A las afueras de la morgue de Tame, Arauca, hay dos mujeres, la madre y la esposa de uno de los hombres que apareció en las carreteras del departamento con disparos en su cuerpo. En medio de la angustia, tratan de ubicar el carro fúnebre que trasladará el cuerpo del joven de 27 años a uno de los municipios vecinos. Sus dos hijos menores de 8 años de edad lo esperan para las exequias.
La noche del martes eran más de seis carros fúnebres los que estaban a las afueras del cementerio –en el mismo lugar donde queda la morgue–. Todos a la espera de que los médicos forenses de Medicina Legal entreguen los cadáveres que entraron en su mayoría el pasado 2 de enero. Cerca de una decena de víctimas llegaron a Tame, las otras fueron trasladadas a funerarias de Fortul, Saravena y Arauquita.
“Desde la época del paramilitarismo no veíamos algo así”, dice la tendera que vende botellas de agua a los familiares de los fallecidos frente al cementerio. Lo que más le sorprende a ella es el hecho de ver tantos carros fúnebres. Entra uno tras otro.
Dicen quienes se dedican a la industria fúnebre que han tenido que rechazar servicios porque, a diferencia de otras regiones del país, son los miembros de las funerarias quienes hacen el levantamiento de los cadáveres que son encontrados en zona rural y en la actualidad en el departamento de Arauca no hay garantías de seguridad para recogerlos, se desconoce en muchos de los casos si la información de nuevos cuerpos reportados es real o no, porque en algunas de las veredas los grupos ilegales han vetado el ingreso hasta del transporte público.
Cuando sale uno de los carros fúnebres de la morgue, entre las recomendaciones que entregan a los familiares de la víctima de homicidio piden no avisar a qué hora salen ni para dónde van, con el fin de evitar que mientras se trasladan aparezca en la carretera algún retén ilegal que pueda impedir el paso.
Las mujeres que estaban en el cementerio viajaron a un municipio cercano de la frontera con Venezuela, pero desde ese punto también saldrían víctimas que serían trasladadas a Bogotá y zona rural de Tame, Fortul y Saravena. En el ambiente de zozobra y tristeza que implica el estar a la espera del cuerpo de un ser querido, se escucha decir que la versión de las autoridades de que gran parte de las victimas de los homicidios que se registraron simultáneamente eran miembros de las disidencias de las Farc no es del todo cierta.
Los familiares indican que trabajaban como campesinos. No descartan que algunos puedan ser parte de organizaciones al margen de la ley, pero califican de irresponsable el generalizar.
Sin embargo, es importante aclarar que la información que ha entregado el Gobierno nacional a través del ministro de Defensa, Diego Molano, está basada la inteligencia militar y policial adelantada desde años atrás.
Cabe recordar que algunas grabaciones que están rodando en las redes sociales de los habitantes de la región confirman una cruenta guerra que se está desatando entre miembros de la guerrilla del ELN, disidencias de las Farc y la llamada Nueva Marquetalia. Incluso cabecillas de las organizaciones piden a los campesinos no abandonar sus tierras, asegurando que no tendrán represalias contra la población civil.
“Este mensaje es para informarles a todos los compañeros del ELN, masas, todas las personas que estén en las fincas, que tengan sus bienes: ganado, fincas, territorios, todo lo que tengan, que no se preocupen que no los vamos a atacar. Es el ELN, que nos ajustició a unos camaradas y a unos milicianos. Nosotros estamos dando espera a que las cosas se calmen y podamos llegar a un acuerdo con ellos”, se escucha decir a quien se presenta como Héctor Aguilar. El audio ya ha sido analizado por inteligencia de la Policía, militar e investigadores de la Fiscalía.
Lo que se teme es un desplazamiento de la comunidad, por eso el hombre de la grabación pide que no salgan corriendo de las fincas con el compromiso de que, por ahora, no los atacarían y que necesitan que las masas salgan a pedir públicamente que cesen las confrontaciones. “Estamos esperando hasta las últimas consecuencias para nosotros no alzar el fusil en contra de los mismos revolucionarios, les pido tranquilidad”, puntualizó.