La esposa de Juan Guillermo Monsalve ha jugado un papel clave en la trama judicial en la que está envuelto su marido. Aunque no tiene enredos con la justicia, la Corte Suprema la llamó a declarar cuando comenzó el juicio del expresidente y, en ese alto tribunal, la señora Gómez habló de un predio en Risaralda que ha despertado todo tipo de suspicacias y al que llegó Salud Hernández-Mora con su programa Al Ataque. Allí, la periodista encontró los documentos de esa propiedad y reveló que había un detalle que Deyanira Gómez no había contado a la Corte Suprema. De acuerdo con el testimonio de Gómez, ella tiene una finca cerca a la ciudad de Pereira, donde actualmente se encuentran viviendo los papás de su esposo, el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, condenado a más de 40 años de prisión. "Ellos se desplazaron a una parte rural, a una finca que es mía. Están los dos señores, mi suegra Luz Marina y Oscar se encuentran en un municipio cercano a Pereira, y el señor hace labores de campo en esa finca y mi suegra vive ahí con él. Ellos se desplazaron porque teníamos la forma, en el momento, de brindarles garantías de vivienda y pues que tuvieran el trabajo porque en el municipio donde vivían antes el papá de Juan hacía actividades agrícolas y trabajaba con el carbón, pero buscaban una estabilidad", manifestó Deyanira Gómez.
Gómez rindió esa diligencia judicial ante la Corte Suprema el 25 de abril de 2018, dos años después de compartir la otra mitad de La Veranera con su suegra. Tanto Gómez como Luz Marina Pineda de Monsalve compraron el predio por 27 millones de pesos, cada parte. Ahora, la finca se está vendiendo por 460 millones. Al Ataque conoció las dos escrituras (1.316 de la Notaría Primera de Pereira y 1422 de la Notaría Sexta de la misma ciudad) que demuestran que el predio está a nombre de ellas.
Sobre la mencionada finca se han tejido más versiones. Enrique Pardo Hasche, quien compartió celda con Monsalve le dijo a Salud Hernández-Mora en una entrevista que el exparamilitar le reveló que a él le regalaron una finca para su papá.
“A Monsalve le dieron plata para la familia, le regalaron una finca. Yo conozco gente pudiente, pero jamás me han regalado finca. A él le dieron una finca para el papá y nadie ha ido a averiguar de dónde salió esa finca. Él me mostraba las fotos y decía de dónde se sacaba el café. Me mostraba las fotos de la casa de la finca. Y yo le pregunté de dónde la sacó y me dijo que se la habían regalado. Eso fue por el año 2012, 2013, donde empezó a dar falsos testimonios contra Uribe“, dijo Pardo Hasche En otras conversaciones que sostuvo Monsalve con su familia, y que se encuentran en el expediente del expresidente Uribe, también se habla de esa finca ubicada en el departamento de Risaralda. En uno de esos audios, habla el papá de Monsalve con su hija, la hermana de Monsalve, sobre el hecho de que lo están buscando para dar declaraciones. "Siempre he dicho la misma pendejada. Nosotros no tenemos absolutamente nada que ver con ellos", asegura.
Y agrega: "He ido tres veces y lo que tenía para decir ya lo había dicho". A su vez, habla de una vereda y de una finca, sobre la cual le preguntaron cuando lo interrogaron. "Yo no los llamo a ellos, sino ellos a mí porque mantengo sin minutos... uno tan viejo y tan pendejo", dice. Al final dice que él "ya no está para esos trotes" y que no quiere que "lo enreden más con eso".
En la diligencia judicial, la esposa de Monsalve controvirtió las declaraciones de Pardo Hasche y aseguró que es falso que él quisiera ayudar a su esposo. “El señor Pardo habla con Juan y le dice; ‘Mire, no sea bobo, hágase al lado de Uribe, Uribe le va a colaborar, Uribe es Dios en la tierra y él todo lo puede hacer y si usted está con Dios fácil va a salir de acá, aquí hay que decir que Iván Cepeda qué le iba a ayudar en cosas, simplemente es echarlo al agua, que Uribe es un santo, y así usted soluciona su vida‘”, agregó.
La esposa de Monsalve dijo en esa misma diligencia ante la Corte Suprema que sentía temor. "Para Juan hay más garantías al estar en la cárcel, Juan en la calle es un hombre muerto", aseguró. También manifestó que no sabía si la estaban siguiendo. Le dijo al magistrado que cierto día le parecieron sospechosas las maniobras de un motociclista cerca a su casa y el hecho de que un habitante de calle insistiera en estar recostado en inmediaciones de su predio. Sobre este hecho, advirtió, le dio aviso a su esquema de seguridad, toda vez que esta mujer goza de esquema de protección desde el 13 de abril de 2018.
Cuando había transcurrido más de una hora, la magistrada le preguntó a Deyanira Gómez si tenía que agregar algo a su declaración, y de inmediato la mujer de Monsalve rompió en llanto mientras le decía a la togada: “Le pedimos a la Corte que vele por nosotros, por la seguridad y por la vida, pero más que por la vida de Juan y mía, por la de nuestros hijos. Tenemos dos hijos menores de edad, de 10 y 3 años“.
“Con toda la situación que se ha presentado, con la muerte de los otros testigos y con la situación de Juan, puedan dejar que ellos tengan a su mamá y su papá. Nosotros tenemos toda la mejor disposición de colaborar con la justicia, con la Corte, responder a todos los llamados que sean necesarios, y de cumplir con lo que la Corte nos pregunte, pero pedimos que no nos dejen solos y que nos ayuden a velar por la seguridad de Juan (...) que haya una verificación continua del estado de Juan en la cárcel, no son requirimientos por lujos sino por seguridad“, concluyó la mujer de Monsalve. En la colaboración, sin embargo, hubo datos que omitió, como el de la propiedad de esta finca.