La situación del general Rubén Darío Alzate tuvo un giro frenético en los últimos segundos. Tras la declaración del jefe guerrillero 'Pastor Alape', en La Habana, en el sentido de que la cúpula de este movimiento armado aún no tenía confirmado el plagio del oficial, se conoció a través de la página de los diálogos de paz de las FARC y dos trinos en su perfil de Twitter una comunicación del Bloque Iván Ríos en el sentido de que ellos sí lo tienen.Y aseguran que le respetarán su integridad física, aunque, eso sí, dicen que hasta donde lo permita “la ira estatal”. En otras palabras, esto significa que las FARC le pasan ahora la responsabilidad al Ejército Nacional que tiene un vasto operativo en Chocó en el que participan más de 2.000 hombres con varios helicópteros artillados.Las FARC dicen que el domingo 16 de noviembre, a eso de las 3:00 p. m., unidades guerrilleras pertenecientes al bloque 'Iván Ríos', “en ejercicio de sus tareas de seguridad”, interceptaron, en uno de los retenes móviles que mantienen a orillas del río Atrato, el bote en que se trasladaba el brigadier general del Ejército Nacional en servicio activo Rubén Darío Alzate Mora, comandante de la denominada Fuerza de Tarea Conjunta Titán que opera en esta zona del país.Agrega el comunicado de esta organización insurgente que en compañía del general Alzate viajaban el cabo segundo del Ejército Jorge Contreras Rodríguez y la señora Gloria Urrego, abogada al servicio de la mencionada unidad militar. “Una vez identificados plenamente, pese a vestir ropas civiles, los tres fueron capturados por nuestras unidades, en razón a que se trata de personal militar enemigo, que se mueve en ejercicio de sus funciones, en área de operaciones de guerra”.Asegura que más si se tiene en cuenta la responsabilidad que ocupa el general Alzate en el Ejército Nacional, como cabeza de una Fuerza de Tarea Conjunta, “estructura diseñada por los mandos militares del Pentágono para la guerra frontal contra el pueblo de Colombia y su insurgencia armada. Son grandes las cuentas pendientes del general Alzate con la justicia popular. Seguramente su caso amerita un detenido examen en el que habrá que balancear muchas cosas”.Según este comunicado, “todos los días, en distintos lugares del país o el exterior, el presidente Santos reitera la orden de arreciar con todo el poder del Estado contra las FARC-EP. Y eso pese a las conversaciones de paz que se adelantan en La Habana. Su ministro de Defensa bufa una y otra vez sobre lo cerca que están de caer las cabezas de los mandos guerrilleros, asegurando que quienes salen a dialogar en la Mesa de Conversaciones lo hacen para huir de la muerte inminente”.La guerrilla dice que “buscamos la paz porque hay un conflicto armado, reconocido legal y políticamente por el actual gobierno. La soberbia de la oligarquía la lleva a pensar que incluso en medio del proceso de paz, posee el derecho de matar y despedazar colombianos, de aterrorizarlos y aplastarlos, sin que estos tengan el menor derecho a responder a sus violencias. Sin cese bilateral de fuego, las que el presidente llama reglas del juego no pueden operar sólo para las fuerzas del Estado”.Añade que “respetamos la vida e integridad física y moral de nuestros prisioneros y estamos plenamente dispuestos a garantizarlo hasta donde nos sea permitido por la ira estatal. Las cárceles del país están hacinadas de prisioneras y prisioneros políticos y de guerra. La solución a los grandes males que padece nuestra patria tiene que ser la del diálogo, siempre hemos estado dispuestos a ello. Sin imposiciones, respetando la condición política y personal de los adversarios”.El bloque 'Iván Ríos' dice finalmente que las cosas pueden tener una solución si la cúpula de la organización en La Habana lo decide: “No está de más advertir que estamos subordinados a las decisiones que adopten las instancias superiores de las FARC-EP”.