La aspiración A la presidencia del candidato por el Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez, fue víctima de la que puede ser la campaña más sucia de desprestigio que tenga memoria el país. Gutiérrez lo sabía, incluso llegó a advertirlo, pero se hizo evidente con los videos publicados por SEMANA en los que la cúpula del equipo del candidato Gustavo Petro acuerda planes para atacarlo con calumnias, relacionarlo con el narcotráfico, con el alto precio de los alimentos; en sus palabras: “Hijueputa, todo es culpa de Fico”.

Un guion que fue meticulosamente planeado desde las cabezas de la campaña de Petro por el senador Roy Barreras y por un, hasta ahora, desconocido asesor llamado Sebastián Camilo Guanumen.

Él llegó con un plan estructurado de viralización en redes sociales, medios de comunicación, WhatsApp, con mensajes que van desde lo personal, pasando por criminalizar a Fico, hasta convertirlo en el títere de Duque y del uribismo. Y se ejecutó, todo con la venia de Petro.

Federico Gutiérrez alcanzó a advertirlo, dijo que sabía de planes para enlodar su campaña. “Es muy grave que quieren ensuciar a otros candidatos y campañas, como la mía. Tenemos información donde, supuestamente, usarían narcotraficantes para tratar de ensuciar las campañas”.

El plan se cumplió y fue un ataque en bloque, encabezado por el mismo Gustavo Petro, presuntamente era una caja de resonancia. Pero no fue solo él, en esta maniobra oscura fue clave el abogado del Pacto Histórico, Miguel Ángel del Río, el mismo senador Roy Barreras y una articulada actuación en redes en la que fue visible, por ejemplo, cómo hacían juegos de palabras con el nombre de Fico, al presentarlo como narcotrá-Fico.

Petro, al parecer, seguía el guion. Así lo refleja el mensaje que le envió a Gutiérrez en medio de la polémica por la visita de Juan Fernando Petro, su hermano, a la cárcel La Picota, para visitar detenidos de alto nivel. “El problema de los corruptos y violentos que están en la cárcel es que son amigos de tu jefe político y tuyos, y los pusiste a gobernar antes que te los encarcelaran. Yo solo quiero que digan la verdad y reparen a la sociedad”.

En este mensaje se buscaban tres cosas: relacionar a Gutiérrez con delincuentes, hacerlo heredero del uribismo y del presidente Duque y desligarse de la presunta propuesta de no extradición para los detenidos. Lo propio hizo el abogado Miguel Ángel del Río, quien se autoproclamó, con la venia de Petro, como una suerte de impoluto encargado de perseguir la corrupción en las demás campañas, aceptó que las tenía infiltradas. Una frase, esa sí, con tintes penales, de la que después reculó.

Sin embargo, logró el objetivo: sembrar un manto de duda sobre la campaña de Gutiérrez, que para ese momento había sumado apoyo de políticos tradicionales. Lo que no llegó fueron las mentadas denuncias penales por compra de votos. Lo propio hacía Barreras, en un mensaje en Twitter, que el Consejo Nacional Electoral le obligó a borrar, manifestó, adjuntando una foto de Federico Gutiérrez con el presidente Iván Duque, “no más Ñeñes, no más narcotrá-Fico”.

Lo repetían, una y otra vez, los parlamentarios del Pacto Histórico, el círculo más cercano de la campaña, y se multiplicaba en las redes sociales. Por ejemplo, el senador Armando Benedetti, quien entre muchos mensajes publicó: “El narcotráFico es narcotráFico. Porque fue socio de los sicarios de la famosa oficina de ...”.

Los videos, además de poner en evidencia la planeación de la oscura campaña, también dejan ver la ejecución milimétrica. “Les quería consultar si este comité decide ir al ataque (...) hay un montón de material que mi equipo recolectó sobre Federico Gutiérrez y las declaraciones de Julio Perdomo, el narco que está preso (...) Si vamos al ataque, consiguiendo la declaración firmada de este señor Perdomo, de los vínculos de Federico Gutiérrez con la Oficina de Envigado”, dice Barreras.

Algo que resulta irónico es que, al tiempo que el plan se ejecutaba, el mismo Petro publicaba en sus redes el romántico “manifiesto por una campaña limpia” que planteaba no descalificar adversarios, no usar información íntima de los contrincantes, luchar contra las fake news, repudiar el uso de bots, el vandalismo y el dinero ilícito. Su asesor Guanumen, de acuerdo con los videos, lo entendió al contrario.

El oscuro asesor Guanumen

Se trata de grabaciones que revelan un plan cuidadosamente ejecutado. Las pruebas están, los ataques contra Gutiérrez se hicieron, se vieron por todo lado, y lograron su cometido: minaron la campaña de quien se había convertido en el principal oponente de Petro, pero sorpresivamente no pasó a segunda vuelta. Lo que ordenaba es demoledor: “Necesitamos empezar a infundir ciertos rumores que nos sirvan en contra de Fico. ¿Cómo lo vamos a atacar? Uno, por sus relaciones con el narcotráfico. Dos, por su mala gerencia en la Alcaldía. Tres, con las redes de poder que tiene. Cuatro, hay que vender a Fico como una marioneta”.

El asesor no tiene límite, no le importa si en los ataques se meten en la vida personal, si son mentiras, plantea hasta hacerlo parecer un depravado, y usa frases que aún retumban: “Que la gente que salga a la calle y la roben piense: hijueputa, esto es culpa de Fico. (...) en el tema de la seguridad hay que exagerar, por ejemplo, ¿Sabía que Fico defendía a la Oficina de Envigado?”.

Lo hacía también Barreras, el mismo que sobre el final del acuerdo de paz con las Farc llegó a La Habana a fungir como negociador. El mismo que planteó romper la Coalición de la Centro Esperanza, destruir las aspiraciones de Sergio Fajardo y de Alejandro Gaviria. No conforme con eso, sabiendo de las reuniones de Piedad Córdoba con reclusos extraditables, estaba planeando explotar la noticia de manera controlada.

“Eso lo van a sacar pronto, hay que estallarlo controladamente... la campaña tiene que advertir y descalificarlo, y no salir a dar explicaciones, no es que la persona que fue es que quería decir otra cosa, es que la extradición es una cosa neocolonial y no sé qué mierdas, no, no, no”.

A los tribunales

El oscuro plan funcionó. Federico Gutiérrez, el candidato que sorprendió con su votación en la consulta del Equipo por Colombia y creció en las encuestas hasta casi empatar a Petro, empezó a recibir los ataques, al tiempo que crecía la figura de Rodolfo Hernández, cuyo avance se equiparaba con la caída de Gutiérrez.

El asunto no quedará así. Los videos se han convertido en pruebas. Gutiérrez ya presentó una ampliación de la denuncia que había presentado su movimiento, Creemos, en abril de este año por la campaña negra, y en este nuevo envión argumenta que hubo “identificación de patrones comunes y sistematicidad, que los líderes políticos del Pacto Histórico y la campaña de Petro, acompañados de congresistas, abogados e influenciadores, se encargaron de golpear sin cansancio mi campaña, a mí y a mi familia, con mentiras, desinformación, calumnias y toda suerte de desleales y bajas acciones”.

La Fiscalía, por su parte, recibió una denuncia mediante la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (Uriel), por parte de la organización Red de Veedurías de Colombia, en la cual solicita se investiguen los ‘petrovideos’. Fue el fiscal Francisco Barbosa quien ordenó asignar un equipo del CTI y un fiscal de la Dirección Especializada contra la Corrupción para iniciar la investigación de los hechos.

Como ya resulta habitual, asuntos que deberían ser políticos terminarán siendo resueltos por la justicia, pero el daño, por lo menos para Gutiérrez, ya está hecho. Desde la otra orilla, casi de manera temeraria, con las pruebas publicadas de la ejecución de una campaña sucia, también anuncian medidas jurídicas por una supuesta chuzada, algo que realmente es una filtración.