La covid-19 tomó al mundo por sorpresa. Sin embargo, los países que en las últimas décadas han encabezado las mayores inversiones en investigación y desarrollo (I+D) son los que mejor han respondido a la crisis y logrado controlar la expansión del virus. No en vano, Corea del Sur, Singapur, Israel y Alemania se han convertido en referentes mundiales para enfrentar la pandemia. Sus excelentes resultados se deben, además de las decisiones políticas oportunas, a sus avances científicos. En menos de dos meses, desde que se registró el primer contagio, el 8 de enero de 2020, Corea del Sur ha desarrollado kits de diagnóstico rápido.
En Colombia, el coronavirus ha puesto de manifiesto el estado del ecosistema en ciencia, tecnología e innovación (CTeI), que sufre de falencias estructurales como la ausencia de una política pública, la baja inversión en actividades en I+D (que no supera el 0,5 por ciento del PIB nacional) y la apatía de gran parte del sector empresarial a estas inversiones. Pese a este sombrío panorama, también hay aspectos positivos que en medio de la crisis deberían potenciarse.
De acuerdo con Gabriela Delgado, Ph. D. en farmacología y asesora de la Alcaldía de Bogotá para el tema del coronavirus, Colombia ha mejorado de manera notable en términos de personal científico y de infraestructura. “En esta emergencia, las universidades cuentan con los equipos y con el personal debidamente entrenado y con capacidades suficientes para hacer pruebas diagnósticas y analizar el genoma de la covid-19”, explica. Pese a ese notable avance, el gran cuello de botella se encuentra en la inversión y en lograr que la investigación científica se convierta en desarrollo de bienes y servicios de alta tecnología. “Tenemos muy buenos científicos y muy buenas investigaciones en sectores de punta, pero no logramos escalar esa investigación porque la inversión en CTeI es muy pobre y porque al sector privado esto le interesa poco”, dice Fanor Mondragón, profesor de química de la Universidad de Antioquia.
Según los científicos consultados por SEMANA, aquí radica la gran dificultad en Colombia y que se ha visto en el tema de los kits de prueba para la covid-19. Al no fabricar estos test, que se han convertido en el eje de la estrategia para contener la expansión del virus, el país quedó a la merced de los productores internacionales. Eso explica el bajo número de pruebas practicadas en Colombia y que se haya tenido que escoger la opción de hacerlas a personas con sintomatología y no a un grueso de la población para detectar a las portadoras asintomáticas del virus, estrategia que ha sido clave en Corea del Sur. El 19 de marzo, el Ministerio de Ciencia lanzó una convocatoria para financiar proyectos de investigación que produjeran resultados en corto tiempo. La suma destinada es de 26.000 millones de pesos. Aunque este anuncio fue bien recibido por gran parte de la comunidad académica, no estuvo exento de críticas. En primera instancia, estos dineros hacen parte de la apropiación hecha el año pasado para que el Fondo de Investigación en Salud financiara proyectos en 2020. Es decir, según algunos investigadores, el Gobierno no se ha metido la mano al dril para llevar a cabo una estrategia en CTeI. Por eso piden que en esta emergencia destine una cantidad generosa de recursos: “Hay que saludar que haya dinero para financiar proyectos inmediatos sobre la covid-19, pero en términos reales estos 26.000 millones (unos 6,5 millones de dólares) es muy poco”, dice Mondragón.
Mabel Gisela Torres, ministra de Ciencia y Tecnología, es consciente de las fortalezas y deficiencias del sistema de CTeI colombiano, pero cree que la pandemia puede ofrecer oportunidades para el futuro: “La lucha contra el coronavirus nos va a dejar una capacidad instalada en biotecnología, el fortalecimiento de los laboratorios regionales y la posibilidad de incrementar la investigación sobre virus”. En eso tiene razón la ministra, pero para que se haga realidad se necesita del liderazgo del Ministerio de Ciencia, no solo para conseguir más recursos, sino para hacerle entender a la sociedad colombiana la importancia de la CTeI.