En las audiencias preliminares, la Fiscalía reveló las pruebas en contra de 10 policías que estarían comprometidos en el asesinato de Carlos Alberto Ibáñez, Jesús David Díaz Monterroza y José Carlos Arévalo, los jóvenes que fueron capturados por la Policía en Sucre. En la evidencia expuesta por la Fiscalía están las fotografías de las víctimas tras su asesinato.
Para la Fiscalía, la “magnitud” de las lesiones, dejaron un suéter, que al momento de la captura de las víctimas era blanco, pero al llegar a Medicina Legal, quedó rojo, básicamente por la cantidad de sangre que salió del cuerpo de quien lo llevaba puesto. En criterio del fiscal del caso, esas pruebas dimensionan la “brutalidad” del ataque de los uniformados en contra de los jóvenes.
“Jóvenes que momentos antes de ser subidos a la camioneta estaban con vida, allí también se encontraban en dicho platón de la camioneta, el teniente coronel Benjamín Núñez y otro funcionario de la Policía Nacional. Servidores todos ustedes de la Policía que en abuso de sus funciones continuaron privando de la libertad a estos tres jóvenes de manera ilegal y sin justificación alguna”, señaló el fiscal.
Las imágenes, que están en poder de la Fiscalía, resultaron en extremo sensibles para todas las partes, pues dejan en evidencia las lesiones que padecieron las víctimas, dijo el fiscal del caso, cuando aún estaban con vida y poder de la Policía en el departamento de Sucre. Se trata de fotografías de la necropsia que la juez en la audiencia consideró innecesario presentar públicamente, dado lo explícito.
“El grupo de expertos estuvo conformado por un fiscal experto en temas de homicidios múltiples, acompañado de criminalistas, investigadores y médicos forenses… También se adelantaron entrevistas, declaraciones juradas, reconocimientos fotográficos y de video, inspecciones en lugares de interés e incautación de armas”, dijo la Fiscalía.
El fiscal del caso aseguró que tras los estudios de necropsia se estableció que en el caso de Jesús David Monterroza, identificaron siete heridas; en Carlos Alberto Ibañes, cuatro heridas de disparos de arma de fuego y con José Carlos Arevalo Contreras, nueve heridas que incluyen disparos de arma de fuego y como lo reveló SEMANA, derivaron en una muerte instantánea.
“Los capturaron, sin oponer resistencia, son golpeados por ustedes para ese momento funcionarios de la Policía… Ustedes piden mediante el uso de radio, apoyo. Llegan otros funcionarios y contrario a garantizar la seguridad, los golpean al relacionarlos con la muerte del patrullero Díaz, causaron padecimientos innecesarios”, dijo el fiscal en la audiencia de imputación.
La Fiscalía insistió en la medida de aseguramiento en contra de los 10 uniformados a quienes imputó cargos por los delitos de homicidio, tortura y privación de la libertad, que los policías no aceptaron. Para el fiscal del caso, en aras de garantizar la seguridad de las víctimas y el proceso, es necesario que los uniformados permanezcan privados de la libertad mientras avanza el proceso.
La defensa de los implicados claramente se opone a la medida de aseguramiento mientras advierten que sus clientes aún son funcionarios de policía, con arraigo conocido, sin antecedentes y dispuestos a comparecer al proceso.