Este viernes, la Fiscalía General y la Policía Nacional anunciaron la conformación de un grupo especial para ubicar y capturar a Óscar Camargo Ríos, más conocido como Pichi.
Esto después que el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) confirmara que el peligroso narcotraficante no se encontraba en su domicilio en la ciudad de Medellín.
Camargo Ríos, quien es considerado el Pablo Escobar de Bucaramanga, se habría fugado pese a que tenía el mecanismo electrónico de brazalete.
La fiscal General, Luz Adriana Camargo aseguró que se está recolectando todas las pruebas con el equipo especial que se conformó y el cual está comandado por el subdirector de la Dijín.
“Estamos muy comprometidos para lograr la recaptura”, explicó la Fiscal General.
Frente a los cuestionamientos que se han presentado en las últimas horas sobre el beneficio que recibió alias Pichi pese a su peligrosidad, la Fiscal General aseveró que este proceso estaba bajo supervisión de un juez de ejecución de penas.
“La Fiscalía tiene ahí una función limitada”, aclaró Camargo.
Después de confirmarse la fuga del considerado Pablo Escobar de Bucaramanga, SEMANA reveló un oficio del Inpec enviado en julio pasado en el que se advertía el riesgo de fuga.
En el oficio, enviado a la jueza tercera de ejecución de penas de Medellín que le otorgó la detención domiciliaria a Pichi con el mecanismo de vigilancia electrónica, se aseguraba que existían graves antecedentes de intentos de fuga y materialización de escape de este hombre que es considerado el Pablo Escobar de Bucaramanga.
El capitán Jaime Pacheco Bohórquez, director encargado del centro de reclusión penitenciario y carcelario virtual del Inpe. citó dos hechos en concreto: en diciembre de 2011, siendo uno de los cinco hombres más buscados por las autoridades en la capital santandereana, “logró huir” de un “gigantesco operativo en el que fueron capturados 22 de los miembros de su organización delincuencial”.
Después de este operativo, se logró establecer que se fugó a Venezuela hecho por el cual se expidió circular azul de Interpol para lograr su ubicación. “Desde allí, el delincuente mantenía el control y el mando de los más de diez expendios clandestinos que tenía en los barrios San Rafael, El Pinar, Chapinero y Comuneros, en el norte de Bucaramanga, donde comercializaban marihuana, bazuco, cocaína y drogas sintéticas”.
En el año 2015, Pichi protagonizó otra fuga. En esa oportunidad, mientras estaba en una diligencia judicial en el hospital “saltó por una de las ventanas de establecimiento y emprendió la huida”.
“Es deber de esta dirección y de la manera más respetuosa y atendiendo su buen juicio, el informar o comunicarle oportunamente sobre las condiciones especiales de alto perfil y el nivel de riesgo que representa para la seguridad y le orden público de país el privado de la libertad Óscar Camargo Ríos”, concluye el documento.