Hacia las 8:40 de la mañana se inició la esperada audiencia contra el fiscal de la JEP Carlos Julián Bermeo, el exsenador Luis Alberto Gil y otros tres capturados por supuestamente haber recibido 500.000 dólares a cambio de incidir irregularmente en el proceso de extradicción de Jesús Santrich. La gran sorpresa la dio la Fiscalía al señalar que además del asunto relacionado con Santrich, Bermeo y Gil estarían implicados en hechos de narcotráfico. El fiscal a cargo del caso sostuvo ante la juez que Bermeo y Gil, con otras personas, se concertaron para cometer una serie de delitos que van desde cohecho propio, tráfico de influencias y tráfico de estupefacientes; asuntos que se revelaron gracias a la participación de un agente de la DEA quien coordinó una entrega controlada. Esto es, el operativo en que se ve a los implicados recibiendo fajos de dólares en el hotel donde luego fueron capturados. Le recomendamos: El pasado político de Carlos Bermeo, el fiscal capturado de la JEP Al respecto el fiscal del caso señaló que Bermeo, a cambio de remuneración ofreció incidir en un proceso ante la JEP y dijo –en reunión grabada por un agente encubierto el 1 de marzo de 2019– ya haber influido en servidores públicos para que la carta rogatoria que la jurisdicción envió a Washington no llegara a su destino (tal como ocurrió) y que podía atrasar por tres meses más el proceso. “Usted logró que la carta no llegara a su destino”, señaló el fiscal. Bermeo, agregó el fiscal, también ofreció retardar órdenes a policía judicial, todo esto a cambio de recibir 500.000 dólares para ser divididos entre los miembros de la supuesta organización criminal. Según el ente acusador, Bermeo dijo tener contactos con un magistrado y un secretario de la JEP con los que ya había tenido encuentros a fin de cumplir los cometidos irregulares a los que se comprometió. Luego de esto la Fiscalía señaló, respecto a Bermeo, algo que en términos penales resulta aún más grave. El fiscal delegado dijo que se contaba con grabaciones en las que se escucha a Bermeo negociar 120 kilos, supuestamente de cocaína, para ser entregados en Roma, en una discoteca que el fiscal de la JEP dijo –en la reunión grabada– que era de su propiedad. En síntesis, la Fiscalía acusó de narco al capturado fiscal Bermeo. Pero además el ente acusador endilgó también responsabilidad en ese tema al exsenador Gil. Al respecto el delegado de la Fiscalía General señaló que Gil autorizó la recepción del dinero a otros miembros de la red y que esa plata tenía relación con el envío de los supuestos 120 kilos de coca a la señalada discoteca en Roma, Italia. Tras un recuento breve y general –pero más grave de lo que se estimaba– la Fiscalía recalcó que las capturas se dieron en flagrancia e imputó a Bermeo los cargos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio y tráfico de influencias a servidor público; y a Gil, cohecho, tráfico de influencias, concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Luego de esto el delegado del ente acusador también asignó responsabilidad a los otros tres capturados, Luis Orlando Villamizar, Ana Cristina Solarte y Alejandro Prieto. Puede leer: Caso Santrich: ¿Agente encubierto o agente provocador? Y procedió a enunciar los elementos probatorios con cuenta para soportar los cargos. El fiscal señaló que en el expediente obra una carta de la DEA en la que la agencia de inteligencia del gobierno gringo puso en aviso a la Fiscalía sobre la red de corrupción y sus alcances en asuntos de narcotráfico. Así mismo, el documento indicaría la necesidad de poner en marcha un operativo con agente encubierto, tal como se desarrolló. Para esto la cúpula de la Fiscalía General habría facilitado el efectivo en dólares –500.000 mil– proveídos a los agentes del Fondo de Bienes de la Fiscalía para realizar el operativo. El funcionario a cargo del caso recordó a la juez de garantías penal 22 que ella misma ya habí impartido legalidad a dichos operativos en otra audiencia durante el fin de semana. Y señaló que toda la evidencia recaudada dentro de esos operativos también era soporte para la acusación que estaba formulando contra Bermeo, Gil y los otros tres involucrados. La juez ordenó un receso. Al retomar llegará el momento en que los implicados digan si aceptan o no los cargos. Por versión de sus abogados –antes de que la Fiscalía empezara a concretar la imputación– se anticipó que se declararán inocentes. Vea también: La dura carta de la presidenta al fiscal de la JEP Al retomar la diligencia, ya hacia el medio día de este martes, la juez reenunció los cargos imputados por la Fiscalía y uno a uno preguntó a los implicados si aceptaban cargos. “No acepto rotunda y contundentemente los cargos”, dijo Luis Alberto Gil por video conferencia desde la clínica. El fiscal Bermeo de la JEP, a su turno, dijo “no, no acepto”. Y lo propio respondieron los otros tres imputados. En la tarde continuará la audiencia de medida de aseguramiento en la cual la Fiscalía deberá ampliar la exposición de las evidencias con que cuenta.