La Selección Colombia derrotó a Venezuela en el arranque de las eliminatorias mundialistas. Todo sucedió en casa, en Barranquilla, donde la fiesta del fútbol debió ser la única protagonista. Sin embargo, hubo un hecho que llamó especialmente la atención en las gradas, donde la intolerancia se hizo presente.

En esta oportunidad, los afectados fueron el representante a la Cámara Agmeth Escaf y su familia, quienes llegaron al estadio ―como todos― con la única intención de apoyar a la selección.

Inicialmente, se dijo que la cascada de insultos y ataques personales comenzó luego de que el congresista del Pacto Histórico se dirigiera a las personas que ocupaban las sillas que se le habían asignado a él y a sus acompañantes. Vale mencionar que en este tipo de eventos, la silletería está numerada y los puestos, en teoría, se deberían respetar.

Lo que Escaf no imaginó fue que se trataba de la familia de Luis Díaz, uno de los jugadores más queridos de la selección. “Fuera, fuera, fuera”, comenzó a gritarle la tribuna.

No obstante, el episodio tuvo un trasfondo más profundo que lo sucedido con las sillas. El mismo Agmeth Escaf se encargó de explicar qué ocurrió en el Metropolitano.

“Lo que me ocurrió hoy en el Metropolitano jamás imaginé que podía pasarme en mi Tierra Prometida, Barranquilla. Me duele, no lo niego, porque es la ciudad que llevo en el alma y que más amo, y porque en el ataque estuvieron presentes mis hijos. Y eso solo me indica que hemos llegado a unos niveles de intolerancia y de violencia política que nos hacen daño y nos desunen en momentos en que deberíamos estar más unidos (como en un partido de la Selección)”, expresó Escaf.

Para Agmeth Escaf, a los colombianos aún les hace falta mucha tolerancia. | Foto: Fotograma 0:52 X @agmethescaf

A renglón seguido, indicó: “no fue un tema de disputa por sillas como lo quieren hacer ver. De hecho, tan pronto llegué con mi familia a esa zona del estadio, Occidental Baja, empezaron los insultos, las groserías y por lo que me decían me queda claro que fue un ataque político. Mucho después fue que empecé a buscar nuestros asientos (que estaban ocupados) y es lo que se ve en las imágenes que están rodando”.

Agmeth Escaf, representante a la Cámara. | Foto: GUILLERMO TORRES

“Fue un ataque político”

En ese orden de ideas, el congresista fue enfático en decir que desde el primer momento que llegaron al estadio, comenzaron a ser insultados como Pacto Histórico (partido político al que pertenece). “Vete de aquí”, “izquierdoso”, fueron algunas de las arengas en su contra.

“Traté, simplemente, de encontrar mis sillas. La organización del estadio había puesto a una cantidad de gente donde no era, y empecé a preguntarle a la gente lo que correspondía con su boleta. Pero es que lo importante no es eso, sino el nivel de intolerancia política tan grande que ha habido. Creo que este tipo de escenarios no son para invadirlos de eso, de esa ira política”, manifestó el representante.

“Al país le hace falta mucha empatía”

Colombia se ha caracterizado por ser un país donde abunda la polarización política. De hecho, este tipo de encontrones son bastante frecuentes, y muchas veces las mismas figuras políticas tienen que someterse al juicio público de la gente, lastimosamente, volcándose hacia la intolerancia.

“Creo que al país le hace falta mucha empatía. Y hoy la Selección Colombia ganó, Colombia sigue ganando, con nosotros o sin nosotros. Es una unión lo que tenemos que lograr. Pero sí fue insultante, agresivo, grosero ―sobre todo con mi familia, delante de mis hijos―, lo que ocurrió”, redondeó Agmeth Escaf.

Agmeth Escaf precisó que no sabía que se trataba de la familia de Luis Díaz. | Foto: @darcyquinnr, Esteban Vega

Finalmente, el congresista ofreció disculpas si ofendió a alguien con su conducta. Del mismo modo, agregó que desconocía que se trataba de la familia de Luis Díaz y resaltó que no tiene nada en contra de ellos.

“Los invito a reflexionar. Hago un llamado al respeto y a la decencia. La riqueza de un país está en sus diferencias, en sus matices, en sus muchos colores. No tenemos que agredirnos por pensar distinto”, concluyó el representante Escaf.