La campaña presidencial del 2022 muestra señales de querer arrancar antes de tiempo, de forma prematura. La división profunda entre el uribismo y el petrismo no solo contribuye a alimentar esa sensación día a día, sino también la estrategia de otros precandidatos de entrar cuanto antes en la puja. Ese es el caso del exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, quien en una entrevista con Noticias RCN criticó duramente al senador Gustavo Petro al decir que “sería peor que el coronavirus en la Presidencia”. Gutiérrez dijo que Petro tiene un “odio enfermizo” y “deja estragos” por donde pasa. “A él no le importa la gente ni el país”, añadió Gutiérrez sobre el exalcalde, uno de los candidatos fijos para las próximas elecciones.

Con sus fuertes críticas contra Petro, Gutiérrez busca abrirse un espacio desde ya en la carrera por la Casa de Nariño. La estrategia de Fico, como se le conoce popularmente, podría estar en ser reconocido como una carta fuerte de la centro derecha, según se desprende de sus recientes declaraciones, donde además cuestionó a Sergio Fajardo por pretender girar hacia la izquierda debido a su alianza con el Polo Democrático en las elecciones del 2018. “A mí en algún momento me gustaría ser presidente y eso lo determina la gente”, dijo el exalcalde de la capital antioqueña, en una señal inequívoca de que competirá en el 2022. Gutiérrez es uno de los pesos pesados de la política regional junto con Alejandro Char, el exalcalde de Barranquilla que también estudia si inscribe su nombre en las próximas presidenciales. Hace un par de años se alcanzó a pensar que ambos podrían ser parte de una llave presidencial, pues Char dijo que Fico, más que un colega, era su amigo. La duda que quedó en el aire fue quién sería el número uno y quién el dos. Si Char decide lanzarse, ¿irían en una misma candidatura y cuál sería el orden? Hoy, criticando a Petro y sus posiciones ideológicas, pero también desmarcándose de la apuesta que ha hecho Fajardo, el exalcalde de Medellín busca apostarle a una política más de resultados que de discurso. Esa ha sido su bandera y le dio resultados durante su reciente mandato donde terminó con una aprobación del 82 por ciento a su gestión, una de las más altas del país.

Así mismo, el 59 por ciento consideró al final de su gobierno, en diciembre del 2019, que las cosas en Medellín estaban mejorando. Fico, al terminar su periodo, sonó para ser parte del gabinete de Iván Duque, con quien trabajó de forma armoniosa, pero rechazó el ofrecimiento porque argumentó que quería dedicarse a la familia y a estudiar un tiempo en el extranjero. Con los indicadores de su paso por la Alcaldía de Medellín, Gutiérrez puede controvertir a Petro, quien también fue alcalde pero no obtuvo las mejores valoraciones por parte de los ciudadanos en la capital del país. En el 2015, el entonces alcalde de la Bogotá Humana cerró su mandato con una desaprobación del 61 por ciento. En ese sentido, Fico podrá mover a Petro hacia la discusión de cómo fue el desempeño cuando gobernaron las principales ciudades de Colombia y cuál fue al final la valoración que hicieron sus habitantes. Sin embargo, a diferencia de Petro, el principal desafío de Fico estará en lograr una proyección y un reconocimiento nacional, pues su nombre corre el riesgo de no ser conocido en todas las regiones y de circunscribirse principalmente a Antioquia. El exalcalde de Medellín, por lo visto en la entrevista de Noticias RCN, jugará a la confrontación con Petro, algo que hasta ahora había sido una estrategia clara del uribismo. Por ejemplo, Fajardo ha evitado responderle con la misma dureza al líder de la Colombia Humana y no ha acudido a los adjetivos, al lenguaje político grandilocuente o a la información no propiamente precisa, un terreno donde Petro se mueve como pez en el agua.  Por eso, sorprendió ver a Gutiérrez acudiendo a un lenguaje agresivo en las últimas horas, lo que da pistas de lo que será su estrategia de choque en una campaña que, como todas aquí y en el mundo, se moverá más en el terreno de la emoción que de la razón.