"Con un partido de fútbol, un mural y un sancocho por la memoria" la Farc anunciaron que conmemorarán en el salón comunal Luis A Morales en Bogotá los ocho años de la muerte del Mono Jojoy. Ese día, el antiguo líder de ese grupo subversivo fue dado de baja en el 2010 durante la Operación Sodoma. A pesar que la invitación ha hecho carrera en las redes sociales del partido y algunos de sus militantes que como Timochenko han compartido la imagen, el evento no cayó nada bien entre muchos colombianos que no aceptan que se rinda un homenaje a un hombre cruel e inhumano que ante las cámaras de televisión apareció en más de una ocasión pasando revista a unos secuestrados que mantenían encerrados las Farc como animales, enjaulados en un cerco de madera y alambre de púas. Le recomendamos: Las heridas que revivieron con el homenaje a la tumba del Mono Jojoy Por sus obras, más que por sus palabras, el Mono Jojoy fue considerado uno de los hombres más temidos durante décadas. De ahí que muchos vean el homenaje como un acto "políticamente" torpe que enreda aún más los esfuerzos por conquistar a la opinión. La imagen de las Farc cede a regaña dientes en las encuentas a pesar que la dejación de armas culminó satisfatoriamente y este tipo de actos no hacen más que irritar las heridas que aún no cicatrizan de la violencia. Sus figuras más visibles están asociados a crímenes muy graves y los miembros de la Farc todavía no aceptan esta realidad. Tal como expresó en su momento Timochenko, muchos de ellos creen que su mala fama es una leyenda construida por los medios de comunicación y no el fruto de sus propios errores. "Aunque se montó que mi padre era un monstruo, esto no es cierto, era una gran persona con muchos valores", respondió Jorge Suárez, o Chepe, su hijo este jueves en una entrevista con la W radio. El Mono Jojoy fue una de las figuras más influyentes de las Farc. Su control en el oriente colombiano y la falta de límites en sus métodos violentos, formaron su identidad como un "símbolo del terror en el país". Matarlo para que dejara de matar fue para muchos una consigna que sintetizó el camino que debía seguir el Estado. Y a esa meta le apostaron muchos esfuerzos las autoridades. Puede ver: Quién era el ‘Mono Jojoy‘ Primero, se trató de una lenta, ardua y peligrosísima labor de infiltración en sus filas, liderada por la Policía, que llevó a que la inteligencia conociera sus sentimientos, miedos, enfermedades, gustos, hábitos y la gente más cercana. Al final, la minuciosa labor llevó a que el 22 de septiembre de 2010 se lanzara una de las operaciones militares mejor coordinadas: una lluvia de bombas destruyó el campamento. La Farc proponen este homenaje en medio de un díficil tránsito hacia la vida civil y la política. Los incidentes alrededor de la campaña presidencial de Timochenko y sus candidatos al Congreso, se convirtieron en una fotografía del maltrecho camino por el que deberán transitar para acomodar su vida en democracia.
Con muchos factores en contra, va un año desde que se constituyeron como Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) y aparecieron por primera vez en un tarjetón. Aún así, el país no termina de asimilar que la exguerrilla haga política mientras transitan por la justicia. El mayor rechazo, sin embargo, que experimenta el partido corre sobretodo por cuenta de los símbolismos que como organización quiere mantener intactos. En esta oportunidad, el homenaje a su antiguo líder no les salió bien. "Provocador, torpe e indignante rendir homenaje al Mono Jojoy, celebrar su tenebrosa vida con el dolor abierto de todos los cadáveres que regó a su paso: quienes apoyamos el proceso de paz lo hacemos para que nunca más haya en Colombia un personaje como él", trinó Daniel Samper después de conocer la noticia. En esa misma linea se pronunciaron decenas de colombianos. Estas han sido algunas de las reacciones: