El candidato presidencial Gustavo Petro y el representante a la Cámara Edward Rodríguez, del Centro Democrático, chocaron este martes por cuenta de los dineros embolatados del contrato suscrito por Centros Poblados con MinTIC.
Se trata de 70.000 millones de pesos del anticipo que los propios involucrados confesaron que fueron malversados y destinados a usos distintos al del contrato, dirigido a llevar internet a los niños de las escuelas rurales del país.
En su cuenta en Twitter, el representante Rodríguez se preguntó: “¿Será que dinero de Centros Poblados sirvió para la opulenta reunión que hizo @petrogustavo en Barranquilla? ¡Aún no sabemos quién la pago y bajo qué figura!”.
Petro le respondió de forma inmediata. “Hay que reconocer que tienen una inteligencia pérfida. Se roban la plata los amigos aliados de Char y Duque, ponen a una ministra de esa alianza para que permita el robo, dejan los niños campesinos sin internet en plena pandemia, pero se inventan como echarme la culpa. ¡Bandidos!”, dijo el líder de la Colombia Humana.
Piñata con el anticipo
Tal como lo reveló SEMANA en exclusiva, los 70.000 millones de pesos del anticipo del contrato con Centros Poblados terminaron siendo malversados y manejados como plata de bolsillo.
La confesión de Juan Carlos Cáceres, de Novotics, a la Fiscalía, da cuenta de ello, pues reveló que se compraron carros, apartamentos, se hicieron préstamos familiares y además Emilio Tapia dio órdenes de consignaciones a cuentas por fuera del país, concretamente a Dubái. La plata tenía que haberse destinado exclusivamente a la compra de los equipos para llevarles internet a los niños más humildes de Colombia.
El detalle de lo narrado por Cáceres es indignante. “Quiero aclarar sobre giros que realicé a personas o empresas que no son proveedores. Quiero aclarar que yo le realicé dos préstamos a una familia, que son esposos, por 503.000 dólares, los cuales yo lo hice por un tema personal, pero ellos ya van a devolver el dinero. Quiero aclarar que también tomé 1.342.000 dólares para comprar un apartamento a nombre mío, pero ya solicité la devolución de ese dinero. Me giré 75.000 dólares por un tema personal”, confesó.
La Fiscalía le preguntó por un giro en particular que recibió su esposa, Shirley Carolina, por 147.595.000 pesos de la firma Inselsa, una de las proveedoras. Cáceres respondió: “Eso ahí debe haber una factura de por lo menos cinco o siete camionetas, no sé cuántas camionetas tenía alquiladas mi esposa, y no sé cuánto tiempo le debían del alquiler de las camionetas”.
Pero, además, Cáceres reveló que la plata del anticipo del contrato también terminó invertida en la compra de un vehículo de alta gama para uno de sus compañeros. “Quiero dejar constancia que Robert Gómez en esos días necesitaba un dinero porque no tenía carro y yo le dije al gerente de Inselsa que le diera un préstamo a Robert de 200 millones de pesos y que yo los iba a descontar de la plata que yo había conseguido”.
Cáceres, quien ya solicitó un principio de oportunidad en la Fiscalía, detalló con cifras y documentos cómo la plata del anticipo terminó en cuentas suministradas por Tapia. “Como él representaba a las constructoras y esas eran socias del negocio, por eso le giré ese dinero”, dijo.
Los movimientos, según su testimonio, habrían sido los siguientes. A Safe Cargo Internacional le giró 120.000 dólares; a Cimexp FZ-LLC fueron a parar 73.000 dólares. “Sobre esta quiero decir que él me recalcó varias veces que no había llegado a su destino, que era Dubái; yo tenía que ir al banco a revisar esa transferencia, eso me lo dijo hace poco, yo no alcancé a ir al banco a verificar eso”, aseguró Cáceres. Otra de las transacciones fue a Juan Sebastián Ulloa por 30.000 dólares.