La entrega voluntaria de los 117 presuntos milicianos de las FARC -entre ellos 17 menores de edad- a las autoridades de Tumaco no está tan clara como se pensaba. Aunque el comando del Ejército los recibió como supuestos hombres de las redes de apoyo de la columna móvil Daniel Aldana de las FARC, aún les queda pasar el filtro que los acredite como tales y que establezca cuál era su verdadero papel en la organización.A los aplausos por esta entrega -en la que participaron el Ejército, la Armada, la Policía, la ONU, la Defensoría, el ICBF, entre otras entidades- le acaba salir un crítico importante. Édgar López Gómez, ‘Pacho Chino’, el jefe del bloque oriental, aseguró que no hay la plena certeza de que esos hombres sean guerrilleros. En diálogo con Semana.com pidió que se haga una minuciosa revisión para evitar colados en los beneficios del proceso de paz.Puede leer: Se entregan 117 presuntos milicianos de las FARC“Nosotros hemos querido indagar para saber si es cierto que son de las FARC porque puede ser que no. Estamos averiguando y preguntando si es gente nuestra porque sí hubo unos milicianos que no quisieron acogerse al proceso de paz y los apartamos de la organización para no tener problemas”, dijo el excomandante guerrillero.Esta verificación será la primera prueba de fuego para las partes, porque desde cuando se cerró la negociación quedó claro que se debía hacer una revisión de quiénes eran verdaderos integrantes de la guerrilla para evitar que haya beneficiados sin haber estado en las filas guerrilleras. Por esa razón ya el Gobierno manifestó que también hará esa revisión con una información que tienen en su poder.Lo cierto es que desde enero corrió la voz sobre que la disidencia en Tumaco estaba creciendo y que las FARC los retiraron de la organización para evitar problemas, ya que estaban en contra de lo que se negoció. Aunque no se supo el número exacto de combatientes, extraoficialmente se habló de unos 300 hombres. Puede consultar: Congreso aprueba la Jurisdicción Especial de PazPosteriormente, por confrontaciones relacionadas con el control del territorio, se vieron amenazados y la fórmula que habrían aceptado entrar a la legalidad es la desmovilización individual. “Estamos averiguando y cuando la tengamos, lo haremos público. Yo estoy pidiendo la información para tenerla lo más pronto posible. Queremos que el Ejército y el Gobierno nos den la información para verificar si están en nuestras listas. En caso de que eso no se pueda, pues acudimos a la comunidad para indagar”, dijo ‘Pacho Chino’.Las dudas sobre la verdadera relación de estos hombres con la guerrilla de las FARC obedece a en esa zona del sur del país operan múltiples grupos armados y no es fácil verificar sus identidades de forma inmediata. Incluso desde el Congreso advirtieron que el número de armas que entregaron los 117 hombres fue muy bajo.Puede leer: La ruta que seguirá la paz tras el cónclave en CartagenaEn el inventario entregado por los hombres se registraron un fusil AK-47, un fusil R-15, un fusil M-1, una subametralladora, 13 pistolas de diferentes calibres, siete revólveres de diferentes calibres, tres granadas hechizas, una granada de mano y dos radios de comunicación.“Me parece raro que se desmovilicen más de 100 hombres y solamente se entregaron tres fusiles, unas cuantas pistolas y unos cuantos elementos de guerra. ¿Serán milicianos estrictamente, o serán otro tipo de personas que con la disidencia se han organizado en el sur de Colombia?”, dijo el senador Guillermo García Realpe.Lo cierto es que las dudas se resolverán antes de terminar esta semana. Se sabrá si son de las FARC y si podrían tener los beneficios pactados entre el Gobierno y la guerrilla, pero más allá de eso, las partes deben tener claro que casos como este se pueden repetirse y habrá quienes quieran sacarle jugo a lo acordado para tener beneficios jurídicos.