Un fuerte rechazo expresaron este jueves fanáticos de Diomedes Díaz, luego de que se conociera que la estatua del fallecido artista vallenato, que se encuentra ubicada en la ciudad de Valledupar, fue nuevamente atacada.
En imágenes compartidas por las redes sociales se observa que a la escultura le arrojaron salsa rosada en varias partes.
“A nosotros definitivamente nos está matando es la falta de cultura, será que nunca vamos a cambiar. Bárbaros”, señaló un simpatizante en rechazo por lo ocurrido. “Deberían ponerle una cámara de seguridad a esas cosas que ya pertenecen al patrimonio de nuestro Valle. Qué falta de respeto con el cantante más grande de todos, El Cacique”, agregó otro usuario en las redes.
No obstante, otros simpatizantes no le dieron tanta trascendencia a lo sucedido y señalaron que, luego de una limpieza, la estatua quedaría en buenas condiciones.
Cabe recordar que, en octubre del año pasado, el monumento al artista fue atacado por unos delincuentes que robaron piedra que simbolizaba su diente de diamante.
Tras estos hechos, el artista John Peñaloza, escultor de una estatua, pidió una “política cultural para salvaguardar la protección del patrimonio”.
El hurto fue denunciado por el escultor, quien cree que “tuvieron que darle con un destornillador para desprenderlo, porque estaba bien sujetado por la parte de atrás. ¿Será que pensaron que era un diamante de verdad?, ¡Están locos!”.
En concreto, el elemento robado se conoce como la piedra de murano y en realidad no es un diamante.
El hecho fue rechazado por la comunidad, que vio cómo en los últimos días también fue vandalizada una estatua del cantante vallenato Iván Villazón, conocida como La voz tenor del vallenato, a la que le fueron cortados dos dedos de la mano izquierda.
En cuanto a la escultura de Diomedes, se le conoce como La silla de Diomedes Díaz y consta de una banca metálica con listones de madera y una estatua a escala real del Cacique de La Junta.
Su inauguración se dio en 2017 para la celebración de los 60 años del natalicio del cantante.
Su autor recordó que “fue la primera escultura que se colocó en ese lugar. En ese entonces, le robaron la medalla de la Virgen del Carmen. Lo primordial ahora es que coloquen una vigilancia privada como la que tenía antes, parece que este parque no lo cuida nadie”.