La Fiscalía Penal Militar reveló parte de las pruebas con las que cuenta para indicar que un oficial y dos suboficiales serían presuntamente responsables de los fallos de una operación militar en Anorí, Antioquia, el pasado 21 de noviembre, cuando el ELN lanzó un ataque con explosivos en contra de varios militares, dejando como saldo lamentable la muerte de cinco de ellos y a otros más heridos.
Según la Fiscalía Penal Militar, “el subteniente (Juan Daniel Hernández) tenía posición de garante material, en razón de su competencia funcional como comandante del pelotón Buitre 2; él asumía el control efectivo de sus hombres, ostentaba el mando operacional, tenía el deber jurídico de evitar la muerte y lesiones de su personal bajo su mando”.
Añadió el ente acusador: “Sabía de la existencia de una situación de peligro, la presencia inminente del enemigo y de sus intenciones de ataque contra la tropa, por los avisos dados por el Batallón Bomboná, siendo previsible el resultado: muerte y lesiones, y no lo hizo. Incumpliendo con el deber de seguridad, omitió las técnicas y tácticas ordenadas contra amenazas híbridas del manual EJC 3-24.2 de desubicar su unidad diariamente. No desplegó una acción oportuna, operacional o funcional; creando un riesgo jurídicamente desaprobado, causa eficiente que ocasionó el deceso y lesiones del personal militar”.
Así mismo, indicó que el subteniente “disponía de los recursos y medios, puesto que recibió abastecimiento para 15 días, contaba con medios de comunicación, armamento, y adicional a ello, él tenía la posibilidad real de mover sus hombres diariamente para evitar el resultado o aminorar el riesgo; omitiendo su deber de garante, donde el resultado (muerte y lesiones) tiene relación causal con la conducta del indiciado”.
Explicó la Fiscalía que, debido a estas posibles falencias en el campo de operaciones, “el 21 noviembre el pelotón Buitre 2 es atacado por artefactos explosivos improvisados por tatucos, por el frente de guerra Darío Ramírez Castro del ELN; el balance desafortunado fue la muerte de cinco de sus hombres”.
La Fiscalía indicó que los militares a cargo de las unidades sabían que tenían que hacer movimientos nocturnos, como se había mencionado en la orden de operaciones Normandía, y no cumplieron con dichas instrucciones, lo que volvió vulnerables a las tropas, haciendo más fácil que fueran atacadas por el enemigo, que para el caso fue la guerrilla del ELN.
“A pesar de saber que debía realizar movimientos nocturnos de desubicación, el pelotón permanece en el mismo lugar durante cuatro días, lo que resulta en un ataque por el ELN y la muerte de cinco soldados, así como lesiones a otros”, indicó la Fiscalía Penal Militar.
Por estos hechos, la Fiscalía Penal Militar les imputó los siguientes cargos a los militares: falsedad ideológica en documento público, desobediencia y homicidio culposo.