VICKY DÁVILA: Expresidente Andrés Pastrana, ¿qué es lo que lo tiene tan preocupado en estas elecciones?
ANDRÉS PASTRANA: Claramente que haya fraude.
V.D.: ¿Por qué piensa que puede ocurrir eso?
A.P.: He sido jefe de misiones de observación de la OEA, de IFES y de NDI en Estados Unidos. Por tanto, creo que conozco cómo y de qué forma se puede fraguar el fraude en Colombia. ¿Por qué comienzo a tocar el tema? A mí sí me llamó la atención que en la agenda, diría que casi secreta, de Gustavo Petro en España una de las reuniones tenía que ver con el presidente de Indra. Cuando vi eso, dije: ¿cómo así que un candidato presidencial se va a España a reunirse con quien es el garante o quien debe ser el garante del proceso electoral en Colombia?
V.D.: ¿Qué sabe de esa reunión?
A.P.: Primero, Indra acepta que se iba a hacer. Segundo, que ya no se iba a hacer con el presidente, según un comunicado, sino con otros funcionarios. Yo creo que Petro le debe al país una explicación. ¿Por qué tenía que reunirse con Indra semanas antes del proceso electoral en Colombia?
V.D.: Petro dice que lo que quieren con esta polémica es que no se auditen las elecciones. Él, por su lado, también dice que se está cocinando un fraude.
A.P.: Eso es lo que trata de decir Petro. El que está cocinando el fraude, en este caso, es quien va a reunirse con quien va a manejar los datos electorales. Por eso, Petro le debe una explicación al país. Aquí hay dos contratos que no entiendo por qué no se han referido a ellos. El primero es el de Indra, que le vende un software al Consejo Nacional Electoral para que los mismos magistrados, en el tema de impugnación y demandas, puedan comenzar a resolver los problemas en el día de las elecciones. Pero aquí hay un tema que a mí me llama la atención. El 29 de diciembre, un día después de los Inocentes, la Registraduría adjudicó a Indra, a dedo, ese contrato de 27.000 millones de pesos.
V.D.: ¿Y cuál es la otra tarea que Indra va a cumplir en las elecciones que le genera dudas?
A.P.: Fíjese usted, es la consolidación y divulgación de datos. Al parecer, hay una, dos o tres compañías que van a recoger los datos electorales. Se los van a dar a Indra y ellos los consolidan. Luego los divulgan. ¿Quién sabe hacer esa auditoría, cómo se va a ejercer y qué garantías hay?
V.D.: ¿Desconfía de Indra?
A.P.: ¿El escrutinio a cargo de esa empresa para las elecciones de 2022 en Colombia garantizará un sistema confiable? ¿O con fallas, como las detectadas en algunas elecciones que Indra manejó, como es el caso de Argentina? Hay una pregunta buena para el registrador. Si Colombia solo entrega licitaciones electorales a empresas que han participado en por lo menos cuatro eventos electorales, hay que advertir que esta empresa solo tiene participación en uno en el 2014. ¿Cómo va a garantizar en tan corto tiempo la programación, testeo, pruebas de estrés, auditorías, revisión de códigos fuentes, de los partidos políticos y entrega final al Consejo Nacional Electoral?
Yo le haría otra pregunta al registrador. Indra es una empresa público-privada, y los presidentes de los Gobiernos influyen en la elección de los directorios para intereses particulares. ¿Cómo Indra va a garantizar que sus accionistas no tengan intereses de financiar o participar en la política colombiana o que revelen información confidencial que solo debería estar en manos del Consejo Nacional Electoral? ¿Por qué Petro se reunió con el presidente Sánchez? Creo que el Estado español es dueño del 18 por ciento de Indra. Qué curioso que el dueño del 18 por ciento, que nombra a miembros de la junta directiva, se reúna con Petro. ¿Qué intereses puede haber por parte de Indra?
V.D.: Expresidente, usted está insinuando algo muy grave. ¿Cree que presuntamente Indra y el Gobierno español están tratando de poner como presidente a Petro, junto con el registrador?
A.P.: No sé, pero hay hechos ciertos. Hubo una reunión entre el presidente Sánchez y Petro, y el Gobierno español, reitero, es dueño del 18 por ciento de Indra. Además, ¿a qué fue hablar Petro con Indra? Esa es una reunión muy rara. Yo no veo cómo un candidato se tiene que reunir con quien va a contar los votos. Eso no lo entiende el país. Por eso, Petro tiene que explicarlo y es lo que le estamos pidiendo. Explíquele al país qué iba a tratar usted en esa reunión y por qué solicitó ese encuentro con quien está encargado de garantizar la transparencia del proceso electoral colombiano.
V.D.: ¿Qué le ha dicho el registrador?
A.P.: Esto tiene que ser público, no puede ser privado. El registrador no me puede llamar a decir: oiga, expresidente Pastrana… Nosotros hemos sido muy duros con el registrador. Además de la denuncia, él nunca me contestó lo que yo le pregunté. Por otra parte, junto con el expresidente Álvaro Uribe, hablamos de cómo Odebrecht financió la campaña de Juan Manuel Santos, y resulta que el registrador era el presidente del Consejo Nacional Electoral cuando eximieron a Santos. Sin ni siquiera pedir las pruebas. El país y el hoy registrador tienen que darles respuesta a los colombianos sobre qué fue lo que pasó. ¿Por qué no se llegó hasta las últimas consecuencias en la investigación de Odebrecht cuando hoy todavía están confesando quienes recibieron la plata para la campaña de Santos? Ahí el registrador nos debe otra respuesta a los colombianos, no a Andrés Pastrana. Volviendo a Indra, ¿por qué la Procuraduría y la Contraloría no han intervenido ese contrato? Un contrato a dedo, con un solo licitante, 27.000 millones de pesos, ¿y la Contraloría y la Procuraduría no han hecho una investigación? Ellos tienen que investigar, con todo esto que estamos viendo hoy en día creo que es importante que el contralor y la procuradora hagan esta investigación. Vicky, y le tengo otra pregunta al registrador.
V.D.: Cuénteme de qué se trata...
A.P.: El señor registrador Alexánder Vega, a nombre de Indra Sistemas S. A., invitó a unas personas a reuniones en Madrid con el objetivo de dar a conocer un programa de esa empresa de big data. El 16 de febrero de 2019, en un vuelo de Avianca, viajaron a Madrid Vega y el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga. Segundo, en Madrid se encontraron con el actual alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, y con el representante a la Cámara por Córdoba Erasmo Zuleta.
Mi fuente me dice que asistieron a varias reuniones en las oficinas centrales de Indra, ubicadas en la avenida Bruselas, número 35, en Alcobendas. La primera reunión fue exactamente el viernes 22 de febrero de 2019, a partir de las nueve de la mañana. Vuelvo y digo, yo no estoy haciendo ninguna acusación. Como no les dan respuesta a mis preguntas, pregúntele usted, Vicky, si es verdad o es mentira este viaje y estas reuniones con Indra. El registrador fue el que invitó y, posteriormente, Indra se queda con el programa que va, por un lado, a consolidar y a divulgar los datos de los votos y, por otro, con el software de las denuncias frente a todos los problemas que se puedan presentar el día de las elecciones.
V.D.: Excúseme, ¿cuál habría sido el papel del hoy registrador en ese viaje a Madrid?
A.P.: Él invitó a nombre de Indra.
V.D.: ¿Como si fuera un relacionista público de Indra?
A.P.: Exacto. Eso es lo que dicen quienes me transmiten la información.
V.D.: Si es cierto, eso es muy grave…
A.P.: Por eso. Lo que me dicen es que él invitó a estas personas a nombre de Indra para que lo acompañaran. Qué curioso. Aquí es clarísimo que el registrador es del grupo político de Álex Char y Fuad Char. Todos sabemos eso. Eso no tiene nada de malo, todos podemos pertenecer al grupo político que queramos. Lo que es muy grave son los contratos de Indra.
V.D.: Pasando a otro tema, quiero aprovechar para preguntarle por qué llegó con una ráfaga demoledora a la convención del Partido Conservador.
A.P.: Yo aproveché el espacio para decirle a nuestro candidato presidencial, David Barguil, que el problema de Colombia es el narcotráfico. Mientras no lo resolvamos, no tendremos paz. Ni vamos a crecer, ni el turismo se va a dar y la violencia no se va a acabar. Lo que más me preocupa es cómo el narcotráfico ha influido en la política colombiana.
V.D.: ¿Por eso usted habló de los supuestos cuatro jinetes del apocalipsis?
A.P.: Sí, el primero es Ernesto Samper. ¿Quién le compró su presidencia? El narcotráfico, el cartel de Cali. El segundo jinete es César Gaviria, con la Constituyente de 1991. ¿Quién se la compró? Pablo Escobar para tumbar la extradición y eso llevó a que mi padre se retirara de la Constituyente. Hicieron todas las denuncias, y Humberto de la Calle conoció todos los casetes que se tenían en ese momento sobre cómo Pablo Escobar se compró la Constituyente. El tercero es Juan Manuel Santos cuando él entrega a las Farc la fumigación: pasamos de 40.000 hectáreas de coca, cuando casi la droga estaba erradicada en Colombia, a cerca de 250.000 o 300.000 hectáreas. Así es como se vienen financiando las Farc, el ELN y los grandes grupos de narcotraficantes, como el narcodictador Maduro y su jefe Diosdado Cabello o los carteles de México.
V.D.: ¿Y cuál es el cuarto jinete del apocalipsis, según usted?
A.P.: El cuarto jinete del apocalipsis es Gustavo Petro. Él y el M-19 son los sicarios de Pablo Escobar. Escobar financió con el M-19 la masacre del Palacio de Justicia, y yo podría decir que hoy Petro es uno de aquellos miembros que mataron a la justicia en Colombia y acabaron con nuestra Corte Suprema de Justicia simplemente porque se estaba estudiando la extradición de Pablo Escobar. Mataron a un número muy importante de magistrados de la Corte y del Consejo de Estado, masacraron a la justicia colombiana, financiados por Escobar. Muchos jóvenes no lo saben. A mí me preocupa hoy que Petro sea el caballo de Troya del narcotráfico.
V.D.: ¿Cómo así?
A.P.: En un reciente debate, Petro propuso que para acabar con el narcotráfico tiene que haber una política a partir del sometimiento colectivo a la justicia. ¿Qué fue lo que dijo? Que él estaba dispuesto a someter a la justicia al narcotráfico, pero resulta que la política de sometimiento es de doble vía. Lógicamente, el Gobierno tiene que dar, como ya se ha hecho en Colombia, las posibilidades de que haya una política de sometimiento y, por otro lado, que el narcotráfico la acepte. Entonces, la pregunta que me hago es: ¿ese es un mensaje que los narcos mandan con Petro para que les proponga a los colombianos? Si Petro propone una política de sometimiento del narcotráfico, se sobreentiende que ya está dialogado y que vamos a acabar con el tema. Petro tiene que dar respuesta sobre qué es esa política de sometimiento. Adicionalmente, mirando las estadísticas, llama la atención que en los puntos donde Petro tiene más votos es donde está concentrado el narcotráfico. Y allí, como dicen, van a votar por el que digan los narcos.
V.D.: ¿Usted cree que la suspensión de las fumigaciones con glifosato disparó el narcotráfico en Colombia?
A.P.: ¿Cómo puede ser posible que la Corte Constitucional, conociendo lo que está pasando en el país, diga que no se puede utilizar el glifosato para fumigar la droga? Este se usa en más de 100 productos, como la caña de azúcar, la papa, el café, la maleza. Seamos serios. Los dueños de esos cultivos no son los indígenas ni los campesinos, sino los grandes carteles de la droga. La inmensa mayoría de muertes de líderes sociales en Colombia han sido a manos del narcotráfico. Uno oye a Juan Manuel Santos hablando de la legalización con otros expresidentes del mundo cuando en ningún país del mundo se está hablando de la legalización. En ninguno.
V.D.: ¿Pero cuál puede ser la intención de Juan Manuel Santos?
A.P.: La verdad, no sé. Lo cierto es que él le entregó el narcotráfico de nuevo a las Farc. El gran legado de Juan Manuel Santos por el que pasará a la historia es por la coca, no por el Nobel de Paz.
V.D.: ¿Usted cree que Gaviria, Samper y Santos finalmente apoyarán políticamente a la presidencia a Gustavo Petro?
A.P.: Cuando yo me lancé a la alcaldía de Bogotá, había un grupo que se llamaba Sagasa. Eran Samper, Luis Carlos Galán y Julio César Sánchez. Hoy hay otro Sagasa. Sigue siendo Samper, Galán hijo y Santos. Ellos van a apoyar a Petro, posiblemente. Porque el candidato de ellos no va a llegar a la segunda vuelta, entonces, les va a tocar jugar con otro candidato. A propósito, la consulta del Equipo por Colombia la va a ganar David Barguil, porque es el único que tiene partido serio, disciplinado, sólido, que es el Partido Conservador.
V.D.: Pero Barguil marca 1 por ciento en las encuestas…
A.P.: Yo le apuesto que va a comenzar a marcar bien, yo lo he estado acompañando a la costa, en el interior, en Antioquia, y estoy seguro de que Barguil va a poner más de 2,5 millones de votos y va a ganar la consulta, porque Peñalosa solo se ha contado en Bogotá, Fico en Medellín y Char en Barranquilla y en el Atlántico. El Partido Conservador, en cambio, va a sacar la mayor votación de Colombia. Y para no discriminar, ¿cuántos votos les ponemos a Peñalosa, a Char y a Fico?
V.D.: Ellos han dicho que podrían sacar hasta 5 y 7 millones de votos.
A.P.: La coalición del Equipo por Colombia va a poner entre 5,5 y 6,5 millones de votos, y el candidato de esa coalición estará en la segunda vuelta.
V.D.: ¿Qué opinión tiene de Álex Char?
A.P.: Yo hablo de mi partido, no me meto en el otro lado.
V.D.: ¿Pero tiene alguna posición frente a lo que ha pasado con Char estos días?
A.P.: Me llama la atención una cosa: no hay una denuncia ante la Fiscalía, aunque hay unas denuncias gravísimas de corrupción.
V.D.: Pero Aída Merlano está hablando en la Corte Suprema de Justicia.
A.P.: ¿Cómo haría Aída Merlano para hablar con la Corte Suprema de Justicia? ¿No se le hace raro que una prófuga esté llamando y que la estén recibiendo?
V.D.: ¿No le parece correcto o qué?
A.P.: A mí no, porque es una prófuga. Yo sí le digo a la Corte: ¿por qué no llama a Juan Carlos Montes en Suiza y le recibe una indagatoria sobre las bolsas de dinero de Gustavo Petro?
V.D.: Es decir, ¿usted cree que lo de Aída Merlano es una cuestión política y no judicial?
A.P.: ¿Cómo un prófugo llega a hablar con la Corte Suprema de un país? Esa es una respuesta que tenemos que tener.
V.D.: O sea, ¿la Corte no debió escucharla vía Zoom?
A.P.: No, porque además ella está condenada.
V.D.: Expresidente, francamente, ¿usted no cree que ella sabe muchas cosas que el país debería conocer?
A.P.: Ojalá.
V.D.: Las encuestas dicen que, si las elecciones fueran hoy, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández irían a la segunda vuelta…
A.P.: Sobre las encuestas pienso que son un imposible cuando hay 30 candidatos. Y mire: Petro lleva ocho años en campaña y no pasa del 27 por ciento. ¿Por qué nadie suma la centroderecha? En el lado de Petro está el 30 por ciento; y en la centroderecha está el 70 por ciento. Así el petrismo no gana las elecciones. Yo a veces dudo de que Petro pase a segunda vuelta, pero, si pasa, le vamos a ganar las elecciones.
V.D.: ¿Usted no cree que Petro puede ser el próximo presidente de Colombia?
A.P.: No, yo no creo que Petro vaya a ser el presidente.
V.D.: ¿Qué piensa de la reunión de Petro con el papa Francisco?
A.P.: Me llama la atención una cosa y es que yo creo que en la historia de los papas no hay un papa que haya dicho que se reúne con alguien, pero que no se toma la foto.
V.D.: ¿Duda de que la reunión se dio?
A.P.: No, es porque no hay foto. ¿A quién le dio pena, a quién le dio vergüenza tomarse la foto? ¿A Petro o al papa?
V.D.: Entonces, ¿por qué se dio la reunión si hubiese vergüenza?
A.P.: Fue una cortina de humo para la reunión con Indra.
V.D.: Pero el papa Francisco tomó la decisión de recibir a Petro.
A.P.: ¿Pero quién consiguió la cita?
V.D.: Dicen que desde Verónica Alcocer, la esposa de Petro, hasta el presidente de Argentina, Alberto Fernández, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pasando por la orden de San Egidio…
A.P.: Fue el padre Francisco de Roux…
V.D.: ¿El padre De Roux consiguió esa cita?
A.P.: Puede ser. Él era provincial de los jesuitas en Colombia, ¿y el papa qué es? Jesuita. Otra posibilidad es que aquí puede haber una intervención directa de Maduro. ¿Quién es el papa negro? Es el que dirige a todos los jesuitas en el mundo. Arturo Sosa, un hombre de una familia muy distinguida de Venezuela.
V.D.: En su opinión, ¿se equivocó el papa Francisco en recibir a Petro?
A.P.: No voy a decir que el papa se equivocó. Cada uno toma sus decisiones y uno respeta.
V.D.: Además, acuérdese que el papa es infalible y no se equivoca...
A.P.: Exacto. Entonces, como yo soy católico, apostólico y romano, respeto a su santidad, y no comparto lo que ha hecho.
V.D.: ¿Por qué?
A.P.: Yo he sido muy crítico con el santo padre, por ejemplo, en su posición frente al narcorrégimen de Maduro. Fuimos con el expresidente Quiroga al Vaticano, nos reunimos con el secretario de Estado, con el señor Parolín, hablamos con él de la situación en Venezuela, pero no fue posible hablar con el santo padre. Con respecto a Petro, fue una decisión que tomó el santo padre, y el candidato Petro tenía todo el derecho de pedir esa cita.
V.D.: ¿Esto es muy bueno para Petro o no?
A.P.: Yo creo que no. El montaje de la foto que publicó Gustavo Bolívar lo mató. ¿Qué es lo que se está escondiendo para que no se tomaran la foto?
V.D.: Algunos dicen que Petro se convirtió a Dios y que esta cita con el papa lo purifica…
A.P.: Deben ser los amigos de él.
V.D.: Para cerrar el tema del papa, ¿usted cree que es petrista?
A.P.: El papa ha respaldado al socialismo del siglo XXI. Si alguien ha defendido eso, tristemente hay que decirlo, ha sido Francisco.
V.D.: Usted tiene una carrera política larga y sabe lo que es una campaña, pero en esta oportunidad está pasando de todo. Petro se subió con tragos a una tarima.
A.P.: (Risas) Inconcebible, impensable.
V.D.: Óscar Iván Zuluaga dice que, si gana, manda “a la mierda” al alcalde de Cali…
A.P.: Eso es una ilusión, eso no se puede.
V.D.: Federico Gutiérrez sale en un video hablando de hemorroides y echando la madre…
A.P.: (Risas) Bueno, también hay que ser auténticos a veces.
V.D.: ¿Y qué tal Óscar Iván Zuluaga y Alejandro Gaviria bailando como poseídos?
A.P.: Cada uno actúa, pero tampoco hay que llegar a esos extremos. Yo sí estoy muy preocupado porque no hay propuestas…
V.D.: Pero sí habrá paro, lo convocaron para el 3 de marzo…
A.P.: Yo creo que Petro y la izquierda se ven tan débiles que están impulsando un paro nacional. Como no han podido conseguir los votos, están convocando a la violencia y a las vías de hecho. Es inconcebible que haya colombianos que, a pocos días de las elecciones al Congreso, estén convocando a un paro nacional, eso es una afrenta a la democracia. Esto no se puede permitir. El país se tiene que parar a decir que no están de acuerdo con esta convocatoria para precisamente afectar el proceso electoral del próximo 13 de marzo.
V.D.: ¿Qué piensa de Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria y Juan Manuel Galán?
A.P.: Ninguno, me gusta solo Barguil. Yo conozco mucho a Juan Manuel Galán, fue mi viceministro de la Juventud. Su padre fue ministro de mi padre, y además mi padre fue el padrino de matrimonio de Luis Carlos y de Gloria.
V.D.: ¿Pero Fajardo puede ser presidente o no?
A.P.: No creo.
V.D.: ¿Cómo ve a Rodolfo Hernández, quien está de segundo en las encuestas?
A.P.: No lo conozco mucho. Yo creo que las encuestas están desfasadas en este momento.
V.D.: ¿Y alguna palabra para Íngrid Betancourt?
A.P.: Suerte, pero va a ganar Barguil.
V.D.: Quienes lo lean diciendo que va a ganar Barguil, teniendo el 1 por ciento en las encuestas, dirán que el expresidente Pastrana se chifló...
A.P.: ¿Qué quiere apostar a que Barguil va a aparecer punteando en las primeras encuestas?
V.D.: ¿Y usted cree que el expresidente César Gaviria va a terminar del lado de Petro?
A.P.: Yo esperaría que no.
V.D.: Petro está haciendo todo para quedarse con el apoyo del Partido Liberal…
A.P.: Yo tengo muchas diferencias con Gaviria. Hicimos un pacto después de la Constitución de 1991 cuando a Gaviria se le había volado Pablo Escobar y el país estaba en un apagón. Yo le tendí la mano a Gaviria y hasta me enfrenté a mi padre, porque si no Gaviria difícilmente hubiera podido terminar su presidencia. Por eso, yo nunca entendí por qué César Gaviria nunca hizo el anuncio de los narcocasetes. Cuando yo llego a la presidencia, Gaviria viene a preguntarme que si yo le doy el respaldo para ser reelegido en la OEA, lo lógico era decirle: oiga, Gaviria, usted a mí no me ayudó, ahora cómo viene a pedirme ayuda. ¿Pero sabe qué le dije? Llamé al canciller Fernández de Soto y lo respaldamos. Gaviria siempre ha sido un tipo institucional y aquí lo que está en riesgo en las próximas elecciones es la institucionalidad. Gaviria está sentido con el presidente Duque y con toda la razón.
V.D.: Eso se sabe...
A.P.: También estamos sentidos el expresidente Uribe y yo, todos estamos sentidos, porque Duque nunca entendió que a él lo eligió una coalición política que conformamos con Álvaro Uribe. Tuvimos a Marta Lucía y a Iván Duque como candidatos. Esto se lo he dicho en la cara a Iván Duque, dos veces en mi casa: él se dejó caer en dos temas que nunca fue capaz de salirse. Primero, en que Duque era Uribe o la marioneta de Uribe, y en eso se pasó los cuatro años. Yo nunca entendí por qué el presidente nunca se quitó eso de encima. El otro tema en el que cayó Duque fue la mermelada, que no es dar puestos, sino lo que hizo Juan Manuel Santos, que se compró el Congreso de Colombia para robarnos el plebiscito que ganamos los colombianos.
V.D.: ¿En qué consistían los acuerdos políticos cuando inició el Gobierno Duque?
A.P.: Recuerde usted la reunión del Hotel de la Ópera antes de la posesión del Congreso. Yo invito a Gaviria y a Uribe para sentarnos a hacer una gran coalición política. Nos pusimos de acuerdo en las mesas directivas del Congreso y en cómo y de qué forma íbamos a elegir los poderes del Estado. Nos pusimos de acuerdo cómo íbamos en el gabinete y a ayudarles a los planes del Gobierno del presidente Duque. Yo dije que además debíamos traer a Germán Vargas Lleras. ¿Y qué pasó? ¿Usted se imagina que Duque hubiera hecho un Gobierno con Álvaro Uribe, con Andrés Pastrana y Marta Lucía, Gaviria, Vargas Lleras y los cristianos? No hubiera tenido ningún problema en cuatro años, pero él resolvió gobernar con sus amigos. Desafortunadamente, estamos en la situación que estamos.
V.D.: Usted menciona a Uribe entre los expresidentes supuestamente sentidos con Duque. ¿Usted qué sabe de eso?
A.P.: Yo he hablado mucho con Uribe sobre ese resentimiento de él y de su grupo, y con razón.
V.D.: ¿Qué dice Uribe?
A.P.: Mire, no voy a defender a Uribe, porque cada uno de nosotros se defiende cuando lo atacan. Pero lo que sí estoy seguro es que Uribe nunca hubiera intervenido para nombrar a un ministro, a un alto cargo, nunca, porque él respeta al presidente de la república como lo respeto yo y como lo respetamos todos los colombianos. Pero yo creo que lo que aquí está sucediendo es que el presidente Duque está jugando al duquismo, que es acabar el uribismo, y eso no puede ser así. Perdón que sea tan franco. Lo único con lo que no estoy de acuerdo es con la deslealtad.
V.D.: En realidad, ¿usted cree que el presidente Duque ha sido desleal con Uribe?
A.P.: Mucho. Yo creo que ha habido una absoluta deslealtad.
V.D.: ¿Uribe se lo ha manifestado?
A.P.: Por ejemplo, nosotros hicimos un acuerdo político para que la Fiscalía o la Procuraduría quedaran en un partido distinto al del presidente, es decir que si el presidente Duque y el Centro Democrático se quedaban con la Fiscalía, la Procuraduría era para el Partido Conservador. ¿Y a quién se la dio Iván Duque? A Fuad Char, explíqueme eso. La falta de palabra de los compromisos que hicimos para respaldar a un presidente…
V.D.: Le insisto: cuando usted dice que ha hablado muchas veces con Uribe, ¿qué le ha dicho él?
A.P.: Él es muy discreto. Pero la última vez noté que había, inclusive, resentimiento con ministros que hasta le habían faltado al respeto al expresidente Uribe. No voy a decir quiénes, era una conversación privada que tuvimos nosotros, pero ahí es cuando uno se da cuenta. Usted ve las declaraciones de María Fernanda Cabal. Ese es el sentimiento o el resentimiento que se está viviendo, y por eso es que uno habla de la soledad del presidente Duque.
V.D.: Otros podrán decir que Duque está en su derecho de hacer el gobierno que le parezca, por no decir que le dé la gana, ¿no?
A.P.: No, porque hay una coalición política, unos compromisos políticos, es que eso es la política. Si no es por el Centro Democrático y por nosotros, si no es por el Mira, Duque no había ganado ni Marta Lucía tampoco. La presidencia hubiera quedado en manos de Petro o de Fajardo.
V.D.: ¿Y Marta Lucía Ramírez?
A.P.: No, ella no habla mucho con nosotros, la verdad.
V.D.: ¿Tampoco?
A.P.: Ella ha hecho una labor importante. Creo que se ha encontrado enemigos muy grandes en el interior del Gobierno, que todo el mundo los conoce, no le han dejado hacer la labor como correspondía. Yo no entiendo, por ejemplo, cómo nombra usted a un canciller, pero le quita las funciones de la Cancillería. Explíquemelo, que no lo he podido entender.
V.D.: Explíquemelo usted. ¿De qué me habla?
A.P.: ¿Cómo puede salir un decreto que dice que el presidente y el vicepresidente nunca podrán estar juntos? Bueno, una cosa que es lógica es que el presidente y el vicepresidente no viajen en el mismo avión. Tiene que ser uno muy bruto, porque si nos caemos los dos, pues no queda ni presidente ni vicepresidente. Usted, entonces, va en un avión y yo en otro, perfecto. Entonces, yo le dije a Marta Lucía: ¿por qué no me explica una cosa? ¿Usted cómo hace para ir al Consejo de Ministros? ¿La sientan en otra sala, teniendo en cuenta que usted no puede estar en Palacio al mismo tiempo con Duque? ¿Cómo entender que funciones del Ministerio de Relaciones Exteriores estén en manos de María Paula Correa? ¿Cómo se llama el puesto de María Paula? Como se llame, se lleva inclusive hasta al jefe de protocolo de la Presidencia de la República, me dicen a mí, no sé si sea cierto. Yo todavía no entiendo que el presidente viaje sin la canciller, pero viaja con María Paula. ¿Cuál es la responsabilidad de la canciller? Las relaciones internacionales. Pero cómo entiende usted hoy que el presidente esté en Europa y la canciller en Colombia. Imagínese usted que el ministro de Gobierno sea nombrado, pero no pueda tener relaciones con el Congreso.
V.D.: “Pastrana se hizo gracias a que hubo un fraude en Colombia”, dijo Gustavo Petro. ¿Qué opina?
A.P.: Le voy a contestar así: me hice a pesar de que su jefe Pablo Escobar me secuestró y luego sus amigos del narcotráfico me robaron las elecciones y tuve que volver a presentarme.
V.D.: Quiero insistirle en algo. Usted dice que se le ha quejado varias veces al presidente Duque porque, según dice, no ha cumplido los acuerdos políticos. No me dijo él qué le ha respondido…
A.P.: Nada.
V.D.: ¿Pero se queda callado?
A.P.: La última vez yo le dije: mire, ¿cuál es la participación política? Nosotros estamos en una campaña electoral, tenemos un enemigo en frente que se llama Petro, tenemos un enemigo en frente que se llama el narcotráfico, tenemos un enemigo en frente que se llama la izquierda. Hay que actuar, presidente. Esto no es una cosa que yo esconda, que nunca se lo haya dicho, y muchas cosas las hemos hablado con el presidente Uribe.
V.D.: Cuando usted le ha dicho que hay un enemigo común que es Petro, ¿el presidente Duque qué dice?
A.P.: Que yo me acuerde de algo importante, nada.
V.D.: Pero eso habla muy bien de Duque, es decir, no está interviniendo en política para frenar a Petro.
A.P.: Él si está interviniendo en política y ellos tienen candidato, lógico.
V.D.: ¿Quién es el candidato de Duque?
A.P.: Palacio tiene candidato propio, averígüelo, Vicky.
V.D.: Pero dígame lo que usted sabe…
A.P.: Todos sabemos y eso está bien.
V.D.: ¿Quién?
A.P.: Ya no más.
V.D.: No me deje así…
A.P.: Ya no más. Duque tiene su candidato. Fíjese la insultada que le pegó Duque a Óscar Iván el día en que no aceptó estar en la coalición Equipo por Colombia.
V.D.: ¿Y no me va a decir cuál es el candidato de Duque?
A.P.: Le doy una pista, está en el Equipo por Colombia. Ya dejémosla ahí porque, si digo una vaina, se me arma un lío.
V.D.: ¿Dígame de qué región es?
A.P.: (Risas) Suramericano, de Colombia.
V.D.: ¿Qué pasó finalmente con la carta que mandaron los Rodríguez Orejuela en la que dan a entender que supuestamente a usted también lo financiaron?
A.P.: Es curioso que unos narcotraficantes no pudieron mostrar un cheque, una prueba, un documento, porque no hay nada afortunadamente.