Según el fiscal general (e) Jorge Fernando Perdomo, está comprobado que las FARC ejercían una política planificada de violencia sexual contra las mujeres.El jefe del organismo acusador afirma que esa autoridad penal ya cuenta con suficientes testimonios y prueba documental que evidenciaría cómo las mujeres eran víctimas de reclutamiento forzado desde niñas, que muchas eran sometidas a la esclavitud sexual y esterilización forzada.En entrevista con Blu Radio, el fiscal explicó que la entidad a su cargo lleva dos años siguiéndole la pista a las versiones sobre los horrores de las que eran víctimas las integrantes de las FARC, por culpa de los actos de violencia sexual y de género que se aplicaban de manera sistemática en el interior de ese grupo.Según muchos de esos elementos, estas versiones no eran cuento. Perdomo afirma que las declaraciones de algunas desmovilizadas y los computadores incautados en los campamentos de la insurgencia han permitido evidenciar que muchas mujeres eran obligadas a tener relaciones con los comandantes y se les prohibía rotundamente tener hijos.Dijo que quien se negara a relacionarse sexualmente con los mandos altos y medios o que lo hiciera con algún otro compañero sin pedir permiso, eran sometidas a trabajos forzados y otros castigos que podían terminar en el fusilamiento.Además, asegura, se comprobó que incluso existía un manual para implementar prácticas de esterilización. Al parecer, quedar embarazada era un pecado mortal, pues se pudo precisar que era una norma obligar a abortar a las que quedaran encinta, sentenció el fiscal.Jorge Fernando Perdomo precisó que, desde antes de 1997, había reglamentos que señalaban que estaba plenamente autorizada la esterilización forzada, “porque las guerrilleras no llegaban allí para parir sino para combatir”.Así mismo, manifestó que se tienen documentados casos concretos de violaciones, actos sexuales abusivos con menores de 14 años, abortos no consentidos y demás atrocidades que demostrarían la condición indigna en la que muchas combatientes tenían que padecer su militancia en esa organización armada.