Ismael Darío Lopera Tangarife, alias ‘Manolo’, es el sinónimo del horror. Hace ya más de tres meses el país conoció el caso de este hombre de 53 años, del que nadie se explica cómo podía trabajar en un jardín infantil. Era el encargado del manejo de los alimentos y habría terminado siendo el verdugo de nueve menores que, según los cargos en su contra, fueron víctimas de abusos sexuales, cifra que crecería, pues en total se investigan 29 hechos. Los padres de los niños consideran que en este caso hubo complicidad de las profesoras que hicieron caso omiso a las denuncias de los niños y trataron de ocultar el hecho. Por eso hoy reclaman justicia.
Por este motivo, con la rabia y el dolor que solo pueden expresar la mamá y o el papá de un niño que ha sido víctima de un depredador de este tipo, que según señalan, habría sido cobijado por la complicidad de otras personas del jardín Pequeños Exploradores, advirtieron que “sentimos decepción del sistema penal colombiano, pues otorga garantías para los agresores y cómplices, pero dejan de lado el dolor y el sufrimiento de los niños que seguimos padeciendo cada familia”.
“Si bien es cierto que el señor Ismael Darío Lopera Tangarife se encuentra en detención intramural como debe ser, las profesoras, que fueron cómplices, están siendo exoneradas de toda acción penal. Los niños, con claridad y así lo dejan claros sus testimonios, señalan que la docente Trinidad Celia Flórez López, y otras dos profesoras de quienes solo conocemos los nombres de Falconeri y Luz, hacían caso omiso a los abusos sexuales que les contaban algunos menores. La obligación era dar aviso a las autoridades, nunca lo hicieron, y esa complicidad no ha sido debidamente investigada”, señala un vehemente comunicado publicado por familiares de niños que habrían sido víctimas de alias ‘Manolo’.
Aunque la justicia no ha emitido ninguna orden o investigación contra el cuerpo docente del ya cerrado jardín Pequeños Exploradores, los familiares insisten en que la investigación se ha quedado corta y se atreven a dar nombres de quienes consideran responsables, por complicidad, de los aberrantes hechos.
Pero además las señalan por presuntos hechos de maltrato que fueron contando los menores cuando se conoció el caso de ‘Manolo’. “Muchos de nuestros hijos sufrían maltrato por parte de estas funcionarias: los encerraban en un cuarto oscuro, método utilizado a lo largo de la historia como técnica de tortura, y no precisamente en niños de entre 3 y 5 años”.
Y agregan que “a nosotros, como padres, nos enseñaban a ‘proteger’ a nuestros hijos, sin saber que de parte de las docentes, junto con alias ‘Manolo’, venían los maltratos y abusos sexuales. Esto es doble moral, de cuidadoras a verdugos. Son mamás, abuelas y supuestas custodias de los niños. El corazón de estas señoras es igual o incluso peor que el del tipo que abusó de nuestros bebés”.
Pero los reclamos de los molestos padres de familia van más allá. “Exigimos que el operador Coomulsap no siga funcionando en la coordinación de menores, pues es claro que no sabe hacerlo. Falló al contratar el personal delegado, falló con la administración de las instalaciones. Ellos no manejan mercancía, sino niños, y erraron, tal vez con intención, al no activar rutas inmediatas para todas las familias, para que se diera la verificación de lo que estaba ocurriendo. Por el contrario, pretendieron callar a la mamá que fue hasta su despacho a obtener respuestas y encararlos”, advierten en el comunicado.
Sobre este caso, SEMANA obtuvo el escrito de acusación. La cifra de niños abusados se eleva a nueve y la entidad advierte que se investigan otros 29 casos.
El documento resulta escalofriante con respecto al relato de los hechos, contado por los niños víctimas de los abusos. La Fiscalía incluyó los nombres de los menores en el escrito de acusación y de qué manera fueron víctimas de abuso. Cada párrafo se convierte en un terrible relato que resulta casi imposible de explicar y del que surge una compleja duda: ¿cómo, niños entre uno y cinco años de edad, terminaron en las garras de un supuesto abusador y por tanto tiempo?
“Cuando la profesora las castigaba a ella y a su hermanita, las dejaba solas en un cuarto del tercer piso y Maelo (’Manolo’) se les acercaba y les tocaba senos, nalgas, vagina, y les metía la mano por debajo de la ropa”, se describe de forma terrible en el escrito de acusación.
Lo que no incluye el documento de la Fiscalía es el angustioso llamado que hacen las familias de los niños: ¿qué pasó con las otras personas que debieron ser vinculadas por omisión? La respuesta no está en el escrito de acusación, ni siquiera un intento por resolver esa duda. El documento que elaboró el fiscal del caso para llevar a juicio a alias ‘Manolo’ solo se remite a los hechos que justamente tienen a este hombre de 53 años en la cárcel.
La acusación de 26 páginas incluye un relato de los hechos ocurridos en el jardín infantil Pequeños Exploradores, ubicado en el barrio Santa Cruz, de la Comuna 2 en la ciudad de Medellín. El documento explica cómo los padres de familia empezaron a tener algunas sospechas de que algo estaba ocurriendo con los niños y cómo ellos, sin hablar, empezaron a revelar las aberraciones que vivían en ese jardín.