Los supuestos pactos secretos que se habrían dado entre abogados y altos magistrados de la Corte Suprema dejaron a su paso una serie de gestos públicos que dieron de qué hablar por años, pero que hoy adquieren sentido. Cocteles en los mejores hoteles de Bogotá, cenas en restaurantes y casas de los magistrados Francisco Ricaurte y Leonidas Bustos, registros de visitas de abogados a los despachos de los titulares, vehículos de alta gama y, ahora, una lujosa celabración de fin de año en Miami.La primera persona que tocó el tema de la cena fue el fiscal delegado ante la corte Jaime Camacho en su solicitud de medida de aseguramiento contra el exmagistrado Francisco Ricaurte hace unas semanas. Camacho fue el mismo que habló de una "organización criminal" liderada por exmagistrados de la corte y que tenía como fin supuestamente obtener decisiones que parecieran legales para favorecer a clientes congresistas y gobernadores.La Fiscalía señala a Leonidas Bustos y a Francisco Ricaurte como las "cabezas" del entramado. Los otros integrantes serían los abogados Gustavo Moreno, Camilo Tarquino, Luis Ignacio Lyons y el magistado Gustavo Malo. El vínculo -dice el ente investigador- se fortaleció a punta de encuentros sociales de alto nivel dentro y fuera de Colombia.En una declaración rendida ante la Fiscalía, el exfiscal Gustavo Moreno ya había revelado detalles de la cita que se habría dado con Bustos el 31 de diciembre de 2014. Dicho encuentro tuvo lugar en la noche de fin de año en un hotel Marriot de Miami.Y este lunes el magistrado de la Corte Suprema Luis Hernández trajo a colación la mencionada cena durante el interrogatorio a Bustos, quien fuera magistrado de este mismo tribunal.Con la misma seguridad de cuando fungía como presidente de la orte, Bustos caminó por los pasillos del Palacio de Justicia, ya no en calidad de un alto dignatario de la rama judicial, sino como uno de los investigados por los peores hechos de corrupción en la cúpula de la Justicia.La declaración de Bustos fue solicitada por la defensa del senador Musa Besaile. Comenzó puntual a las 2:00 pm y se prolongó por cuatro horas. En su declaración, se mantuvo en varias de las manifestaciones que ha hecho públicas, la más importante, que Moreno se aprovechó de la cercanía que tenían para extorsionar a políticos como Musa Besaile.Bustos tuvo que explicar las razones que dieron lugar a la celebración de fin de año de 2014. Al banquete asistieron su esposa María Cristina Pineda y el hermano de Leonidas Bustos; también fue la familia de una prima de la esposa del exmagistrado. Y para completar la mesa en el exclusivo hotel estuvieron Gustavo Moreno y su esposa Carolina Rico.Bustos también tuvo que contar en el interrogatorio la historia de un BMW de su propiedad, que estaba a nombre de su magistrado auxiliar y que pasó a ser parte de los bienes de Gustavo Moreno. El exmagistrado negó que se tratara de un testaferrato y dijo que lo del carro había sido una simple transacción de compra-venta.En cuanto a la cena, Bustos aseguró que no hubo ninguna planeación de la velada y que las razones por las cuales Moreno terminó acompañándolos fue porque se encontraron por casualidad en Estados Unidos y decidieron pasar juntos la celebración de fin de año.Esta versión contrasta con la que había rendido Gustavo Moreno, quien le aseguró a la Fiscalía que el encuentro fue planeado y no fortuito. En la tarde de este martes, cuando asista a su interrogatorio ante la Corte Suprema de Justicia, Moreno tendrá que responder a varios interrogantes del alto tribunal. Es citado dentro de las investigaciones que se adelantan por los supuestos pagos del senador Álvaro Ashton para frenar su proceso de parapolítica. Sin embargo, en la reconstrucción que se haga del origen de dicha "organización criminal" de la que habla la Fiscalía, el fin de año de 2014 será un detalle que seguramente no será obviado por la corte.