Uno de los temas que más mueven la fibra de los ciudadanos es la corrupción. Este es uno de los males endémicos que tiene el país y según estimativos de la Contraloría le cuesta a Colombia más de 50 billones de pesos al año.

Justamente conscientes de la indignación que genera en la ciudadanía este problema, la mayoría de los candidatos presidenciales han tratado en algún momento de alzarse con la bandera de la lucha contra la corrupción, pero no han podido sostenerla por cuenta de escándalos y polémicas en los que se han visto involucrados, lo que los deja sin mucha autoridad para asumir esta causa.

En el inicio de la campaña el candidato Rodolfo Hernández fue el que tomó esta bandera con bastante éxito, pues su lenguaje coloquial y su carácter para hablarle a la clase política sin pelos en la lengua generó conexión en el ciudadano. Sin embargo, su campaña se ha venido apagando.

Además, el exalcalde de Bucaramanga se ha visto impactado por un proceso judicial en su contra, precisamente lo acusan de corrupción.

Hernández es acusado por la Fiscalía General de la Nación por haber, supuestamente, direccionado el contrato de consultoría 096 de 2016, el cual fue suscrito entre la EMAB y Jorge Alarcón Ayala, quien está relacionado con la empresa Vitalogic.

Con dicho contrato se pretendían implementar nuevas tecnologías para el manejo de las basuras en el relleno sanitario el Carrasco, en Bucaramanga.

Otro de los que había empezado a representar la lucha contra la corrupción y se había convertido para muchos en sinónimo de cambio era Gustavo Petro.

Sin embargo, el candidato del Pacto Histórico aún no sale de la polémica que se generó en su campaña por la visita de su hermano, Juan Fernando Petro, a la cárcel La Picota para hablar del llamado “perdón social” con condenados por corrupción y parapolítica.

A esto se suma una reciente propuesta suya en la que habló de crear una JEP para narcotraficantes, un planteamiento que generó indignación en muchos sectores.

En medio de este panorama, el que está empezando ahora a alzarse con la bandera de la lucha contra la corrupción es el candidato del Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez

Mientras todavía está encendida la polémica por la visita del hermano de Petro a presos señalados por corrupción, Gutiérrez dio a conocer su propuesta anticorrupción.

Afirmó que buscará aumentar las condenas a más de 40 años para todas aquellas personas que hayan cometido actos en contra del erario público y el bienestar social.

“Estoy acá para anunciarles a los corruptos, violentos y a los asesinos, que se quedan en la cárcel. En nuestro Gobierno no va a haber rebaja de penas para ellos y, por el contrario, vamos a buscar el aumento de penas para los corruptos por encima de 40 años”, indicó.

El exalcalde de Medellín, propuso además dar fin a los múltiples privilegios que tienen ciertos pabellones de las cárceles, con lo cual puso sobre la mesa, nuevamente, la necesidad de reformar el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

Gutiérrez también ha propuesto que hacer “obligatorio el uso de pliegos y proyectos tipo para impedir los contratos a la medida y los sobrecostos en las obras que es por donde se roban los recursos de los colombianos. Los contratos que vulneren los pliegos y proyectos tipo serán considerados nulos”.

Cabe aclarar que actualmente ya se ha venido avanzando en la implementación de los pliegos tipo en la contratación.

En todo caso, este no es un camino fácil para el aspirante del Equipo por Colombia, pues dentro de quienes lo apoyan hay sectores cuestionados, especialmente provenientes de la casa Char.

Otro de los que podría abanderarse con la lucha anticorrupción, es Sergio Fajardo, en cuya campaña están muchas de las personas que lideraron la Consulta Anticorrupción hace cuatro años.

El candidato de la Centro Esperanza propuso este lunes una profunda reforma a los entes de control, dentro de lo que estaría la eliminación de la Procuraduría.

No obstante, desde que se conoció el fallo de la Contraloría que lo declaraba responsable fiscal por lo ocurrido en Hidroituango - aunque luego fue absuelto - su candidatura se vio golpeada en cuanto a la posibilidad de abanderar la lucha contra la corrupción.