Con mirada de águila la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) sigue el devenir de Colombia hacia un escenario sin violencia. Desde que en La Habana se habló de un modelo de justicia transicional, que juzgaría los delitos cometidos, Fatou Bensouda sigue las pistas del nuevo tribunal.Tras varios pronunciamientos y un texto que escribió en enero pasado en esta revista, que generó alboroto en el país, la fiscal terminó este miércoles el examen preliminar que le vino a hacer al país. "La visita tenía como objeto recabar aclaraciones sobre determinados aspectos de la Jurisdicción Especial de Paz", dijo.Le recomendamos: ¿Se meterá la CPI en el proceso de paz?Son varios frentes los que vigila el organismo internacional: falsos positivos, delitos sexuales, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores y responsabilidad de mando. Esos son los parámetros bajo los cuales la investigadora se estuvo reuniendo con el ministro de Justicia, Enrique Gil; el presidente, Juan Manuel Santos y el fiscal Néstor Humberto Martínez.Como ya lo ha manifestado en otros espacios, Bensouda está afincada en la idea de que los acuerdos que se tramitan para implementar el punto de justicia con las Farc deben respetar las obligaciones del Estatuto de Roma.Particularmente, se refiere a lo que se conoce como responsabilidad de mando. Es decir, a la necesidad de que exista claridad sobre cómo responden los superiores por los crímenes que sus subordinados cometieron con ocasión del conflicto armado.Puede ver: La luz verde de la CPI al proceso de paz"Deseo reiterar que mi Fiscalía está dispuesta a actuar en el marco del mandato que me encomienda el Estatuto de Roma, como asociado de buena fe del Gobierno y el pueblo colombiano en el camino que lleva a una paz sostenible", señaló después de tres días de haber iniciado la visita.Colombia siempre ha tenido miedo a que el ‘coco’ de la CPI se convierta en la piedra en el zapato de la implementación. Sin embargo, muchos expertos en justicia internacional ven poco probable que la Corte decida, como se ha especulado, meterle el diente a este país.Son varías razones que dificultan esa intervención y es que solo hay tres formas de que un Estado pueda ser analizado en ese tribunal: 1) El primero es que este remita su problema que sería como reconocer que Colombia es un Estado fallido donde la Justicia no funciona; 2) que el Consejo de Seguridad, que viene apoyando la implementación con las misiones de verificación, lo remita y en tercer lugar que el organismo internacional lo escoja.Le puede interesar: El acuerdo de paz de Colombia demanda respeto, pero también responsabilidadComo se sabe, Colombia está bajo observación de la CPI desde hace varios años, y uno de los temas sobre los que más preocupación ha mostrado Bensouda en sus informes es el de los falsos positivos. En noviembre pasado le dio un jalón de orejas a la Fiscalía General de la Nación por los pocos avances demostrados en esa materia. De hecho, en esta ocasión aseguró que aún la Fiscalía no les ha proporcionado toda la información que solicitaron.Y llamado similar al que hizo hace un año cuando dijo que “observa con preocupación los retrasos en facilitar pruebas tangibles y pertinentes que demuestren que las autoridades colombianas competentes están dando pasos investigativos”. Durante su visita, Bensouda resaltó el empeño de las autoriades "por garantizar una rendición de cuentas genuina en relación con los crímenes crímenes más graves, así como el respeto de los derechos de las víctimas". Sin embargo, la fiscal de la CPI dejó ver su preocupación de "cara a una posible impunidad en el futuro".Todo está por suceder y en ese proceso es clave no sólo conocer la posición de la Corte Constitucional frente al Acto Legislativo que da vida a la Jurisdicción Especial de Paz sino también que el tribunal empiece a funcionar para que la CPI empiece a atar cabos. Sobre la marcha se sabrá exactamente cómo es que funciona lo que se pactó.