En respuesta a la alerta sobre las severas implicaciones que podría acarrear el Fenómeno de El Niño en el territorio nacional, la Procuraduría General de la Nación ha puesto en marcha un plan integral de monitoreo para supervisar de manera continua las acciones de las autoridades. Este programa tiene como objetivo prevenir y atender incendios y emergencias durante la temporada de menos lluvias, proyectada con intensidad para febrero y marzo.
El Ministerio Público exhortó al ministro de Defensa, Iván Velásquez; a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; así como al director encargado de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), para implementar de manera efectiva las recomendaciones previamente emitidas en directivas y circulares, así como a cumplir con las obligaciones legales correspondientes en esta materia.
En línea con las advertencias y la solicitud de acciones anticipatorias, se espera que las entidades competentes hayan establecido estrategias sólidas para el almacenamiento de agua y la protección de fuentes hídricas. Además, la Procuraduría destacó la importancia de contar con capacidades humanas y logísticas adecuadas, involucrando a organismos como la Defensa Civil, la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias presentes en Colombia.
La Procuraduría también requirió la plena operatividad de las aeronaves de ala fija y rotatoria necesarias para llevar a cabo labores de rescate y extinción de incendios. Esto incluye asegurar el suministro de combustible, equipos y el personal capacitado para hacer frente a posibles eventualidades.
Precisamente, el pasado 12 de enero, la ministra Muhamad aseguró que “febrero será un mes especialmente crítico, porque habrá ausencia de lluvias (...) Es cuando vamos a tener la maduración más fuerte, y a finales de marzo se espera que empiece a ceder la situación”.
El Ministerio Público subrayó la importancia de la difusión de información a través de medios de comunicación locales y nacionales. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de controlar actividades ilegales que puedan propiciar incendios forestales, tales como la deforestación, la caza y la quema para la renovación de cultivos, entre otras prácticas nocivas para el medio ambiente.
Con la llegada oficial del fenómeno de El Niño a Colombia, se esperan altas temperaturas hasta finales de marzo. Este evento climático trae consigo, además de una temporada de calor, una mayor responsabilidad para administrar y regular el uso del agua, recurso que es indispensable para la salud, alimento, energía y economía de los hogares colombianos.
De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el impacto de El Niño se reflejará en un déficit significativo de las precipitaciones, así como en un aumento importante de la temperatura del aire, especialmente en sectores de las regiones Caribe, Andina y Pacífica. Cabe destacar que Colombia es un país agrícola, cuyo dinamismo depende principalmente de los recursos hídricos. Según el Ministerio de Ambiente, “el 70% de la energía del país proviene de plantas hidroeléctricas”.
Ante las repercusiones de El Niño, la ministra de Ambiente descartó que se registre un apagón en el país.
“En el momento las proyecciones, de acuerdo a la durabilidad de El Niño, que debe llegar hasta abril, cuando de acuerdo al Ideam ya debe empezar la fase de neutralidad, no genera que vaya a haber un riesgo de desabastecimiento”, sostuvo la alta funcionaria.