es lo que piden los familiares de la ciudadana chilena Ilse Amory Ojeda González, quien llegó a Colombia en mayo de 2019 para seguir la relación sentimental que había iniciado en su país con Juan Guillermo Valderrama. Lo que inició como un cuento de hadas rápidamente se convirtió en una pesadilla por el temperamento violento de Valderrama, su constante manipulación y explotación económica.
La sargento en retiro había conocido a Valderrama en una fiesta de Carabineros donde él trabajaba como mesero. Pocas semanas después iniciaron una relación sentimental y, motivada por lo que él le prometía, decidió viajar a Colombia. En Bucaramanga, de donde era oriundo el joven, vivieron algunos meses como pareja.
Pocos meses después, ya cansada de sus constantes cambios de humor y una quiebra económica por los caprichos de su entonces amado, Ilse le manifestó a sus familiares el deseo de regresar a Chile porque, según ella, “lo había perdido todo”. Después de este mensaje no se volvió a conocer de su paradero.
El rostro de Valderrama se hizo conocido puesto que aparecía en las noticias pidiendo información por el paradero de su pareja, asegurando que había sido secuestrada. Posando con un cartel y frente a las cámaras de televisión le pedía a sus captores que le respetaran la vida.
Sin embargo, la incongruencia de su relato y las denuncias que hacían desde Chile los familiares de la mujer, lo convirtieron en el principal sospechoso de la desaparición. Pese a que lo negaba, un video de una cámara de seguridad de un peaje en la vía entre Bucaramanga y Rionegro (Santander) lo vinculó directamente con el caso.
En la primera grabación, registrada a las 11:35 de la mañana del 31 de marzo de 2019, aparecía Valderrama manejando un vehículo y en el puesto de copiloto se encontraba Ilsa Amory. A la 1:20 de la tarde aparece el mismo vehículo, pero solamente con Valderrama. Casi una hora después, a las 2:10 de la tarde, se registra el mismo vehículo conducido por Valderrama. A las 3:08 de la tarde el rostro de Valderrama es registrado nuevamente por las cámaras, nuevamente manejando solo el vehículo particular.
En el desarrollo de la búsqueda los investigadores recibieron la llamada de un jornalero de la región quien aseguró que el hombre que aparecía en los medios de comunicación era el mismo que días antes le había pagado para que incinerara y enterrara el cadáver de una vaca.
El hombre dio la ubicación exacta del lugar donde él había enterrado lo que creía que era un animal. Tras hacer la verificación y el registro de la zona los agentes de la Fiscalía y la Policía encontraron la bolsa con huesos. Una verificación de la carta dental y otros rasgos permitieron identificar plenamente a la mujer.
Por estos hechos Valderrama fue capturado y, pese a que al principio se declaró inocente, a los pocos meses reconoció su responsabilidad mediante la firma de un preacuerdo con la Fiscalía General. Esto le representó una rebaja en su condena la cual quedó establecida en 36 años, seis meses y 20 días de prisión por los delitos de feminicidio agravado y desaparición forzada.
En el fallo se le impuso una multa cercana a los dos mil millones de pesos para indemnizar a las víctimas reconocidas, entre ellas, los familiares de Ilse Amory.
La indemnización
Este viernes 3 de diciembre se adelantó en Bucaramanga una audiencia de conciliación para finiquitar el monto de la indemnización por los daños materiales y morales causados. En la diligencia las dos partes no llegaron a ningún acuerdo, hecho por el cual quedó reprogramada para el próximo 3 de mayo.
La defensa de Valderrama, aduciendo que su cliente no cuenta con los recursos económicos, puso de presente una oferta que solamente incluye un pedido de perdón público y ningún pago de indemnización, oferta que fue rechazada tajantemente por los familiares de Ojeda que piden que al menos pague lo que le robó.
En su concepto, las disculpas de Valderrama no serían sinceras puesto que desde el principio demostró que es un “mentiroso y manipulador”. Consideran que lo único que hizo fue explotar económicamente a su hermana para que le compraba vehículos, ropa y viajes, por lo que, con la petición de la indemnización, esperan recuperar todo este dinero.
La petición de la familia Ojeda está dirigida a reparar los daños causados a sus dos padres, sus hermanos, y otros tres familiares.