Luego de dos días de intensas labores de búsqueda y rescate, las autoridades confirmaron que en la tragedia invernal ocurrida en la madrugada del pasado domingo en el municipio de Rosas, Cauca, murieron 32 personas y dos permanecen heridos. Así lo reveló Ricardo Cifuentes, secretario de Gobierno de ese departamento, tras aclarar que los últimos cadáveres fueron hallados antes de la media noche de este lunes 22 de abril. “Por ahora creemos que esa será la cifra oficial de esta tragedia, ya que, gracias a la ayuda de la comunidad y los organismos de socorro, se lograron rescatar los cuerpos sin vida de las personas que figuraban como desaparecidas”, dijo el funcionario. También precisó que a la fecha solo dos personas heridas aún se encuentran en centros médicos recibiendo atención especializada, “ellos son un niño de tres años de edad que presenta trauma craneoencefálico y una mujer que requiere una cirugía plástica en su rostro; pese a la gravedad de las lesiones, sus vidas no corren en peligro”, argumentó el secretario de Gobierno departamental. En efecto, hasta ayer las autoridades reportaban un saldo parcial de 19 muertos y 13 desaparecidos, pero en el transcurso del día fueron rescatando los cuerpos sin vida en medio del lodo y tierra que se desprendió de la montaña ubicada en la vereda Portachuelo, zona rural de Rosas, Cauca. En contexto: “Era una tragedia anunciada”: afectados por deslizamiento en Rosas, Cauca Durante la emergencia y como medida de prevención, fue necesario cerrar parcialmente la vía Panamericana que une a Popayán con Pasto para facilitar el rescate de cuerpo y prevenir deselances fatales por posibles nuevos deslizamientos. Desde que se supo de esa tragedia ocurrida a las 3:00 de la madrugada del pasado domingo 21 de abril, el Gobierno dispuso de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para atender la emergencia. Incluso el propio presidente Iván Duque viajó a la zona del desastre natural y desde ese sitio no solo ofreció ayudas para las familias damnificadas, sino que dejó entrever que se trató de una tragedia que se pudo evitar, al insinuar que las familias afectadas no habían sido reubicadas porque el nuevo programa de vivienda nunca se construyó por incumplimiento del contratista. Otro dato que se supo en medio de la tragedia, es que justamente en febrero del año pasado esa misma vereda había sufrido otro deslizamiento de tierra y aunque para entonces no hubo víctimas fatales ni heridos, el municipio se declaró en Calamidad Pública. “Como parte de las acciones para atender a los damnificados por deslizamiento en Rosas, Cauca, corregiremos las fallas inaceptables, que nuestro Gobierno denunció, al proyecto del Fondo de Adaptación del año 2015, para la construcción de 92 viviendas en esta población”, dijo el mandatario. En efecto, el presidente se refería al contrato por 4.279 millones de pesos que el Fondo de Adaptación firmó desde 2015 con la firma Codiseño Ltda y pese a que le entregaron un anticipo por más de mil millones de pesos, hasta el año pasado la obra solo presentaba un avance del 9 por ciento, lo que motivó la liquidación del contrato por incumplimiento. Puede leer: 19 muertos y 13 desaparecidos: lo que está confirmado del deslizamiento en Rosas, Cauca Esa denuncia, sumado a que la Oficina de Gestión del Riesgo de Cauca le entregó en marzo de 2018, al municipio de Rosas, un informe detallado de las amenazas y riesgos que corrían 50 viviendas ubicadas en la vereda Portachuelo, confirmaron los rumores en torno a que lo de Rosas era una tragedia anunciada. En la actualidad todos los reflectores están puestos sobre las autoridades políticas de esa región del país que debieron acoger las recomendaciones y ejecutar las acciones necesarias para evitar la amenaza que reveló el informe de riesgo Al respecto, el alcalde de Rosas, Jesús Eduardo Díaz, ha dicho en medios locales que ellos sí emprendieron acciones, pero la comunidad se negó a reubicarse porque el nuevo sitio les quedaba muy lejos de sus sitios de trabajo, “negligencia no hubo en ningún momento, como Municipio actuamos a nuestro alcance en la parte legal y económica”, explicó el mandatario. Otro dato que se supo en medio de la tragedia, es que justamente en febrero del año pasado esa misma vereda había sufrido otro deslizamiento de tierra y aunque para entonces no hubo víctimas fatales ni heridos, el municipio se declaró en Calamidad Pública. Lo irónico es que nada de ello sirvió para que se tomaran acciones de fondo que habrían evitado que hoy todo un departamento esté de luto y llorando a sus 32 víctimas fatales de una tragedia que estaba anunciada.