Cuando Luz Adriana Camargo fue elegida fiscal general de la nación, de una terna enviada por el presidente de la República, Gustavo Petro, aseguró, en diferentes entrevistas, que no podía referirse a procesos en particular, sobre todo cuando se encontraban en el escenario de los jueces, como es el caso de Nicolás Petro, hijo del primer mandatario. La fiscal cumplió, en público, porque en privado será la encargada de “elegir” el nuevo fiscal en este proceso.
Mario Burgos fue el fiscal que logró, cuando muchos lo criticaban por demorarse, la imputación contra Nicolás Petro. Avanzó en la investigación y como en muchos otros procesos a su cargo, llevó a los implicados a una aceptación de responsabilidad. La diferencia en esta investigación es que se trataba del hijo del presidente. Pasó el tiempo y con el cambio de administración en la Fiscalía, el investigador se convirtió en investigado.
Burgos se quedó solo, la entidad que representó lo desconoció y tuvo que enfrentar denuncias, recusaciones e impedimentos. De todos logró zafarse, hasta que la llegada de Luz Adriana Camargo movió la balanza en favor de los presuntos criminales, como el propio Nicolás Petro que, arrepentido y con su abogado de confianza al lado, reconoció la estrategia criminal y pidió perdón, incluso con una promesa a su futuro hijo.
Muchos que celebraron la rigurosidad, el empeño y la destacada actuación del fiscal Burgos en otros procesos como el asesinato del estilista Mauricio Leal o el crimen contra el fiscal paraguayo Marcelo Pecci, se lanzaron para señalarlo de “presionar” al hijo del presidente Gustavo Petro, en la misma escena donde Nicolás Petro aparecía junto a su exesposa, Day Vásquez, riendo mientras escuchaban la imputación de la Fiscalía.
Luego, sin pruebas, lo acusaron de la filtración del video con el interrogatorio de Nicolás Petro, donde abiertamente y junto a su abogado reconoció los hechos de corrupción, la estrategia para sumar millonarios recursos a la campaña de su papá con dinero de extraditables. La Comisión de Disciplina Judicial investigó a Burgos y basados en la denuncia del acusado, Nicolás Petro, le dieron crédito y resolvieron formular pliego de cargos contra el fiscal Burgos.
Con esa decisión, la Fiscalía atendió una nueva solicitud del hijo del presidente. Otra recusación ahora por una supuesta enemistad del fiscal Burgos con Nicolás Petro y los detalles del pliego de cargos, como un impedimento para continuar con la investigación.
Por más que Burgos explicó a sus jefes que la investigación contra Nicolás Petro está en poder de los jueces y que no tenía potestad para tomar decisiones, ni siquiera para practicar nuevas pruebas, la delegada para la Seguridad Territorial, Deicy Jaramillo, lo apartó del proceso, en aras de la garantía del proceso para Nicolás Petro, el imputado.
En la misma resolución que sacó a Mario Burgos del caso contra Nicolás Petro, la Fiscalía advierte que será la fiscal Luz Adriana Camargo la que designará el nuevo fiscal para el caso, un hecho contradictorio con el espíritu de independencia que se profesa en público. Así las cosas, Camargo escogerá el fiscal que investigará al hijo de quien la nominó al cargo de jefe del ente acusador.