Frente al revuelo por el reporte de la muerte de civiles, un líder indígena y un menor de edad, tras el operativo militar en Putumayo, Gustavo Petro se pronunció y aseguró que se trató de “un crimen de guerra”.

“Indudablemente. Por capturar unos disidentes, matan a varios miembros de la población civil. Eso se llama crimen de guerra. No se llama daños colaterales, es crimen de guerra”, aseveró.

Dijo que parte de la responsabilidad cae en la concepción de seguridad que tiene Colombia. “La creencia de que hay un enemigo interno, que por conspiración está dentro del país, y la creencia de que la seguridad se mide en muertos y se premia el número de muertos”.

Según Petro, esto lleva a una “degradación” de la Fuerza Pública en temas como violación de derechos humanos y respeto a la población civil en zonas como el Putumayo. Por esto, su propuesta se centra en un “rescate” de las instituciones por medio de un cambio en la política de seguridad.

“La seguridad se mide en vidas y no en muertos. Las circunstancias de conflicto y de narcotráfico en el país tienen un motor de solución que es más social que militar. Ampliar la producción agraria, permitir que el campesinado sea agroindustrial y sustituir tierras por más fértiles, etcétera, es lo que permite pacificar las regiones de Colombia”, agregó.

Esto, según Petro, haría que las Fuerzas Militares y la Policía Nacional se ubiquen donde les toca.

“Pienso crear el Ministerio de la Seguridad, que acoja a la Policía y diferente al de Defensa, y la vuelva una Policía realmente cuerpo civil armado que sea absolutamente respetuosa de las libertades y los derechos de toda la sociedad. Esa es su función constitucional”, concluyó.

Este sería, junto al Ministerio de la Industria y de la Igualdad, el tercer ministerio que crearía Petro en caso de que llegue a ser presidente. Esto es muy criticado por sus contradictores por crear más burocracia y, por ende, más gasto estatal.

Dentro de su plan de gobierno no está explicado, pero todo lo que indica es parte de su propuesta de “Seguridad Humana”, la cual pretende medirse en vidas y no en bajas. Esta se centra primordialmente en cumplir el Acuerdo de Paz pactado con las extintas Farc.

También habla de una “Policía civil para la vida y seguridad humana”. Esta se centraría en redimensionar la institución, pero dentro de su programa dijo que lo asignaría al Ministerio del Interior o de Justicia.

Lo mencionado anteriormente se parece más a la propuesta de Sergio Fajardo, la cual tiene en cuenta crear uno de Seguridad y Convivencia Ciudadana para darle un enfoque civil a la Policía. La institución, junto a las Fuerzas Militares, será objeto de reforma.

El Ministerio de la Igualdad

Por otro lado, el Ministerio de la Igualdad que crearía Petro estará en manos de Francia Márquez, quien también ejercería el cargo de vicepresidenta.

“Hay que crearlo por ley. Tiene frente a sí, de manera transversal, una serie de objetivos. El primerísimo es lograr que en la sociedad colombiana una mujer sea igual que un hombre”, explicó Petro en su momento.

La segunda tarea del nuevo ministerio haría énfasis en el territorio excluido. “Abandonados, incluso de una manera absurdamente irracional, como sucede en el Pacífico colombiano, el litoral. Que es nuestra puerta a la zona más rica del mundo. No hay un pedazo de ese litoral en todo el mapamundi que sea pobre, el único pedazo pobre es el de Colombia”.

Frente a las tareas que Petro le encomendó y frente a críticas por el gasto público, Márquez recalcó que el calibre de un ministerio es necesario para asumir la agenda.

“No es posible asumir la garantía de los derechos de quienes históricamente han estado excluidos y oprimidos sin garantías económicas. Avanzar en la transformación de este país implica justicia distributiva. Eso implica que gran parte de los recursos del Estado colombiano se inviertan en los territorios, donde en términos de inversión social el Estado nunca hizo presencia”, dijo Márquez durante el evento.