El fiscal Mario Burgos Patiño anunció que el empresario Enrique Vives fue imputado por un delito más en medio del juicio que se lleva a cabo en su contra por la muerte de seis jóvenes en la Troncal Caribe, en Gaira, Santa Marta.
De acuerdo con Burgos, Vives fue imputado con el delito de tentativa de homicidio bajo la modalidad de dolo eventual por los daños ocasionados al joven de 14 años Brayan Añez, único de los siete jóvenes que sobrevivió al choque del empresario con su vehículo.
Igualmente, el fiscal Burgos confirmó que en el momento en que ocurrió la tragedia, Vives conducía con grado tres de alcoholemia y no dos, como se ha venido hablando durante todo el caso.
El empresario no aceptó el nuevo cargo imputado y afirmó que espera que haya un juicio que busque la verdad, según contó Infobae.
“No estoy de acuerdo con lo que se me imputa porque los hechos no son acuerdos a la realidad, ni fáctica ni jurídica, pido un juicio donde se busque la verdad, por tal motivo yo no acepto los cargos”, dijo Vives durante la audiencia.
Entre tanto, Rodrigo Martínez, abogado de las víctimas, dijo que esta nueva imputación no tiene muchos cambios dentro del proceso aunque podría alargar más la condena que tendría que pagar Vives, de ser declarado culpable.
Beneficio de casa por cárcel
Hace un poco más de una semana, Vives se encuentra bajo detención domiciliaria en su casa en Santa Marta luego de que el Inpec atendiera la orden del Juzgado Tercero Penal del Circuito que resolvió el recurso de nulidad que solicitó la defensa a la medida de aseguramiento que se impuso en primera instancia por una juez, lo cual llevó al hombre a la cárcel de Ternera en Cartagena desde el pasado 19 de septiembre.
Luego de conocerse la decisión de un juez de enviar a prisión domiciliaria a Vives, los familiares de las víctimas señalaron que la determinación del togado no tiene ningún fundamento y es injusta.
“¿Cómo van a darle la domiciliaria a un tipo de esos que mató a seis pelados, mientras manejaba borracho?”, señaló Álex de Lima, papá de Laura de Lima, al término de la audiencia virtual en la que se decidió que el empresario Vives esperará su juicio en casa.
De Lima fue más allá y denunció que en este proceso “hay manos negras. Se está moviendo mucha plata para favorecer a ese tipo (...). Esta decisión me dejó con el alma destrozada, estoy dolido. Destrozado. ¿Si él sabía que venía borracho, por qué no llamó a un chófer o se montó en un taxi? El juez dice que no hubo intención de querer matar a los pelados, pero sí es responsable de tomar las llaves y subirse a manejar un vehículo en ese estado”.
“Donde hubiera sido yo, una persona que vive del día, que comete un acto de esos no me dan ni un vaso de agua. Estaría preso sin ningún beneficio”, agregó Álex de Lima. Y, además, denunció que ni él ni los otros familiares de las víctimas se sienten garantes con el juez del caso.
Vale la pena recordar que los hechos ocurrieron en la madrugada del lunes 13 de septiembre en la vía que conecta a Barranquilla con Santa Marta, a la altura del sector de Gaira.
A las 12:50 a. m. siete jóvenes fueron brutalmente arrollados por una camioneta Toyota Hilux, de placas MXL-186, que conducía Enrique Rafael Vives Caballero, quien no solo manejaba en estado de embriaguez sino en exceso de velocidad. “Venía volando”, dijo un testigo de los hechos.
Seis de los jóvenes fallecieron en el sitio y uno más, de apenas 13 años, luchó por su vida en un centro asistencial durante varios días, antes de salir del centro médico. “Estas personas fallecen producto de la imprudencia de un conductor, quien venía en estado de embriaguez grado dos confirmado, de igual manera en exceso de velocidad”, sostuvo el capitán Wilson Mendoza, comandante de la Seccional Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta.