De manera sorpresiva y horas después de que los países garantes pidieron acciones para desescalar el conflicto, el vocero de las FARC, 'Iván Márquez', anunció que esa guerrilla hará un cese de hostilidades unilateral que tendrá una duración de un mes, desde el próximo 20 de julio. En el comunicado leído se señala: "Recogiendo el espíritu del llamado de los garantes del proceso, Cuba y Noruega, y de los acompañantes del mismo, Venezuela y Chile, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes", dijo a la prensa el jefe negociador de las FARC. El martes estos cuatro países hicieron un llamado a las partes a un "desescalamiento urgente" del conflicto armado, que recrudeció en las últimas semanas con decenas de bajas en ambos bandos y daños a la infraestructura y el medio ambiente. "Buscamos con ello (con el cese al fuego unilateral) generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo", agregó Márquez. La noticia se conoce minutos después de que miembros Ejército confirmaron que el subteniente Cristian Moscoso Rivera, que desapareció este martes en Putumayo, está en manos de las FARC. Para nadie es un secreto que el proceso de paz no transita por su mejor momento. Pese a que durante varios meses ambas partes mostraron voluntad para desescalar el conflicto en el país, el ataque de las FARC en el que murieron 11 militares, y el bombardeo en Cauca que dejó 26 guerrilleros muertos, elevaron el número de las confrontaciones armadas y con ello llegó una de las etapas más cuestionadas de la negociación. De acuerdo con el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), junio fue el mes más violento desde cuando iniciaron los diálogos. Se presentaron cerca de 83 acciones armadas atribuidas a esa organización guerrillera. El informe sostiene que desde cuando el 22 de mayo la organización guerrillera anunció el cese unilateral del fuego que inició en diciembre, sus acciones se concentraron contra las infraestructuras económica y energética y también contra la fuerza pública del país. Cinco fueron los departamentos más golpeados: Cauca, Nariño, Putumayo, Antioquia y Norte de Santander. En cuanto a víctimas, según los números del centro de estudio, los guerrilleros causaron la muerte en junio a dos civiles, nueve policías y cinco militares. Hace algunos días, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador, advirtió en entrevista con Juan Gossaín que "hay una presión de las FARC para buscar un cese bilateral del fuego. Esa es su prioridad. Nosotros hemos dicho: cese del fuego bilateral y definitivo, pero no sólo del fuego, sino también de las hostilidades, la extorsión el narcotráfico. Eso sí: en condiciones de seriedad y de verificación". En ese sentido, les dijo a las FARC: "Si lo que están buscando con estos atentados es un cese del fuego mal hecho –como en el juego infantil llamado “estatua”-, en que el otro tiene que quedarse quieto, no vamos a hacerlo. No habrá cese del fuego estatua. Entre otras cosas porque aquí hay otras fuentes de violencia, distintas a las FARC, y no podemos decirle a la fuerza pública que se esté quieta. Si quieren un cese del fuego, el Gobierno está dispuesto a anticiparlo, para lo cual son fundamentales las zonas de concentración. Ese es el camino". Una reciente experiencia Aunque algunos sectores manifiestron que en realidad esta nunca se cumplió y que el levantamiento no traerá grandes cambios, un balance presentado por la Fundación Paz y Reconciliación dista de estas afirmaciones y plantea que la intensidad de las confrontaciones se redujo cerca del 90 %. De acuerdo con el balance, el país evitó 15.000 víctimas del conflicto armado entre el 2014 y los meses que duró la tregua en el 2015. “Si comparamos los muertos y heridos de la fuerza pública del 2013 con los del año pasado podemos ver que la cifra disminuyó en mil miembros de las Fuerzas Militares y de Policía afectados en su integridad física o muertos. También hubo 14.000 desplazados menos en la población civil”, dice el documento. Las cifras hablan por sí solas. En cinco meses de tregua se dieron 91 acciones armadas. De ellas, 12 fueron violatorias de la tregua unilateral y las restantes 79, iniciativas de la fuerza pública. Entre combates (32), operación militar (25), capturas (15), campo minados (11), hostigamientos (7), ataques con artefactos explosivos (6), bombardeos (5), ataques a bien particular (3), emboscadas (2), panfletos (2), desactivación de carga explosiva (1), desembarco de tropas del Ejército (1), fuego amigo (1), imposición de toque de queda (1) y secuestro (1). En ese sentido, aunque se redujo drásticamente la intensidad de las confrontaciones, el Ejército continuó operando. Es decir, con este balance se derrumbarían las versiones que señalan que se habría pactado un cese bilateral por debajo de la mesa (Ver todo el informe).