El próximo miércoles Bogotá vivirá una nueva jornada de día sin carro decretada por el alcalde mayor, Gustavo Petro. La medida -como muchas cosas de su administración- ha tenido aplausos y rechiflas, porque si bien es una iniciativa en favor del medio ambiente, otros consideran que va en detrimento de la actividad económica de la capital. Así lo entiende el gremio de los comerciantes agrupados en Fenalco Bogotá-Cundinamarca que, por la vía de una tutela, quiere que no se decreten más días sin carro, sobre todo cuando las condiciones apropiadas no están dadas. Para ellos no hay suficientes ciclorrutas y el transporte público es deficiente. La preocupación de los comerciantes no es en vano. En una declaración de Petro hecha en febrero, el mandatario aseguró que la administración analizaba la pertinencia de establecer un día sin carro una vez al mes. Ante eso, Fenalco radicó este lunes en un Juzgado 33 Civil municipal una tutela para que se respete el derecho a la decisión adoptada en la consulta popular del año 2000. En esa oportunidad, los bogotanos votaron para que se adoptara un día sin carro el primer jueves del mes de febrero de cada año y en un horario de 6:00 a. m. a 7:00 p. m. “Entutelar el derecho fundamental a la participación en la conformación, el ejercicio y el control político, el derecho a que se respete el carácter obligatorio de lo decidido por la consulta popular del día sin carro”, se lee en el documento. En otras palabras, el gremio de los comerciantes quiere que se mantenga la decisión tomada en la consulta popular y que el alcalde no aplique más días sin carro por decreto como lo hizo para este 22 de abril. “Hay un derecho que no se puede violar”, dijo el director de Fenalco, Juan Esteban Orrego. Estudios del gremio indican que el 6 de febrero -cuando se vivió una nueva jornada sin carros ni motos- las ventas disminuyeron a la mitad, y dejaron "graves pérdidas para sectores como el calzado, el vestuario, repuestos y centros de diagnóstico automotriz. Los distribuidores de combustible perdieron más de 2.000 millones de pesos”, se lee en un reporte del gremio. Aunque aseguran que no se oponen a la jornada ya que mejora el aire capitalino, “el problema es que el Distrito no nos ha tenido en cuenta y toma las medidas de forma improvisada y arbitraria”, aseguró el presidente ejecutivo de Fendipetróleo Bogotá, Henry Ruiz. Mientras algunos sectores económicos quieren que se mantenga la medida tal cual está, los defensores del día sin carro solicitaron al gremio asumir nuevas oportunidades de negocio. Precisamente, la concejala de la Alianza Verde María Fernanda Rojas les envió una carta a los comerciantes agrupados en Fenalco para que vean en este día una oportunidad. “Año tras año Fenalco se ha opuesto al día sin carro, pero en el siglo XXI se debe analizar cuáles son las necesidades de la gente y cómo se tiene que mejorar su movilidad”, dijo la concejala. Mientras un juez determina si el día sin carro por decreto viola lo establecido en la consulta popular, la concejala propuso que Petro o el próximo alcalde adelanten una nueva consulta para que se aumente o se mantenga el número de días. Por ahora, la Administración ya tiene todo dispuesto para que los bogotanos vivan una nueva jornada. El éxito o el fracaso ayudará al alcalde a mantener o desechar la idea de nuevos días sin carro.