En la Comisión Primera de la Cámara de Representantes se aprobó esta semana en primer debate una de las proposiciones más controversiales de los últimos tiempos: que los actuales alcaldes y gobernadores extiendan su mandato hasta el 2022, para así unificar los periodos con el presidencial.Se trata un proyecto de acto legislativo al que le ha llovido todo tipo de críticas. Aunque aún debe pasar por siete debates más en el Congreso, hay parlamentarios de La U, Cambio Radical, Conservador, Liberal y Centro Democrático jugados con esta propuesta que a juicio de varios expertos en la materia no pasaría un examen de constitucionalidad.Le sugerimos: $868.000 millones "a la basura" si se amplía periodo de alcaldes y gobernadores¿Qué hay en juego?Si el proyecto llega a buen puerto las elecciones regionales se aplazarían dos años y medio más. Esta sería una mala noticia para las nuevas fuerzas políticas alternativas que surgieron en las pasadas elecciones presidenciales y parlamentarias. Por ejemplo, la Colombia Humana de Petro -aunque aún sin personería jurídica- no podría conseguir alcaldías y gobernaciones, como es su plan a través de lo que el senador Gustavo Petro ha llamado un “gran frente” por la vida.Precisamente, la oposición ha dicho que lo que quieren los partidos que impulsan la iniciativa es dejarlos por fuera del ruedo en las elecciones, porque los consideran una amenaza latente que podría conquistar al electorado. El gran impulsor de esta propuesta es Cambio Radical, el partido que más alcaldías (10) y gobernaciones (12) tiene -ya sea por aval propio o por coaliciones-, entre las más importantes están justamente la Alcaldía de Bogotá en cabeza de Enrique Peñalosa y la de Barranquilla con Alex Char. Pero los demás partidos que votaron favorablemente la iniciativa en la comisión también tienen gran parte de las alcaldías y gobernaciones (ver informe), el único partido que puede decir que su interés no es ‘atornillar’ en el poder a sus mandatarios es el Centro Democrático, porque es uno de los que menos tiene actualmente. El debate es largo por tratarse de una reforma constitucional y en el Senado se está armando un frente en contra que curiosamente ha unido fuerzas tan disímiles como Álvaro Uribe y Gustavo Petro.“Sería maravilloso”: PeñalosaEl alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, ya se pronunció sobre la idea de que su mandato se prolongue más de lo presupuestado. Pese a que dijo estar concentrado en trabajar sobre la base de un año más, en una reciente entrevista se mostró de acuerdo con la propuesta. “Por supuesto, sería maravilloso, en el particular de nuestro caso en que los grandes proyectos se van a contratar sobre todo el año entrante, tener la posibilidad de supervisar por lo menos un par de años más su ejecución”, dijo.La respuesta de Peñalosa no queda exenta de polémica si se tiene en cuenta que varios congresistas de Cambio Radical, el partido por el cual fue elegido, son quienes han pedaleado y defendido la reforma. El Talón de Aquiles de Peñalosa en lo que va de su alcaldía ha sido su baja popularidad.Quienes lo critican aseguran que ha gobernado para algunos sectores políticos solamente y que ha olvidado los proyectos sociales. Incluso Germán Vargas Lleras le ‘jaló las orejas’ a Peñalosa porque no ha logrado avanzar en las obras más relevantes para la ciudad ni en infraestructura ni en vivienda. La gran apuesta en materia de movilidad de Peñalosa es el metro elevado. Según el mandatario estaría funcionando en cinco años, sin embargo todavía no han abierto la licitación. Mientras tanto, concejales de oposición como Hollman Morris han denunciado que la obra no cuenta con estudios de factibilidad.En general la relación de Peñalosa con el Consejo es buena, esto ha permitido que le aprueben proyectos y vigencias futuras rápidamente. Peñalosa ha tenido escándalos y malas salidas, por ejemplo cuando calificó a Soacha de ser un "hueso"; pero también avances para la ciudad como el TransMiCable que se encuentra en pruebas y la recuperación del centro de la ciudad."A mí me gusta respetar las reglas de juego": FicoEl mediático alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, es uno de los mandatarios locales que gozan de mayor popularidad en el país. La mayoría de las encuestas lo ubican por encima del 75 por ciento de imagen favorable. Su carrera por llegar al Centro Administrativo La Alpujarra contó con el apoyo del Grupo Empresarial de Antioquia (GEA) y de líderes sociales que querían hacerle contrapeso al entonces candidato del Centro Democrático, Juan Carlos Vélez. Pese a esa imagen favorable, que ha sido frecuente en todos los mandatarios antioqueños y no exclusiva de Gutiérrez, la idea de que su administración se extienda hasta 2022 tiene opiniones encontradas.Consulte: ¿Alcaldes atornillados en el poder?Por su parte Gutiérrez, quien esta semana tuvo una jornada de trabajo con el presidente Iván Duque, ya habló sobre este polémico proyecto: “Mi posición, la mía, la de Federico Gutiérrez, es que la gente votó por mi para cuatro años de gobierno, a mí me gusta respetar las reglas de juego en ese sentido (…) No he hecho ni una sola llamada, ni la voy a hacer, estoy muy concentrado con mi equipo a seguir trabajando y eso es lo que vamos a hacer hasta el último día de 2019”.La alcaldía de Gutiérrez ha transcurrido, en gran medida, en las redes sociales: con un equipo robusto en Twitter y Facebook, el alcalde se ha encargado de darle tranquilidad a los paisas mediante videos de capturas y persecuciones como en una versión de seguridad 2.0 con aplicaciones para reportar robos, cámaras de seguridad y un helicóptero que sobrevuela la ciudad en las noches persiguiendo fleteros. Sin embargo la percepción de inseguridad es alta, sin contar con que los homicidios han subido un 11 por ciento en comparación con el año pasado, con una tasa de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes.Pero el golpe más duro que ha tenido Gutiérrez ha sido la captura, el año pasado, de su secretario de Seguridad y hombre de confianza, Gustavo Villegas, a quien la Fiscalía acusaba de tener nexos con la llamada Oficina de Envigado y quien terminó condenado a poco menos de tres años de cárcel después de un preacuerdo por omisión de denuncia. Además, la imagen del alcalde se ha desgastado con la reciente crisis de EPM con su proyecto Hidroituango, del que hasta el momento se desconoce su viabilidad.Puede interesarle: Uribe prefiere reelección inmediata de alcaldes y gobernadoresPor otro lado, la ejecución del Plan de Desarrollo de Medellín, que a estas alturas avanza en un 50 por ciento, en el Concejo hay voces que piden celeridad, pues ha tomado casi tres años avanzar en la segunda etapa de parques del Río y se cuenta como gran obra la recuperación del centro de la ciudad y la inauguración del Mova, este último es fruto de esfuerzos de administraciones pasadas. Mientras tanto, el proyecto bandera de la campaña de Gutiérrez, que era el Tranvía de la 80, no llegó ni a diseños y se cambió por la construcción de intercambios viales. Esto sin contar el descontento que hay entre los movimientos culturales y educativos por la migración del presupuesto de estos rubros al de seguridad."Esa decisión no está en mis manos": CharEn definitiva uno de los mandatarios locales que más se beneficiarían con una eventual ampliación del término de los mandatos es el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, si se le mira desde el punto de vista de su popularidad. Según la última medición efectuada a mediados de octubre por Datexco, Alex -como se le conoce popularmente- tiene un 97,3% de imagen favorable, mientras que el 96,2% de los encuestados aprueban su gestión, lo que lo hace el alcalde más popular del país. Un título que en muy contadas ocasiones le ha arrebatado su homólogo de Medellín.En declaraciones que entregó la noche de este jueves, Char manifestó sobre la iniciativa que “sería lo mejor, pero esa decisión no está en mis manos, ni la estoy promoviendo, ni es mi interés personal. Pienso que he trabajado por Barranquilla hasta donde he podido y de la mejor manera”. Reiteró que “en términos de gobernanza me parece puede ayudar pero es un tema que no está en manos nuestras, sino de los congresistas”.Puede leer: El tira y afloje en la elección de la junta directiva de Triple ALa poderosa casa Char, cuyo máximo representante es el exsenador Fuad Char, es el bastión de Cambio Radical en la Costa Caribe, al punto que tienen la facultad de entregar avales políticos -varios de ellos polémicos, como los de ‘Kiko’ Gómez y el de Oneida Pinto en La Guajira- a candidatos de los siete departamentos de la región. El partido no la tendría tan fácil en las elecciones regionales tras la estrepitosa derrota de Germán Vargas Lleras en las presidenciales.Char señaló en la misma intervención que se “irá feliz el 31 de diciembre” cumpliendo su plan de desarrollo cuyo principal legado son las obras que harán que la ciudad deje de estar de espaldas al río Magdalena -como históricamente ha sucedido- y, más bien, desarrollar urbanísticamente la zona adyacente al afluente, con una serie de proyectos como el Malecón del río, del que se han entregado dos fases con un área intervenida de 100.000 m2 de espacio público y se añade una tercera fase con un área de 50.000 m2 a fines de este año. Está integrado al centro de exposiciones Puerta de Oro y al proyecto La Loma, donde quedará la nueva sede de la Alcaldía y en el que se pretenden construir 5.000 viviendas.Otro de sus proyectos bandera es la canalización de los arroyos, caudalosas corrientes de agua que arrasan las calles cada vez que llueve. La ausencia de un alcantarillado pluvial está siendo remediada con una inversión de 87.000 millones de pesos para 2018 y sus obras han avanzado en 60%, según la Secretaría de Obras Públicas, en medio de constantes atrasos ya sea por ineficiencias de los contratistas o efecto de la temporada invernal. Lo cierto es que estas obras no serán terminadas por la actual administración.La gran deuda está el tema de seguridad y eso lo han reflejado las encuestas que la mayoría de veces han marcado ese rubro como el de peor desempeño, aunque sin llegar a descalificar su gestión. El Informe de Calidad de Vida 2008-2016 de la iniciativa Barranquilla Cómo Vamos, publicado en noviembre pasado, señala que la percepción negativa de seguridad de los barranquilleros en tres aspectos: los hurtos crecieron en 39% en el periodo analizado, las muertes violentas en 8% y los homicidios en 4%.En ese último rubro, la ciudad tiene una tasa de homicidios de 32,7% por cada 100.000 habitantes, muy superior a la de Medellín y Bogotá, aunque inferior a la de Cali. Frente al tema, el concejal liberal Ramón Carbó ha denunciado incluso la presencia de casas de pique, en alusión a que desde 2011 van 23 casos de personas descuartizadas, estrategia empleada por estructuras criminales asociadas al narcotráfico y que buscan causar terror e imponer el control territorial en barrios deprimidos en cercanías al río Magdalena.