En un corto comunicado la guerrilla de las FARC confirmó este lunes que tiene en su poder al soldado bachiller Jesús Rojas Delgado. La misiva divulgada en la página del proceso de paz de ese grupo insurgente confirma que el oficial adscrito a la compañía Santander, del batallón Juanambú con sede en Florencia (Caquetá), fue secuestrado por miembros de las FARC. Para la guerrilla, le operación se adelantó cuando el soldado "cumplía misión de inteligencia de combate, por órdenes del teniente del ejército Ruíz Acevedo, labor que desarrollaba haciéndose pasar por ayudante de un camión que transporta madera". Sin embargo, la información de las autoridades es otra. El militar "se encontraba de permiso", cuando habría sido interceptado por presuntos "integrantes del Bloque Sur" en una zona rural del municipio de San Vicente del Caguán. Incluso, el pasado cuatro de diciembre el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, explicó que el soldado estaba de vacaciones y “al vencerse ese permiso no se presentó nuevamente a su guarnición, por lo cual la guarnición lo buscó con su familia. Él había ido a buscar a su padre a zona rural de San Vicente del Caguán. Allí llegaron las FARC y lo acusaron de hacer inteligencia”. Y agregó: “Si las Fuerzas Militares fueran a hacer inteligencia, no mandarían un soldado con su motilado de recluta y con todas las características de ser un militar. Esa acusación no es por ahí”. El hecho es de enorme trascendencia si se tiene en cuenta que los representantes de esa guerrilla en La Habana habían descartado cualquier posibilidad. Desde hace unos meses le dieron la orden a todos sus frentes de mantenerse en tregua y no realizar ningún tipo de acción que ponga en riesgo los diálogos. “A esta altura no vamos a exponer el proceso de paz”, manifestaron. Hoy el panorama es otro. Con el secuestro del soldado Rojas Delgado la guerrilla empaña cuatro meses de cese unilateral en los que se redujo la violencia asociada a las FARC a niveles nunca antes vistos, informó hace un mes el CERAC. Por lo pronto, el grupo guerrillero expresó su disposición de liberar al soldado, para lo cual solicitaron la colaboración del CICR.