En medio del lanzamiento del libro Una conversación pendiente del expresidente Juan Manuel Santos e Íngrid Betancourt, el exmandatario se refirió, entre otros temas, a la carta que presentó Andrés Pastrana ante la Comisión de la Verdad y que dejó en evidencia una supuesta financiación del Cartel de Cali a la elección de Ernesto Samper, algo que por esos días generó una fuerte tormenta política.
En su intervención en el Gimnasio Moderno, Santos calificó ese hecho como “un tiro en la sien” refiriéndose a lo que dijeron Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, los exjefes del Cartel de Cali presos en cárceles de Estados Unidos, a SEMANA, quienes señalaron que “Pastrana, en su afán de parecer más digno de lo que es, se dispara en el pie”.
En ese sentido, Santos aseguró: “Alguien catalogó que fue un tiro en el pie, yo creo que fue un tiro en la sien. Pastrana se suicidó con lo que hizo ahí, ante la historia, porque quedó peor que Samper chantajeando al Cartel de Cali para que su adversario político saliera perjudicado con esa carta, eso lo dice todo. Yo creo que ahí Pastrana salió muy mal de esa intención de hacerle daño nuevamente a su adversario político, Ernesto Samper”.
Asimismo, sostuvo que Pastrana fue ante la Comisión de la Verdad no solo para atacar a Samper, sino también para atacarlo a él.
“Pastrana me atacó a mí diciendo que yo había desconocido la democracia y que por eso el proceso de paz era espurio; es todo lo contrario. El proceso de paz tiene una legitimidad absoluta, el plebiscito se perdió y reconocimos la derrota y acudimos a lo que la ley, y lo que la Corte Constitucional había establecido era que se podía renegociar, pero sin realizar un segundo referendo, sino que había que utilizar canales tradicionales que establece la Constitución, así que convocamos a los líderes del ‘no’ y nos dieron una lista con lo que no estaban de acuerdo; recibimos 60 puntos, aceptamos 58 y dentro de esos estaba los 7 puntos que presentó Pastrana”, subrayó.
A su turno, Betancourt habló sobre la denuncia que hizo Pastrana y cuestionó que el expresidente revelara la carta de los Rodríguez Orejuela “cuando el país está en otra fase de reflexión” y reconoció que esa comunicación “dejó un sabor amargo”.
”De alguna manera él utiliza la mentira para tratar de resguardarse de toda la responsabilidad que tiene sobre el hecho de que esa carta hubiera debido llegar a tiempo a los órganos judiciales. Pero eso me recuerda también, porque es el mismo patrón de conducta, que cuando a mí me secuestran y que él tiene que explicarle a la opinión pública por qué me quitó mis escoltas lo que decide es decir mentiras”, declaró.
Como se sabe, Pastrana reveló una carta firmada por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, con fecha del año 2000, en la que ellos confiesan que Ernesto Samper “sí sabía” de la financiación del Cartel de Cali a su campaña presidencial.
Pastrana destapó dicho documento durante su comparecencia ante la Comisión de la Verdad, que explicó que originalmente la había publicado en su libro Memorias olvidadas, en 2003.
Sin embargo, este martes la historia dio un sorpresivo giro a raíz de una carta enviada por los Rodríguez Orejuela a Pastrana, en la que dicen que esa primera comunicación, en la que ellos involucraron al expresidente Samper, fue en realidad un “chantaje” del expresidente conservador. Así mismo, dicen que ellos financiaron la campaña de Pastrana a la Presidencia.
Incluso, en conversación con SEMANA, los Rodríguez Orejuela dijeron: “En cuanto a la carta, ¿se necesitan otros elementos más que prueben lo que dice la carta? Estamos vivos cinco de los actores principales que figuran en la carta y entre ellas personas tan respetables como el doctor Rojas… y además, no somos nosotros los denunciantes, es el señor Pastrana, que en su afán de parecer más digno de lo que es, se dispara en el pie”.
Sobre el silencio del reconocido médico Santiago Rojas, esto aseguraron los exjefes del Cartel de Cali al ser indagados: “El doctor Santiago Rojas tiene todo el derecho de guardar silencio. Indudablemente, él es un hombre intachable y de convicciones muy firmes, él solo quería hacerle un favor al presidente y tal vez a nosotros, porque seguramente creía que nosotros estábamos inmiscuidos en ese bochinche contra el señor Pastrana de Dragacol y Chambacú”.
Los Rodríguez le habían asegurado en la carta a Pastrana que Santiago Rojas fue el mensajero del entonces presidente en un “chantaje” y por el cual habrían terminado escribiendo una carta en el año 2000 diciendo que Ernesto Samper sí sabía de la entrada de dineros del narcotráfico a su campaña, a cambio de que no serían extraditados.