Un día después de su posesión, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, se dirigió al Congreso de la República para llevar a cabo sus primeras acciones como jefe del ente acusador. Así las cosas, en la tarde de este martes el fiscal radicó en el Senado tres proyectos de ley, con el fin de lograr una entidad más transparente, según dijo.El primero de ellos, como explicó Martínez, es para regular el régimen de impedimentos y recusaciones del fiscal general y de esta manera “aumentar la imparcialidad y la transparencia en la gestión de la justicia”.Con este, se busca que en caso de que existan impedimentos o recusaciones del fiscal, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia asigne un fiscal ad hoc para estas situaciones. De esta manera, se modificaría el régimen vigente, “según el cual es el vicefiscal designado por el propio fiscal impedido, quien se encarga del conocimiento y el trámite de estas investigaciones”, aseguró Martínez. Y agregó: “Consideramos que esta iniciativa legislativa es altamente conveniente para garantizar uno de los principios fundantes de la justicia, que es el de la imparcialidad y la transparencia”.Le puede interesar: El nuevo equipo de Néstor Humberto MartínezEl segundo proyecto está  relacionado con la designación de fiscales interinos. “Esta propuesta busca que en casos de falta absoluta del fiscal general, bien sea por muerte o incapacidad, o por  término de su periodo, se establezca un procedimiento que inhiba que los procesos de interinidad se extiendan en el tiempo”, dijo Martínez. Esto significa que cuando no haya un fiscal general designado, el presidente sería la persona encargada de elegir a alguien. El mandatario también debería remitir inmediatamente la terna a la Corte Suprema para que se pueda elegir rápidamente la persona que ocuparía el cargo. Con esta iniciativa, según el fiscal Martínez, se superarían los incentivos para que se prolonguen la interinidad en la Fiscalía.También puede leer: María Paulina Riveros, la vicefiscal de Néstor Humberto MartínezPor último, el tercer proyecto busca aumentar el control y el nivel de rendición de cuentas de la entidad. Por esto con este se quiere lograr que el control interno del ente acusador no sea ejercido por una persona elegida por el fiscal, sino por un tercero.Con el proyecto también se establecería la responsabilidad del fiscal de rendir un informe anual del cumplimiento de sus metas y sus responsabilidades para que la rendición de cuentas de la Fiscalía se profundice.Esto porque "la Fiscalía no puede ser una rueda suelta desde el punto de vista  del control público, del control ciudadano y tiene que ser cuentadante de las actividades del fiscal y la entidad frente a su designante, frente a quien lo elige y frente a la sociedad civil”, puntualizó Martínez.