La investigación contra el excomisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo por alentar una falsa desmovilización de un bloque de las FARC dio un giro inesperado, la Fiscalía lo acusó en su ausencia. La decisión se tomó después de que anunció que la orden de captura cesaba. Junto con Restrepo están siendo procesados los desmovilizados Flor Inés, Alcides y José Alfredo Pacheco Ramos; el coronel en retiro Hugo Hernán Castellanos; el coronel Jaime Joaquín Ariza, y el exguerrillero Raúl Agudelo Medina, alias ‘Olivo Saldaña’. Los delitos por los que se les investiga son fraude procesal, prevaricato por acción, porte ilegal de armas de fuego y municiones, y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares. A Restrepo se le suma peculado por apropiación. El ente acusador recordó que el engaño le causó un detrimento patrimonial al Estado de 1.156 millones de pesos, dinero que les fue pagado a los 66 supuestos desmovilizados en mensualidades, luego de su desvinculación del grupo guerrillero. La suma también concluye la logística durante el desarme en Alvarado (Tolima). El fiscal criticó durante la acusación el hecho que Restrepo solicitara la condición de desmovilizados para una personas cuyo listado no había llegado a sus manos en el momento de requerir el trámite. “La lista presentada por Raúl Agudelo Medina fue aceptada por Luis Carlos Restrepo sin ser verificada y después de ello la entregó a la Fiscalía (…)  Los impostores se presentaron a la desmovilización, recibieron dinero y beneficios”, indicó el fiscal.   Según la Fiscalía, la cabeza de todo estuvo en los altos mandos del Ejército, los coroneles Ariza y Castellanos, junto con el excomisionado. Se ha indicado que fue a través de ellos que se le dio legitimidad al proceso, clave para poder llevar a cabo esta ficticia desmovilización, que fue organizada por ‘Olivo Saldaña’, Felipe Alejandro Salazar, alias ‘Biófilo’, así como los hermanos Pacheco y los hermanos de Agudelo. Los dos primeros, ‘Olivo Saldaña’ y ‘Biófilo’, se encargaron de dar instrucciones a las personas que se harían pasar por desmovilizados.   Las entrenaron y enseñaron diversos aspectos “claves” de las FARC que debían conocer para ser identificados como miembros de dicha guerrilla. Los Pacheco y Agudelo, por su parte, aceptaron hacerse pasar por miembros del ‘Cacica la Gaitana’, pero además ayudaron a reclutar personas que hicieran lo mismo. Estas personas sabían, según el fiscal del caso, que hacerlo les representaría obtener recursos económicos luego de la presunta desmovilización, como efectivamente ocurrió. Pero nada habría sido posible sin la participación de Hugo Alberto Rojas Yepes. Él, presunto narcotraficante, fue quien, según el ente acusador, financió la desmovilización, con el propósito de ser incluido en la lista de guerrilleros desarmados y así ocultar su verdadero negocio. Restrepo no da la cara   El 8 de enero del 2012, según los registros migratorios oficiales, salió del país Luis Carlos Restrepo, y desde entonces no ha vuelto. El alto comisionado de paz del gobierno Uribe se fue de Colombia cuando se dio cuenta de que iba a terminar en la cárcel por unas acusaciones que considera injustas. De su caso, ‘Biófilo’ fue quien contó todo ante las autoridades. Reveló cada una de las incidencias de aquella desmovilización que tiene en líos al excomisionado y a las otras personas. Según ha declarado ‘Biófilo’ ante los medios de comunicación, Restrepo “fue determinante para que se lograra hacer este montaje y presentarlo al país como éxito de la política de seguridad democrática, que, incluso, como se registra en el video, el emisario nos dice que el presidente está enterado y que es el que ha dado la autorización para que se lleve a cabo la desmovilización”. El frente desconocido La presunta falsa desmovilización ocurrió el 6 de marzo del 2006. En esa fecha, con bombos y platillos, fueron presentados por el Gobierno en zona rural del departamento del Tolima, 66 guerrilleros de esta compañía. La columna era desconocida hasta entonces e incluía 26 fusiles, otras armas y una avioneta. "¡El primer frente de las FARC desmovilizado en bloque!", dijeron entonces el presidente Álvaro Uribe, el alto comisionado Restrepo y el general Mario Montoya, mientras saludaban el golpe de la inteligencia militar, capaz de desmoralizar a la guerrilla. Los desmovilizados lucían uniformes nuevos e impecables, algunas de las botas estaban marcadas con insignias de la VI Brigada, algunos de los fusiles que entregaron eran hechizos, 11 no funcionaban y los demás no eran de los que acostumbran a usar las FARC. Pronto se supo que el líder del grupo, 'Olivo Saldaña', había estado en la cárcel dos años anteriores a la desmovilización. Allí se habría reunido varias veces con Restrepo. El frente 'Cacica la Gaitana', que el Gobierno en su momento calificó como muy cercano a 'Alfonso Cano', entregó una avioneta, supuestamente comprada por la guerrilla en tiempos del Caguán para transportar munición, pero a los pocos días se descubrió que había sido decomisada por las autoridades y estaba en una base militar en Corozal, en Sucre.