El fiscal General, Francisco Barbosa, le respondió al abogado de Laura Sarabia que pidió que sea llamado como testigo dentro de la investigación que se adelanta por el hurto de una maleta en su apartamento que contenía dinero en efectivo y documentos de seguridad nacional, en hechos registrados en enero pasado.
Barbosa respondió que la llamada sí existió pero que fue un acto protocolario y que duró 30 segundos, nada más, por lo que no entiende qué puede aportar como testigo en este caso. “Nada de la corta y protocolaria conversación con la doctora Laura Sarabia (...) no tengo ninguna cosa qué decir acerca de la hipótesis delictiva que allí se maneja sobre los aspectos relacionados con la estrategia de defensa”.
“Nada de la corta y protocolaria conversación con Laura Sarabia, hacen que yo sea testigo de algo, ni de que me conste nada, no tengo nada que decir de la hipótesis delictiva que allí se maneja, ni sobre los aspectos relacionados con la estrategia de defensa”, aclaró el jefe del ente investigador.
Añadió que no tengo conocimiento de ningún hecho relacionado con lo que a ella se le investiga como indiciada, en ese sentido esa conversación no guarda ninguna relación con los hechos jurídicamente relevantes del radicado”. Sarabia enfrenta una investigación por presunto abuso de poder pues, siendo jefe del Gabinete de Gustavo Petro, habría ordenado que se le practicara una prueba de polígrafo Marelbys Meza, quien laboraba como niñera de su hijo y a quien denunció, a mediados de enero, por la pérdida de una maleta que contenía dinero en efectivo y unos documentos reservados.
El pasado 5 de septiembre, un día después de su posesión como directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), la defensa de Laura Sarabia le pidió al fiscal delegado ante la Corte Suprema que iba a asumir su investigación que tuviera en cuenta esa llamada para demostrar que nunca hubo abuso de funciones.
Los representantes de Sarabia han sostenido que jamás existió un abuso del cargo y que la prueba del polígrafo a la que fue sometida la niñera en el edificio Galán, ubicado en inmediaciones a la Casa de Nariño, en el centro de Bogotá, fue totalmente justificada, puesto que los documentos extraviados hacían referencia a temas de seguridad que involucraban al presidente Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez.
Para demostrar este dicho, la defensa de la nuevamente funcionaria citó que cuando ocurrieron los hechos Sarabia tuvo una comunicación directa con el fiscal general, Francisco Barbosa para informarle sobre lo que estaba pasando y sentar su posición que iba a estar alejada de la investigación por el hurto para no generar ningún tipo de presiones, esto pese a que consideraba era un tema de seguridad nacional.
Frente a esto, pedirá que el despacho que lleva el caso cite a declarar al propio fiscal general para que acredite este hecho, del cual aseguran existe un registro de la llamada telefónica con la fecha y duración exacta. Con esto buscan demostrar que jamás existió presión indebida o un abuso del cargo de la entonces jefa del gabinete de Gustavo Petro.
En las insistentes preguntas siempre se hizo mención al dinero extraviado en la maleta y nunca se puso de presente la pérdida de documentos que contuvieran información sobre seguridad nacional. Esto se suma al hecho que en la denuncia presentada el 18 de enero por Andrés Fernando Parra, esposo de Laura Sarabia, nunca se hizo mención alguna a estos documentos.
El interrogatorio, que estaba programado para el martes 5 de septiembre ante un fiscal quedó suspendido. Esto debido a que con su nuevo nombramiento Laura Sarabia pasó a tener fuero constitucional, por lo que el caso deberá ser conocido expresamente por un delegado ante Corte Suprema de Justicia que deberá tomar una decisión de fondo, es decir, si mantiene el interrogatorio o cita una nueva diligencia.
Con el interrogatorio, Laura Sarabia quedaría vinculada de manera formal al proceso que tiene a otros funcionarios, incluso de la seguridad presidencial, atados a una investigación penal por un presunto abuso de autoridad. Hace pocos días, SEMANA reveló las sesiones de polígrafo al que fue sometida la niñera en uno de los sótanos de la Casa de Nariño.
“Con relación a la pérdida del dinero del maletín de la doctora Laura Sarabia, va a contestar este examen...”. Ella respondió “sí”, mientras continuó conectada al polígrafo y mirando al piso.
El cuestionario era lento. “Antes de sus 50 años, ¿dijo usted mentiras para quedar bien?”, le preguntaron, a lo que Marelbys dijo: “No”.
“¿Robó dinero usted del maletín de la doctora?”, la interrogaron. “No”, contestó ella de forma inmediata.
“¿En su adolescencia se apoderó de algo que no le pertenecía y no lo devolvió?”, Marelbys dijo “no”.
Entre pregunta y pregunta había un silencio que, paradójicamente, era estresante. Se nota que Marelbys estaba tensa. “¿Robó dinero usted del maletín de la doctora?”, le insistieron. Marelbys volvió a decir “no”.
“Antes de 2022, ¿fue deshonesta con quien confió en usted”, le preguntaron. Ella contestó que “no”.
“¿Cree en mí cuando le digo que no le haré preguntas diferentes a las repasadas?”. “Sí”, respondió.