A través de una comunicación dirigida al Sindicato de Trabajadores UNP, (Unidad Nacional de Protección) fechada el pasado 23 de enero, la Fiscalía General de la Nación le solicitó a ese sindicato su colaboración con el fin de ubicar y notificar a Wilson Javier Devia Pérez, presidente de esa organización, quien es acusado como presunto protagonista de escándalos de corrupción en la entrega de los esquemas de seguridad, por los cuales cobraba millonarias cifras de forma ilegal.
El documento en poder de SEMANA está firmado por un Técnico Investigador del grupo especial contra la corrupción de la Fiscalía General de la Nación.
Manuel Antonio Castañeda es el conductor de la camioneta de la (UNP), asignada al esquema de seguridad del exsubdirector de esa entidad, Ronald Rodríguez Rozo, y cayó con un cargamento de cocaína en una carretera del Cauca a mediados de diciembre.
Antes de su captura con el alijo de cocaína, Castañeda le entregó al director de la entidad, Augusto Rodríguez, un extenso testimonio bajo la gravedad de juramento en el que reveló que en la Unidad Nacional de Protección existe una organización criminal en la que estarían comprometidos algunos presidentes de sindicatos, funcionarios, exfuncionarios de la entidad y contratistas.
Castañeda dijo que conoció a Devia en el 2019 y que le alquiló un esquema de seguridad que estaba asignado por esa entidad a un protegido firmante de los acuerdos de paz del 2016 con las Farc, identificado como Yesid Torres, por un valor de 7 millones de pesos mensuales, más un millón de pesos mensuales para combustible.
El asunto funcionaba así, Devia, según Castañeda, distribuía el dinero con los escoltas y el protegido. El esquema incluía vehículo blindado, escoltas, mantenimiento y combustible. Castañeda tuvo el esquema durante algún tiempo y luego se lo entregó nuevamente a Devia.
Para sustentar esta y otras denuncias más, Castañeda le entregó al director de la UNP grabaciones y documentos que comprometen seriamente a Devia. “Lo que sí cobramos es el 10 por ciento de lo que facturen”, señala una de las grabaciones.
Ahí se da un capítulo que llamó poderosamente la atención de las autoridades, justamente, el vehículo que tuvo como parte de su esquema, Castañeda, fue el mismo que fue detenido posteriormente con 400 kilos de marihuana.
SEMANA tiene en su poder una reveladora grabación telefónica entre Manuel Antonio Castañeda y Wilson Devia, en la que se habla de la compra de unos vehículos por parte de un artista llamado ‘Joaco’ y quien estaría dispuesto a alquilarlos a la UNP.
En la grabación, Devia revela el monto de la ‘coima’ que cobra por meter los carros a trabajar a la UNP e incluso se compromete a enviar los vehículos contratados a zonas donde no les den tanta “pata”, pues dice que pierde dinero si el carro se daña pronto.
El poder del presidente de este sindicato en la Unidad de Protección es evidente. Así lo dejan claro los audios en poder de SEMANA, con los que destapó la olla podrida que operaba en la UNP y de la cual presuntamente forma parte el sindicalista Devia.
Manuel Antonio Castañeda (M.A.C.): Ahí fuimos a ver los vidrios...
Wilson Devia (W.D.): Cómo le fue...
M.A.C: El cuchito nos enseñó ahí los vidrios y eso. Pero el viejo resultó llamando a un tal Fabio y el viejo ya le elevó mucho. Cuando llegamos ahí, ya no eran los mismos precios, sino más elevados y decía que eso tocaba con Fabio, con Fabio y con Fabio...
W.D.: ¿Y quién es Fabio?
M.A.C.: Bueno, pues no sé, pero ahí el cucho marica habló de eso y nosotros no le paramos bolas y pues Joaco miró los vidrios.
W.D.: No, pues vamos a otro lado, no, ¡tan guevón!
M.A.C.: No, pues sí, igual ahí miró los vidrios y el man le dio los precios y yo le dije que, pues yo hablaba con usted a ver a qué precio les dejaban los más baratos.
W.D.: Sí.
M.A.C.: Yo, sin embargo...
W.D.: ¿Y qué dijo?
M.A.C.: No, pues marica yo los llevé a otra bodega ahí de otro amigo y pues el man por allá le ayuda conseguir unas camionetas, entonces, esas que él está necesitando para comprar...
W.D.: Sí.
M.A.C.: Entonces, el amigo este que yo tengo se comprometió, que se las dejaba y que se las va a comprar al man, una Runner y una Lexus, eso…
W.D.: ¿Blindadas?
M.A.C.: No, no, no convencionales...
W.D.: Ah bueno.
M.A.C.: Eso, y pues Joaco, ahí sí, como yo hablé maravillas de usted, entonces el man me dijo: ‘marica, ¿y el tema de las camionetas, ¿cómo es? Será que es que el man me tira muy duro, que no sé que’. Yo le dije: ‘No marica, el man es bien, pues obviamente tiene que ganarse un porcentaje, le dije, pero el man dijo: ‘Será seguro que él sí las mete, no sé qué’. Yo le dije que sí, que usted ayudaba...
W.D.: Pues esas las entro porque las entro, usted es como marica, si le estoy diciendo que sí…
M.A.C.: No, no, yo le dije ahí marica, yo le dije el man es bien, por ahí dijo que iba a ver si compraba unas a un man de Medellín, pa ver si se las metía a trabajar ahí.
W.D.: Lo que sí cobramos es el 10 por ciento de lo que facturen, guevón, eso sí no…
M.A.C.: Espere hago cuentas, el diez por ciento, ¿cuánto es el 10 por ciento?, ¿cuánto es que usted dijo? Él piensa comprar 2018, 2019...
W.D.: Ah no, un milloncito de pesos por cada camioneta guevón, eso no es nada y él paga 10.500.000...
M.A.C.: Ah bueno, eso, al man le sonó la idea, dijo que iba a ver si se compraba unas camionetas y las metía a trabajar ahí, pero que si las asignaban a esquemas muy patones o que si se podia darle manejo, yo le dije, a este marica se le da la ponchera y el man nos ayuda pa una buena ciudad, pa que no le den tanta pata.
W.D.: Claro, si no, no, no... Eso las organizamos, mijo.
Que a mí no me sirve mandar una camioneta donde le vayan a dar pata, donde se la van a tirar, porque la sacan de trabajar, la dejan quieta y yo no produzco.
M.A.C.: Ahhhh, no, él dice: yo le boto la ponchera al man de lo que pide, pues que obviamente Manuel me la deje trabajando, en un buen lugar, marica, no que le den pata.
W.D.: Eso las dejamos en buenos sitios. Organizamos para que de hecho quede con los escoltas del sindicato para yo poderlos apretar.
M.A.C.: Eso, marica, pues ya el man, marica, él dijo que iba a ponerse a la tarea de eso y que me cantaba la zona y que le había caído muy bien...
W.D.: Nooo, ese hijueputa, que el próximo concierto que haga me invite para escucharlo cantar… que me gusta… guevón, eso así a palo seco, y en video de youtube, la magia de los micrófonos hace que eso se cante bien bonito, y cuando uno va a ver el artista chimbo.
M.A.C.: Nooo, el man es muy bueno, ese hijueputa es 100 por ciento bueno, lo que pasa es que ahorita no hay eventos, conciertos como tal hasta marzo, marica . Ya en febrero porque enero ya se fue. Febrero está quieto, pero si apenas el man haga un evento yo le digo.
W.D.: Claro, eso es lo que toca decirle. Bueno, pero en conclusión fueron allá a los vidrios y consiguieron por otro lado, que es lo importante, ¿sí? ¿Solucionaron el problema?
M.A.C.: Sí, el man lo va a hacer allá en donde un amigo de una empresa, una que queda en la 80, pues el man está es esperando que le entreguen, como se supone que hoy le entregaban el carro del concesionario, no le alcanzaron a entregar la matrícula, entonces está esperando eso y lo hace allá donde el otro man que le llevé yo.
W.D.: Ahh bueno, ¿o sea no hicieron negocio con el señor de acá?
M.A.C.: No, con el de ahí, no, no, no. No llegaron a ningún lado. Al man, marica, se le subió. Imagínese que él que pidió 8 millones, estaba pidiendo 12, 14 millones, entonces el marica ya como que no le gustó eso.
W.D. Nooo, 14 millones quería era brindarle todo el carro, guevón.
M.A.C.: Noo, si eso es lo que le pidió el man, marica, 14 millones cuando esta mañana a mí me pidió 8, entonces Joaco no le gustó eso.
W.D.: Nooo, falta de seriedad, qué cagada hermano, pero ahí sí dijo el burro, se me sale de las manos.
M.A.C.: Noo, pero hágale gracias por la gestión y pues esperemos a ver qué me dice este marica y yo le canto la zona.
Esta grabación y otras más con documentos y evidencias documentales se encuentran en manos de la Fiscalía que abrió en las últimas horas una investigación formal con el fin de establecer quiénes más estarían detrás de la poderosa red de corrupción liderada presuntamente por el sindicalista Wilson Devia.